La semana que viene comenzará el juicio a la policía acusada de robarle y asesinar a un matrimonio para pagar un viaje a Disney

Sonia Rebeca Soloaga, quien cumple prisión preventiva, será juzgada ante el Tribunal Oral en lo Criminal como presunta autora del doble asesinato

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Alberto Antonio Chirico y María Delia Speranza, el matrimonio asesinado
Alberto Antonio Chirico y María Delia Speranza, el matrimonio asesinado

Un tribunal comenzará el próximo miércoles a juzgar a la mujer policía que está detenida acusada de haber torturado y asesinado a balazos en 2019 a un matrimonio del barrio porteño de Parque Avellaneda para robarle entre 70.000 y 80.000 dólares con los que planeaba pagar un viaje a Disney para su hija.

Sonia Rebeca Soloaga, quien cumple prisión preventiva, será juzgada ante el Tribunal Oral en lo Criminal 7 de la Capital Federal como presunta autora del doble asesinato de Alberto Antonio Chirico de 71 años y su esposa María Delia Speranza de 63, cometido el 11 de junio de 2019 en su casa de la calle Eugenio Garzón 3581.

El TOC 7, integrado por los jueces Gabriel Vega, Gustavo Rofrano y Alejandro Noceti Achaval, fijó el inicio del debate para el miércoles y dispuso otras dos audiencias para los días 19 y 21 de este mes. Lo más probable es que, debido a la pandemia, las audiencias sean de manera virtual, vía alguna plataforma electrónica.

La acusación estará en manos del fiscal de juicio Oscar Ciruzzi y la causa tiene como segundo imputado al por entonces novio de Soloaga, el también policía porteño Diego Alberto Pachilla, quien está excarcelado y se le imputa la figura de “encubrimiento doblemente agravado”.

Ambos acusados eran pareja al momento del hecho y trabajaban en la comisaría 9C de la Policía de la Ciudad, fuerza de la que fueron separados al ser imputados en el expediente.

Soloaga será juzgada por “robo agravado por haber sido cometido con un arma de fuego en concurso real con homicidio criminis causa, reiterado en dos oportunidades, mediante arma de fuego y alevosía, y falsa denuncia”, delitos que prevén la pena de prisión perpetua.

En su elevación a juicio, la fiscal que investigó el caso, Estela Andrades, dio por probado que el hecho ocurrió el 11 de junio de 2019, entre las 12 y las 14.30, ocasión en la Soloaga entró a la casa de la calle Garzón “aprovechando la relación que había logrado forjar” con el matrimonio.

Es que ese domicilio era cercano a la parada donde, por meses, la policía prestó sus servicios de calle, y Chirico le permitía el uso del baño y le solía servir café y comidas.

Andrades sostuvo que Soloaga “pergeñó un plan para así ingresar a la vivienda y apoderarse de dinero en efectivo -entre 70.000 y 80.000 dólares-, perteneciente a los nombrados Speranza y Chirico, ejerciendo violencia sobre aquellos y mediante la utilización de un arma de fuego, luego de lo cual dio muerte a los nombrados con alevosía, y a fin de asegurar su impunidad”.

La fiscal afirmó que las víctimas fueron golpeadas fuertemente en la cabeza a culatazos, lo que le permitió obtener el dinero, escondido en diferentes sectores de la casa.

Según la fiscal, el matrimonio fue ejecutado por Soloaga de un disparo en la cabeza cada uno, “aplicado desde atrás mientras se hallaban indefensos boca abajo”, para lo cual utilizó como silenciador un almohadón de color bordó.

La clave para vincular a Soloaga con el doble crimen estuvo en una denuncia que la propia imputada formuló ese 11 de junio por la tarde en la comisaría 7A
La clave para vincular a Soloaga con el doble crimen estuvo en una denuncia que la propia imputada formuló ese 11 de junio por la tarde en la comisaría 7A

La clave para vincular a Soloaga con el doble crimen estuvo en una denuncia que la propia imputada formuló ese 11 de junio por la tarde en la comisaría 7A, donde aseguró que la habían asaltado y le robaron 300.000 pesos en efectivo y su arma reglamentaria cundo circulaba con su auto por Flores, camino a hacer un depósito para pagar el viaje del cumpleaños de 15 de su hija.

Su relación y cercanía con el matrimonio asesinado llamó la atención de los investigadores. También la denuncia y que disparó dos tiros, la misma cantidad de vainas 9 milímetros recolectadas de la escena de crimen.

Además, cuando inspeccionaron su vehículo, la policía encontró 70.850 pesos guardados en la campera del uniforme de Soloaga y, según Andrades, fue una falsa denuncia “con el propósito de cubrir su accionar, y en particular deshacerse de la pistola que fuera utilizada en la comisión del crimen”.

Pero la propia Soloaga, al ampliar su declaración indagatoria, confesó que lo del asalto era una mentira y dijo que en realidad el arma y los 300.000 pesos los había perdido cuando fue al baño de una estación de servicio, lo que para la fiscal es “poco creíble”.

Según Andrades, el posible móvil del doble crimen fue la deuda que Soloaga tenía que saldar para poder pagar el viaje a Disney por el cumpleaños de 15 que su hija adolescente iba a hacer el 14 de julio de ese año.

La empresa “Fun Time” informó que a la fecha de los hechos, Soloaga debía la suma de 6.021 dólares (276.000 pesos al cambio de esa fecha).

La fiscal Andrades sostuvo que “no resulta para nada creíble” que haya podido ahorrar ese dinero con sus horas adicionales “ya que se ha acreditado que en dos años le fue abonado en tal concepto 109.728, es decir, menos de la mitad del total adeudado”.

En cuanto a Pachilla, la fiscal sostuvo que “enterado del robo a mano armada y posterior asesinato de las víctimas, se decidió a ayudar a la implicada para evitar que fuera descubierta”. Por eso lo mandó a juicio por “encubrimiento agravado”.

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