“¿Esta campera es de ustedes?”: así se descubrió la escandalosa fuga de los tribunales de Avellaneda

Se hicieron 10 allanamientos y nada se sabe de Joel Maximiliano Gómez (20), que era juzgado por un homicidio. Hay dos agentes del Servicio Penitenciario Bonaerense acusados de “favorecimiento de evasión culposa”

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Así se escapó el detenido de los calabozos del polo judicial de Avellaneda

“Una policía que estaba en el edificio de tribunales pidió para ir al baño y en el interior se encontró con una campera roja. Salió y les preguntó a sus colegas: ‘¿Es de ustedes?’”, contaron a Infobae los investigadores sobre cómo se descubrió la escandalosa e insólita fuga de la zona de calabozos del departamento judicial de Avellaneda-Lanús, que ocurrió el martes poco después del mediodía y que tiene a dos agentes del Servicio Penitenciario Bonaerense imputados.

Este miércoles el portón de rejas del estacionamiento del edificio “Beatriz Mendoza”, ubicado en el cruce de Carlos Pellegrini y Mariano Ferreyra, en Piñeyro; y donde funciona el polo judicial de Avellaneda-Lanús, estaba cerrado y bien custodiado. Ayer, en cambio, estaba abierto cuando Joel Maximiliano Gómez (20) lo cruzó caminando, poco antes de las 14, tras sacarse las esposas, burlar los barrotes de su celda y dejar la campera roja en un baño de ese sector. La misma campera que encontró la policía poco después.

El día de la fuga, que quedó filmada por las cámaras de seguridad, Gómez tenía la última audiencia del juicio en su contra por homicidio, donde se iban a escuchar los alegatos y la condena. “Lo llamativo es que el abogado del imputado tampoco fue ese día a los tribunales”, advirtieron las fuentes consultadas por este medio.

El prófugo este miércoles era uno de los más buscados: hasta esta noche se habían hecho una decena de allanamientos, pero no pudieron atraparlo. Todavía las autoridades no pueden creer cómo burló la seguridad.

Buscado: Joel Maximiliano Gómez (20)
Buscado: Joel Maximiliano Gómez (20)

“Los calabozos están pasando el estacionamiento, al fondo a la izquierda. Allí lo dejó el camión del Servicio Penitenciario que lo trajo desde la unidad donde estaba detenido. Lo metieron en una de las dos celdas y los agentes se quedaron en el estacionamientos. Aprovechó y se fugó. Pero para irse tuvo que atravesar el estacionamiento y las rejas del portón, que estaban abiertas”, describieron la mecánica que hizo Gómez para burlar a todos.

Por la fuga de Gómez hay dos agentes del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB) imputados por el delito de “favorecimiento de evasión culposa”. Esa fue la figura legal que eligió el fiscal de la UFI N°1 de Avellaneda, Oscar Maidana, para acusar a dos de los responsables de custodiar a Gómez, a quienes les tomó declaración y les secuestró los teléfonos.

En tanto, después de escucharlo, el fiscal Maidana decidió liberar al chofer del transporte del SPB que había llevado a Gómez desde la Unidad N°40 de Lomas de Zamora, donde estaba detenido, hasta los tribunales de Avellaneda, donde era juzgado por un crimen por venganza.

Gómez había asesinado a un chico de 18 años que, cuando era menor, defendió a sus hermanos de un robo en su propia casa y mató a uno de los dos delincuentes que habían entrado a la propiedad de su familia.

Así quedaron las rejas del calabozo tras la fuga en Avellaneda
Así quedaron las rejas del calabozo tras la fuga en Avellaneda

El ladrón que murió el día del robo era el hermano de Gómez y el ahora prófugo en ese entonces juró que se vengaría cuando quedara en libertad. Y, lamentablemente, lo hizo. Asesinó al adolescente y por ese crimen estaba siendo juzgado en los tribunales de Avellaneda cuando se escapó ante la mirada de todos.

La fuga ocurrida el martes quedó filmada por las cámaras de seguridad del circuito interno de los tribunales. En las imágenes se ve cómo en un minuto, entre las 13.35 y 13.36, Gómez se sacó las esposas y pasó por entre los barrotes de la puerta de la celda: usó la cabeza para vencer la resistencia y luego el cuerpo. Después, dejó en el baño la campera y se escapó.

Cómo nadie se dio cuenta de lo que grababan las cámaras, fue una de las tantas preguntas que surgieron tras el video. “No es un centro de monitoreo, es un circuito cerrado de cámaras que puso la (Suprema) Corte, como puede tener cualquiera en su casa. Las fueron a mirar después de la fuga, claro”, se quejaron las fuentes consultadas.

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