Pedirán la liberación del joven que le cortó la cara a otro con una botella de vidrio rota

El hecho sucedió a mediados de noviembre, en el local bailable Roca Bruja de Hurlingham. La defensa aludirá que quiso lastimar a la víctima, pero no matarla. Además, buscará que la detención sea domiciliaria, en su casa de un country de zona oeste

Compartir
Compartir articulo
Así quedó la víctima luego del ataque
Así quedó la víctima luego del ataque

La madrugada del sábado 12 de noviembre, dentro del boliche Roca Bruja de Hurlingham, un joven de 19 años rompió una botella e intentó asesinar a otro de su misma edad clavándole los restos de vidrio en la cara. El resultado fue grave: cortes profundos en el rostro, dos operaciones de más de 5 horas para reconstruirle el rostro y la posibilidad de perder un ojo.

Según los investigadores, ambos se conocían previamente y el móvil de semejante salvajada fueron los celos por una mujer. Luego, efectivos de la Policía Bonaerense identificaron a la víctima como Nicolás García, quien rápidamente fue trasladado al hospital San Juan de Dios. En cuanto al agresor, que luego del ataque se escapó del boliche, fue identificado como Santiago “Chanchi” Martínez, también de 19 años. Fue detenido en su casa pocas horas después del hecho.

Así, este jueves al mediodía Martínez se presentará ante el Juzgado de Garantías N° 6 de Morón, a cargo de la Jueza Marianela Tschiffely, para solicitar su excarcelación, aludiendo que sólo quiso lastimar a Nicolás pero no matarlo. Además, según trascendió, explicará que se siente incómodo en la Comisaría en que está detenido y pedirá que su detención se modifique por una domiciliaria: más específicamente, en su casa con pileta en el country Terravista. Del otro lado, el abogado de García, Gastón Marano, pedirá el rechazo de la medida.

Santiago “Chanchi” Martínez fue detenido
Santiago “Chanchi” Martínez fue detenido

Los primeros pronósticos de los especialistas tras el hecho marcaron lo delicado de la situación: el joven salvó su vida, pero fue sometido a dos operaciones. La primera, para intentar reconstruirle el rostro y la segunda, de 5 horas, para tratar de salvarle el ojo izquierdo.

¿Qué fue exactamente lo que sucedió esa noche? ¿Cuál se cree que es el motivo de la agresión? Las respuestas están en el expediente que maneja la fiscal Lisa Bonini de la UFI 12 de Morón.

Según la reconstrucción fiscal, todo sucedió dentro de un boliche llamado Roca Bruja. Allí, cerca de las 3 de la mañana del sábado, Nicolás se encontraba hablando con una mujer cerca de la barra, cuando se acercó Martínez enardecido y, con una botella rota en su mano, lo atacó. El dato que sorprendió a todos es que los dos tenían una amistad previa e, incluso, habían charlado minutos antes. “Aparentemente el chico atacado estaba hablando con la ex novia del agresor y eso lo enfureció y por eso lo atacó. Esto surge de distintos testimonios y de lo que aportaron algunos amigos del agresor en cuanto a chats y audios”, dijo una fuente de la investigación.

Los chats de Martinez, minutos después del ataque
Los chats de Martinez, minutos después del ataque

Ese material, es crucial para confirmar la autoría de Martínez y conocer el motivo del ataque. Un amigo en común de la víctima y del agresor, también presente esa noche, aportó una conversación de WhatsApp producida algunos minutos después del hecho.

“Perdón amigo. Nunca hice algo igual. No me conozco amigo”, escribió Martínez a ese amigo. “A mí no me tenés que pedir perdón de nada. Pero Nico tiene todo el pómulo para afuera”, fue la respuesta. Luego el atacante intentó justificar su actitud: “Me cansé wacho, todos me quieren pasar por arriba”. Para explicar esta ultima frase, luego mandó un audio de 21 segundos.

Ataque a Nicolás García en un boliche de Moreno

“Amigo, estás ahí conmigo bailando wacho, hablando de la vida y después te vas a comer a mi ex… Dale. Yo fui y le dije ‘sos un wachín’. Está todo bien amigo pero no te la vayas a agarrar en frente mío y después te vengas a hacer el amigo. Pasan 10 minutos, wacho, y los veo juntos. ¿Qué voy a hacer, amigo? Toqué fondo. No sé ni que hice amigo. Me cegué”.

La imputación contra el agresor es la de tentativa de homicidio agravado por violencia vicaria. Es decir que, para los investigadores, el agresor lastimó a Nicolás para hacerle daño, por interpósita persona, a la mujer con la que estaba hablando la víctima.

Seguir leyendo: