Adriana Aguirre, entre lágrimas, reveló su costado más íntimo: "El dolor de mi vida es no haber tenido un hijo"

La actriz, que forma parte del elenco de “Extinguidas” en Mar del Plata, se quebró al hablar de su “frustración”. “Es algo que no lo tengo asumido”, reconoció, en diálogo con Teleshow

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En Mar del Plata, de la mano de la obra Extinguidas, Adriana Aguirre transita un gran momento en lo profesional. Alejada hace rato de las peleas mediáticas y con un perfil mucho más bajo que en otras épocas, la actriz se siente a gusto con la creación de José María Muscari y acompañada por otras ocho grandes profesionales sobre el escenario como Noemí Alan, Silvia Peyrou, Mimí Pons, Beatriz Salomón, Pata Villanueva, Patricia Dal, Sandra Smith y Naamin Timoyko.

Adriana Aguirre
Adriana Aguirre

Si bien disfruta de este gran momento, en lo personal tiene una cuenta pendiente. Un tema que le cuesta mucho abordar y que, según ella, es su gran "frustración". En diálogo con Teleshow desde "La Feliz", recordó sus deseos de ser madre junto a Ricardo García y los intentos que hizo por adoptar.

-Estás acostumbrada a mostrar tu cuerpo como vedette, pero ahora estás desnudando el alma porque mostrás algo fuerte en la obra, que es no haber podido tener un hijo.
-Lo hablo sólo en el teatro y no quiero hablarlo, me negué toda la vida a hablarlo. Es una negación que tengo, lo hablé mucho con mi psicólogo y no lo tengo asumido, no lo tengo superado. Me pone nerviosa y no me pone bien hablar de eso y no me pone alegre, entonces lo evito. En una parte de la obra contamos nuestras historias reales, porque el resto está ficcionado en base a nuestras vidas. Pero en ese momento lamentablemente no soy una actriz, soy Adriana. Pero evito hablarlo porque me pone mal no haber tenido un hijo.

-Pero, ¿no es liberador decirlo? Yo vi la obra dos veces y se hace un silencio… Nadie imaginaba una Adriana Aguirre así.
-Sí, se hace un silencio, se corta el aire con una navaja. Me cuesta muchísimo sobre todo no llorar en ese momento. Trato de no llorar porque soy una persona muy cerrada en cuanto a mi verdadera intimidad. Si bien hay cosas de mi vida privada que pasaron por la pelea (con Ricardo García) y el enojo, eso no me lastimó en absoluta al lado de lo que me lastima… No lo tengo asumido… No haber tenido un hijo. He tenido una vida espléndida, me ha ido bien en todos los aspectos que te puedas imaginar pero es mi frustración. Muscari no me obligó pero me dijo "si vos lo contás en un escenario la gente va a tener otra imagen de vos, va a pensar que sos una persona más humana". Yo no quería contar nada, quería trabajar de comediante y nada más. El dolor de mi vida fue eso, haber perdido un padre, no haber tenido un hijo. No quiero hablar de eso porque me duele mucho. Si lloraba no podía hablar, entonces (Muscari) me dijo "vos sos actriz, tenés que contar esto hablando".

-¿Nunca pensaste en adoptar? ¿O se te hizo complicado?
Se me fue la vida útil como persona para poder adoptar, se me fue buscando un hijo. Cuando dije "voy a adoptar", que fue con Ricardo, ya no me lo dieron porque tenía casi 50 años, estaba más para otro rol que para ser madre y no me lo daban. Es muy difícil adoptar en este país.

Dueña de una extensa carrera en cine, con participaciones en más de diez películas, muchos programas de televisión y también varios escándalos mediáticos -aunque, claro, eso ya es parte del pasado-, revela que no le pesó en absoluto el título de la obra en la que trabaja. En la otra vereda, varias colegas decidieron renunciar por ese motivo.

-Cuando Muscari te llamó y te dijo que la obra se iba a llamar "Extinguidas", ¿qué sentiste? Porque primero viene el fuego, se extingue y quedan las cenizas… Es fuerte.
-Mucha gente que fue convocada renunció por el título. Estoy acostumbrada, a mí el título nunca me importó porque he trabajado con grandes actores y con títulos terroríficos en el teatro de revista. Extinguidas tiene un doble sentido, por supuesto, lo entendí enseguida.

-Hay nueve mujeres arriba del escenario, no me digas que se llevan todas bien…
-Obviamente no, tenemos nuestras discrepancias. Tenemos cosas en las que disentimos porque somos totalmente distintas y con mucha personalidad las 9. Entonces de pronto tenemos discusiones pero todo queda entre nosotras, o sea, como el viejo dicho de nuestras madres: los trapos sucios se lavan en casa.

-¿Por qué se fue de la obra Luisa Albinoni?
No sé, creo que tuvo un problema grave con la producción, bastante complicado, y renunció según ella. Pero no sé si renunció o "la fueron".

Por Fernando Prensa

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