Video: asaltaron a una mujer y a su hijo en Ramos Mejía en la misma noche del crimen del kiosquero

Este domingo por la noche, algunas horas después de que el kiosquero Roberto Sabo fuera asesinado de un disparo durante un robo en su comercio, a sólo 30 cuadras del lugar del crimen una mujer y su hijo sufrieron un violento asalto en la puerta de su casa de Ramos Mejía.

El robo, que quedó registrado en una cámara de seguridad de un vecino, ocurrió el domingo algunos minutos después de las 00.30, cuando la víctima de 31 años, circulaba con su Peugeot 208 azul por la calle Temple, a la altura de Artigas.

En ese momento, mientras su hijo se acercaba al auto para subirse, fueron interceptados por un auto oscuro del que descendieron cuatro ladrones armados que los amenazaron y les robaron todas sus pertenencias, entre las que había dinero, sus documentos y teléfonos celulares.

Cuando la secuencia parecía llegar a su fin y tanto la mujer como su hijo empezaban a alejarse del lugar, uno de los delincuentes se acercó a la mujer y la zamarreó violentamente hacia el vehículo, que no podía arrancar para huir porque era automático.

Luego de que la mujer les indicara cómo hacerlo, los asaltantes huyeron a toda velocidad repartidos en los dos autos.

El lunes por la mañana, la mujer radicó la denuncia y ahora los efectivos de la Comisaría 8° de Don Bosco trabajan para dar con las pertenencias robadas y los responsables del robo.

El hecho se suma a una ola de delitos registrados en los últimos días en una de las zonas más calientes del conurbano bonaerense.

Este lunes, cuando las imágenes en vivo de la televisión mostraban cómo los comerciantes de Avenida de Mayo al 800 de Ramos Mejía seguían consternados tras el crimen del kiosquero, una serie de gritos alertaron a los periodistas: los vecinos denunciaban que otro robo había ocurrido a apenas unos metros de allí.

“¿Dónde está la Policía? ¿Dónde está?”, se desesperaba un vecino y amigo del kiosquero asesinado mientras un hombre, que se identificó como Adrián, admitía ante la prensa presenta en esa zona de La Matanaza: “Me acaban de robar acá a la vuelta. Venía con el celular, bajaron dos de una moto, no me hicieron nada y me amenazaron con un cuchillo. Le tiré el celular y se fueron. Uno de barba y con una moto negra”.

La víctima del robo relató que ocurrió a una cuadra de donde estaban apostados los móviles de la prensa cubriendo el día después del crimen de Roberto Sabo, de 48 años, por el que ayer decenas de vecinos protestaron ante la Comisaría 2° de Ramos Mejía, que queda a 300 metros del kiosco donde asesinaron durante un robo al comerciante.

“Venía contestando un mensaje de celular y viene uno de atrás y, con un cuchillo, me dice: ‘Dame el celular porque te pincho’. Pensé que era una joda, cuando me amagó a pinchar le tiré el celular y se fueron”, relató Adrián, víctima del robo, que indicó que los motochorros eran dos.

El crimen del kiosquero ocurrió el domingo, minutos después de las 14, cuando los dos delincuentes, Suárez, de 29 años, y la adolescente de 15, llegaron hasta el comercio de avenida de Mayo al 800 de Ramos Mejía, en el partido de La Matanza, y mataron a Roberto Sabo.

Para huir, le robaron el coche a un remisero y la moto a un delivery, pero chocaron. Ambos ingresaron a un supermercado de la zona para camuflarse pero no les sirvió de mucho: fueron detenidos.

Suárez cumplió una condena de 5 años y 10 meses de prisión y había salido hace 14 meses de prisión. Este lunes lloró ante el fiscal Federico Medone, de la UFI Temática de La Matanza, se negó a declarar, pidió que no le den perpetua y quedó alojado en otra seccional de la jurisdicción.

Para la adolescente, que es inimputable, el fiscal del fuero juvenil pidió que le apliquen una medida de seguridad. La Justicia de menores lo resolverá este jueves. Cuando la detuvieron, soltó una carcajada, esta tarde las fuentes mencionaron que “no se la vio muy reflexiva”.

En las últimas horas se conocieron imágenes de la pareja de delincuentes tratando de camuflarse en un supermercado de la zona, minutos después de haber asesinado a Roberto.

En tanto, encabezados por la familia de Sabo, los vecinos de Ramos Mejía se autoconvocaron este lunes por la tarde y se manifestaron recorriendo los 300 metros que separan el kiosco de Roberto de la seccional. Sin embargo, no llegaron al frente de la seccional: un vallado triple policial se los impidió. Hubo forcejeos, gases lacrimógenos y un “que se vayan todos” que se escuchó como signo del hartazgo vecinal.

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