Violencia sin fin en Rosario: una nena de 2 años recibió un tiro en la cabeza durante una balacera

En el mismo episodio también resultó herido un joven de 20 años, que recibió un disparo en la pierna. Ocurrió en el barrio Tablada, al sur de esa ciudad santafesina

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La nena de 2 años que recibió un tiro en la cabeza fue operada en el Hospital Vilela y se permanece en terapia intensiva
La nena de 2 años que recibió un tiro en la cabeza fue operada en el Hospital Vilela y se permanece en terapia intensiva

Los episodios violentos en las calles de Rosario parecen no tener fin. Este viernes por la madrugada una balacera ocurrida al sur de Rosario dejó como saldo dos heridos de bala: una nena de 2 años recibió un impacto en la cabeza y un joven de 20 años en la pierna.

El incidente se registró en el barrio Tablada alrededor de la 1:30 sobre el pasaje Iberia al 100, entre Garay y Dean Funes, cuando un grupo de vecinos que estaba en la vía pública fue atacado a los tiros por un hombre que circulaba a bordo de un automóvil.

Fuentes policiales precisaron que uno de los ocupantes bajó del vehículo y comenzó a realizar disparos de armas de fuego, al parecer, contra esas personas. Así resultó herida Franchesca, una nena de un año y ocho meses, quien recibió un disparo que le atravesó la cabeza. En la misma balacera, un muchacho de 20 años sufrió una lesión en una pierna.

Minutos después, la menor fue trasladada en un móvil policial hasta el Hospital de Niños Víctor J. Vilela en compañía de su madre.

La vice directora del nosocomio, Viviana Esquivel, indicó a La Capital que la niña “fue intervenida en quirófano por el equipo de neurocirugía” ya que presentaba “una herida de arma de fuego en cráneo con orificio de entrada y salida a nivel parietal”.

“Actualmente está en la sala de cuidados críticos en asistencia respiratoria mecánica, estable hemodinámicamente”, agregó Esquivel.

Los hechos de este viernes ocurrieron tras las recientes balaceras contra restaurantes, estaciones de servicio, dependencias públicas y anteriormente contra las escuelas habilitadas para las elecciones de medio término.

Seis estaciones de servicio, dos escuelas, un sindicato y dos locales gastronómicos lleno de comensales fueron atacados a tiros en Rosario entre el martes 9 de noviembre y el domingo 21. Curiosamente, en ninguno de los atentados hubo persecuciones policiales posteriores, pese a los refuerzos de agentes federales que envío el Ministerio de Seguridad de la Nación a través de policías federales y gendarmes.

"O se comunica con la mafia o sigue la balacera": cartel hallado en una de las escuelas baleadas
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Más allá del hermetismo de la investigación, no hay una motivación clara que pueda explicar esta violenta saga y los damnificados se niegan a hablar de los supuestos aprietes que reciben por parte de las bandas narcos, que ofrecen “protección” a cambio de dinero.

La seguridad pública en Rosario atraviesa un momento crítico. En lo que va del año, según cifras oficiales, se superaron los 200 crímenes y la Justicia en promedio llegó a acumular hasta 20 consultas de ataques a tiros por semana, según informó la fiscal Valeria Haurigot, parte de la Unidad de Investigación y Juicio especializada en balaceras, creada por la cantidad de hechos de estas características.

Si bien los principales líderes de bandas narco están presos, como el ocho veces condenado “Guille” Cantero o Esteban Lindor Alvarado, en la ciudad siguen activos a través de sus teléfonos y la escalada de violencia no se detiene.

Para los fiscales, hay desconcierto en la mutación de las balaceras. En sus comienzos eran entre bandas narco que se disputaban territorios. Luego, comenzaron los ataques a domicilios que pretendían los transas para echar a sus dueños e instalar puntos de venta de droga.

Después, a comercios que se negaban a pagar un dinero mensual en concepto de “protección”, como se hacía con la antigua mafia. En todos esos casos siempre se avanzó hacia una motivación, pero en esta saga de intimidaciones pareciera no haber una respuesta sencilla a la vista.

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