Mientras muchos daban al chileno Pablo Larraín como candidato firme a ponerse al frente de Scarface, hoy los medios estadounidenses apuntan a Antoine Fuqua para dirigir el filme que tuviera su primera versión en 1932 (con Howard Hawks como realizador) y volviera a la pantalla grande en 1983, con la célebre remake a cargo de Brian De Palma protagonizada por Al Pacino.
Mientras se encuentra en plena campaña promocional de Los Siete Magníficos, el cineasta estadounidense de 50 años estaría ultimando los detalles de su contrato para ponerse al frente de la nueva Scarface, cuyo guión firmará Jonathan Herman, nominado al Oscar por el libreto de Straight Outta Compton (Letras Explícitas). Marty Bregman, quien trabajó en el clásico de 1983, producirá la película junto a Marc Shmuger, Scott Stuber y Dylan Clark.
Mientras que el largometraje de 1932 se situaba en Chicago y el de 1983 en Miami, la nueva versión tendrá lugar en Los Angeles. Aún no se sabe qué actor se pondrá en la piel de Tony Montana, el inmigrante cubano convertido en el líder de un imperio de mafia y drogas en Estados Unidos, pero de confirmarse a Fuqua como responsable de la película, Denzel Washington (uno de los actores fetiche del cineasta) es uno de los candidatos a quedarse con el papel.