En medio de las vacaciones de invierno y ante la ausencia de toda la comunidad educativa, tres delincuentes entraron a robar a la Escuela Secundaria N°31 Manuel Dorrego de Morón, uno de los colegios más emblemáticos de ese partido bonaerense.
Según confirmaron fuentes policiales a Infobae, los ladrones se llevaron, entre otros objetos, 22 netbooks que son entregadas por el Gobierno y fueron detenidos minutos después de cometer el robo.
De acuerdo con los primeros datos de la investigación, los sospechosos violentaron el portón de rejas de la institución, ubicada en la calle José María Casullo al 125, y se llevaron un cuantioso botín tecnológico:
las fuentes consultadas por este medio indicaron que además de las computadoras estatales, los ladrones sustrajeron una consola de videojuegos Playstation 4 con dos joysticks, un televisor Smart marca Pioneer, una CPU, cuatro parlantes, un proyector marca Epson, tres monitores y varios teclados varios. Todos los elementos fueron cargados en una Chevrolet Meriva de color negro.
Sin embargo, el plan no salió como pensaban. Cuando la banda ya había terminado de completar el asalto y estaban por escapar del lugar, fueron observados y detenidos por un móvil de la Comisaría Nº1 de Morón.
En el interior del vehículo, los uniformados secuestraron un revólver calibre .22 marca Tala con 5 municiones intactas en su tambor. El arma se encontraba en el interior de la puerta delantera izquierda. En ese momento, trasladaron a los delincuentes, el auto y los elementos secuestrados hasta la sede de la Comisaría.
Los ladrones fueron identificados como Santiago Ariel Plenge, un joven de 19 años con domicilio en la localidad bonaerense de Castelar que había entrado a trabajar en la Municipalidad de Morón en abriol; Gabriel Raúl Solís, de 20 años y que vive en Marcos Paz; e Iván Ezequiel González -también de 19 años-, cuyo domicilio registrado es en el partido de Morón. A los tres se les inició un expediente por el delito de robo.
La baja de Plenge comenzó a tramitarse tras el arresto. “Funcionaron las medidas de prevención, se activó la alarma y desde la Central de Operaciones y Monitoreo del municipio se mandaron móviles y se los pudo detener. Es importante haber podido recuperar lo robado, donde había mucho equipamiento que el Estado brinda para que los estudiantes puedan educarse”, aseguró una fuente municipal.
No es la primera vez que el “Manuel Dorrego” se ve envuelto en hechos delictivos. En julio del 2020, en plena cuarentena por el COVID-19, las instalaciones del colegio fueron escenario de ataques vandálicos. De acuerdo con lo que se informó en ese momento, desconocidos ingresaron a la escuela, hicieron agujeros en las puertas, arrancaron paneles de madera de la pared y desparramaron llaves y papeles por todo el lugar.
En un principio se creyó que había sido un robo. Sin embargo, cuando las autoridades ingresaron y se encontraron con el ataque vandálico, pudieron constatar que pese a que entraron en las oficinas de la planta baja, la biblioteca y la preceptoría, no se había robado nada.
Tres años antes, el colegio también quedó en el centro de la escena aunque por un hecho completamente distinto, luego de verse envuelto en una polémica entre directivos y alumnos por un caso de lesbofobia contra una pareja de dos chicas estudiantes.
Tal como informó Infobae en ese momento, una profesora impidió que dos alumnas estuvieran de la mano durante un recreo y luego recibió el aval del propio director de la entidad quien, según los estudiantes, se acercó a las jóvenes y les espetó la desafortunada frase: “Tengo amigos homosexuales y no dejo que se besen delante de mis hijos”.
A raíz del hecho, la comunidad del alumnado de la escuela desplegó una campaña de repudio contra las actitudes homofóbicas procedentes del departamento directivo y realizaron numerosas medidas de concientización en el propio colegio.
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