La promesa que Santiago Vázquez le cumplió al hijo de su mejor amigo antes de morir

Un gesto conmovedor reveló Nicolás Vattimos, íntimo del joven fallecido días atrás en Punta Cana, República Dominicana. Milo, el niño de tres años, quería un regalo especial y Santi lo consiguió, según contaron sus amigos

Compartir
Compartir articulo
Santiago Vázquez con el pequeño Milo
Santiago Vázquez con el pequeño Milo

Cuando Santiago Vázquez murió, un manto de tristeza cubrió el mundo del espectáculo. No sólo su hermano Nico Vázquez, su cuñada Gimena Accardi, su exnovia Cande Ruggeri o sus más allegados lo lloraron, también sus miles de fans ya que era, además de un actor en pleno ascenso, un instagramer muy divertido.

Todos destacaron su bondad, pero días atrás su mejor amigo la materializó. Nicolás Vattimos es su exconcuñado (está en pareja con la hermana de Cande) y tiene un hijo, Milo de tres años. Según relató en un emotivo posteo en Instagram, Santi le había prometido a Milo una máquina de hacer helado.

Así lo contó: "La máquina de helados que le prometiste si es que no la compraste yo se la voy hacer llegar, y le voy a decir que se la manda el tío Santi". Quien respondió, también emocionado, fue su otro amigo Andrés Carrizo, que viajó a Punta Cana en sus vacaciones: "Yo tengo la máquina de helados que el tío Santiago le prometió a Milo".

A continuación, la carta de Vattimos y, al final, el comentario de Carrizo. Un verdadero gesto conmovedor, cumplió la promesa antes de morir. Finalmente parece que sí, que Santiago era pura bondad como lo describían.

Santiago Vázquez y Nicolás Vattimos
Santiago Vázquez y Nicolás Vattimos

Nicolás Vattimos:

Amigo mío, el mejor, el que más conocía, conozco. En realidad me cuesta hablarte en pasado, te siento conmigo y a la vez te extraño. Me acuerdo de anécdotas, me río y lloro… un pedazo de mi corazón te llevaste… por eso eras tan demostrativo y cariñoso, porque había poco tiempo, más que poco. Qué injusta es la vida, no puedo creer que se lleven oro de la Tierra y se siga llenando de mierdas. Hoy estoy destruido, mi familia lo está, no puedo entender por qué… no creo en nada, en nadie, debatiamos sobre eso, sos el más cristiano que conocí y aún así te fuiste… sano como el agua, un pibe de gran corazón, generoso, dabas lo que no tenías, gracioso, siempre con un humor que te caracterizaba, limpio, demasiado, no compartíamos pajitas ni vasos, con unos tocs que nos llenaban de risas (me tortura describirte, eras perfecto para mí). Ojalá estés en el lugar que merecés. Creo que este mundo te quedaba chico.

Santi, no sabés cuánto te amo, amigo. Todo lo que nos quedaba… porque la vida es tan injusta. Tengo mil cosas lindas para contar, mil fotos, mil anécdotas. Espero quedarme con eso en el corazón, me da mucha pena que Milo, cuando sea más grande, se pierda el tipo de persona que era el mejor amigo de su papá… ojalá pudiese hacer algo… pero no sólo me queda esperar algún día volverte a ver. Tanto compartido… que hoy te pondría un tema de rock y te invitaría un asado, veríamos alguna película loca de Netflix, si es posible de Leo DiCaprio… hablaríamos de la vida y como siempre nos reiríamos más que nadie… nos mirábamos y nos conocíamos sin hablar. Gracias por tu amistad, espero verte para darte el enorme abrazo que con tantas ganas me quedé de darte, amigo. Te amo, genio ariano hermoso, como le decías al enano… la máquina de helados que le prometiste si es que no la compraste yo se la voy hacer llegar, y le voy a decir que se la manda el tío Santi. Te amo, Santi, gracias por dejarme ser tu mejor amigo y por dejarme estar dentro de tus 5 hermanos que siempre me lo decías… cuanta tristeza, amigo. Me encantaría abrazarme con vos. Te amo, hermano.

Andrés Carrizo:

¡LPM cañón! Hoy no quería dejar de abrazarte, amigo. No le debes un abrazo a nadie, vos se lo diste y hoy volviste a dárselo. Te quiero mucho y vamos a hacerle honor a nuestro hermano. Yo tengo la máquina de helados que el tío Santiago le prometió a Milo.