Pidieron la prisión perpetua para el remisero acusado por el crimen de un policía en La Matanza

Una fiscal solicitó este jueves la prisión perpetua para un remisero que es el único acusado que queda por el crimen de un oficial de la Policía de la provincia de Buenos Aires, quien el año pasado fue asesinado de tres balazos delante de su mujer, integrante de la misma fuerza, y de sus tres hijos cuando fueron asaltados en la casa de unos amigos, en el partido bonaerense de La Matanza.

El pedido fue formulado por la fiscal Celia Cejas ante el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 1 del mencionado distrito que juzga a Sebastián Alejandro Dutra por el homicidio del efectivo Mauricio Ezequiel Miño. Tenía 39 años al momento de ser acribillado.

El remisero es el único sospechoso sentado en el banquillo de los acusados por el crimen, ya que otros tres adolescentes que también había sido detenidos por el hecho se escaparon del instituto de menores en el que estaban alojados y aún se encuentran prófugos.

El crimen ocurrió el 9 de marzo del 2020, cerca de las 22.30, en Paunero al 80, en la localidad de Villa Madero. Esa noche Miño, que trabajaba en la Unidad de Policía de Prevención Local (UPPL) de la La Tablada, estaba de franco y vestido de civil, cuando se retiraba junto a su esposa, también policía, y sus tres hijos de la casa de una pareja amiga.

Como llovía, el hombre fue solo hasta su Volkswagen Gol y regresó a buscar a la puerta de la vivienda a su mujer, de 35 años, y a sus hijos de 3, 6 y 10, para retornar a su domicilio en Gregorio de Laferrere.

En ese momento el efectivo fue abordado por tres delincuentes que bajaron de un Chevrolet Agile. Miño se identificó como policía, intentó resistirse al robo, forcejeó con los ladrones y le dispararon diez veces, tres de las balas lo hirieron de muerte.

Fuentes judiciales informaron a la agencia Télam que Cejas pidió la máxima pena para Dutra como coautor de los delitos de “homicidio triplemente agravado por la intervención de un menor de 18 años, por el uso de arma de fuego y por ser criminis causa”.

Entre otros elementos, la Fiscalía basó su acusación en los registros fílmicos de distintas cámaras de seguridad que lo ubicaron en la escena del crimen, mientras que la defensa, por su parte, le solicitó al TOC 1 la absolución y, subsidiariamente, que sea encuadrado como una “participación secundaria”.

Los jueces Alfredo Drocchi, Andrea Giselle Schiebeler y Matías Rouco pasaron a un cuarto intermedio para el próximo martes a las 17, cuando darían a conocer el veredicto.

De acuerdo con la investigación, los delincuentes que asesinaron a Miño descendieron de un Chevrolet Agile de color negro, que presuntamente era conducido por Dutra, razón por la cual está involucrado en esta causa.

Al momento del ataque, el policía hizo un ademán con la mano en su cintura y uno de los agresores se aproximó apuntándolo con su arma y, tras un breve forcejeo, le efectuó una patada tirándolo al piso. Según declaró este mismo jueves la esposa de la víctima, la lucha cuerpo a cuerpo se desencadenó cuando, al parecer, el asaltante descubrió que su esposo era policía o tenía un arma.

En esas circunstancias, el delincuente tomó la pistola Bersa Thunder Pro calibre 9 milímetros que el efectivo de seguridad llevaba encima y le efectuó varios disparos.

Inmediatamente después, los asaltantes huyeron en el mismo vehículo en el que habían llegado y Miño fue trasladado por personal del Grupo de Apoyo Departamental (GAD) La Matanza al Hospital Balestrini, de Ciudad Evita, adonde llegó muerto como consecuencia de las heridas de bala sufridas.

En tanto, tres adolescentes, entre ellos el presunto autor material del crimen, fueron detenidos nueve días más tarde, pero posteriormente se fugaron.

Por su parte, Dutra fue apresado en la noche del 15 de marzo del año pasado en el barrio porteño de Mataderos, por personal de la Policía Federal Argentina (PFA) y cuando circulaba en el mismo auto presuntamente usado para transportar a los asesinos de Miño. En su interior se halló un revólver .38 Special Taurus con cuatro cartuchos del mismo calibre en su cargador.

Los investigadores lograron identificar el vehículo a través de las cámaras de seguridad, una de las cuales grabó el momento en el que descendieron del mismo los tres delincuentes y, luego del ataque, volvieron a subir al rodado.

La Policía hizo un relevamiento de las imágenes y determinó que cruzaron a la Ciudad de Buenos Aires, por lo que el Anillo Digital tomó la patente del Chevrolet que estaba a nombre de la madre de Dutra y él estaba autorizado a manejarlo.

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