Pasaron 18 años hasta que pudo reencontrarse con el amor de su vida... ¡al aire!

Harry Salvarrey, compañero de Andy Kusnetzoff en la radio, conoció a los 14 años a la hija de una amiga de su mamá. ¡Y se enamoró! Pero no la vio nunca más: ella regresó a México. Hasta que hoy, gracias al programa “Perros de la calle”, ¡volvieron a verse!

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Harry Salvarrey y Camila Selser
Harry Salvarrey y Camila Selser

"El adolescente, fanático del mitología griega desde chico, nunca había entendido quiénes eran esas mujeres por las que los dioses se dignaban a bajar del Olimpo; esas que hacían que las diosas, enfurecidas de celos, arrasaran campos e incendiaran pueblos. Nunca había entendido quiénes eran… hasta que conoció a una: la niña-mujer más hermosa del mundo".

Nicolás Harry Salvarrey lo escribió hace unas semanas en un taller literario, con la consigna: "Hablen sobre la persona más hermosa que hayan visto jamás". Y se inspiró en una adolescente llamada Camila Selser, la hija de una amiga de su mamá, a quien conoció a sus 14 años en su departamento de La Boca. Y desde ese día no la olvidó más, aunque hubiera sido conveniente (claro que en el amor, nada lo es): desde esa noche no volvió a verla. Camila regresó a México, y Harry perdió un contacto que, en definitiva, jamás se había producido.

El tiempo pasó. En agosto de este año Salvarrey les contó su historia a sus compañeros del programa Perros de la calle, mostrándoles su escrito: 18 años después de que Camila se declarara fanática de Iron Maiden al ver los pósters del cuarto de Harry, todavía quería verla. "¡Que no se hable más!", le respondió Andy Kusnetzoff, quien con la complicidad de Gabriel Schultz, Cayetano y todos sus oyentes (¡pavada de ayuda!), inició la operación del reencuentro amoroso.

Primero había que localizar a esa niña, ya mujer. Tras poner su nombre y apellido en Google, resultó ser que Camila es actriz. Y a Kusnetzoff se le ocurrió consultar al cantante Juanes, quien la había convocado para un video, y también a Leonardo Sbaraglia, quien la seguía en Twitter. Y nada. Cero dato. Hasta que la localizaron por las redes sociales, y tras mucho insistir, la producción de la radio consiguió contactarse con ella.

Esta es la historia de un adolescente que no estaba preparado para tanto…

Camila estaba filmando en Medellín, Colombia, y desde allá salió al aire en Perros de la calle… ¡para la algarabía de todos! "Un país entero buscándote, ¡y diciendo: 'Qué hermosa es'! -la saludó Andy- ¡Y todavía no sabés por qué te llamamos!". "Tengo la cara roja, aunque no me pueden ver", dijo Camila. "Alguien te ama desde mucho antes de que fueras conocida. Y esa persona es coconductor de este programa". "¡Guag…! -atinó a responder la amada idílica-. No puedo creerlo". Y entonces Harry le leyó aquel texto que empieza así: "Esta es la historia de un adolescente que no estaba preparado para tanto…"

"Se me llenaron los ojos de lágrimas…", casi susurró Camila, allá lejos. Y echó a reír. "¡No te acordás de nada!", le reprochó Andy, entre más risas. "Es que esa noche no me habló", se justificó. Lo que no sabía es que Harry, al otro día de esa noche de amor inaugural y trunco, la llamó al hotel donde se hospedada con sus padres en Buenos Aires. Quería invitarla al cine, pero no pudo. Los tres ya habían regresado a México.

Pero no todo estaba perdido. Selser contó que en unos días regresaría a la Argentina. "Te propongo algo: conozcámonos", se envalentonó Harry. "¿Y ahora te atreverás a hablarme?", tiró el pañuelo Camila, pura coquetería. "La verdad que no lo sé… Pero me gustaría someterme a esa prueba, y que me des la posibilidad de redimirme". "Pues… ¡pues sí!", dijo encantada.

Y ese día fue este 15 de diciembre. Y el escenario, la entrada de FM Metro. Una mesa en la vereda, dos sillas, un par de cafés, mariachis. Un desayuno de a dos, frente a miles de oyentes, y a los curiosos agolpados a metros de un reencuentro que tan lejos estuvo, en tiempo y distancia.

"Todas queremos ser Camila", dice una chica anómina. "Vamos a apoyar a Harry", arenga un joven oyente. Porque el 15D -como se rebautizó- había llegado. Y varios meses después de aquel escrito inspirado en una musa lejana, y luego de que les contará a sus compañeros la historia de la niña-mujer más hermosa del mundo, y tras alumbrar la aparecida ilusión de un reencuentro, Harry miró a Camila a los ojos.

Y se abrazaron.

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Y 18 años después, Harry se animó a hablarle…

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"Hola Camila". "Estoy nerviosa", admitió ella. "Yo me acuerdo más que vos de aquella noche. No sé si en este tiempo hiciste memoria", invitó él. "Sí, les pregunté a mis padres si era real. Voy a llorar, qué horror… No puedo creer que hayas leído eso adelante de todos", bajó la mirada Camila. "Yo soy bastante más introvertido de lo que parece", dijo Harry, algo más suelto.

"Me acuerdo vagamente del departamento. Y de que me tocaba hablar con el hijo de los amigos de mis padres", rememoró la actriz. "Es que no era un buen plan… ¡Yo quería jugar a la computadora! Hasta que entraste vos". Y ahí mismo, herido en su orgullo pero aún esperanzado, fue por todo: "Me emociona que hayas venido hasta acá, Camila". "Esta fue y será una de las mejores sorpresas de toda mi vida. Y ojalá después de todo esto, sí podamos ir a cenar, y platicar", se sonrojó ella.

Y entonces Harry la hizo reír.

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Y ya se sabe: dos personas que se hacen reír, tienen derecho a todo.

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Luego Camila fue invitada a pasar al estudio de Perros de la calle. Y el escritor Eduardo Sacheri -columnista del programa- leyó el texto completo que Harry escribió pensando en Camila. Más bien, que escribió recordando a la niña que era, y soñando con la mujer en la cual se convirtió: ayer y hoy, para él, la más hermosa del mundo.