La bala le entró por la axila y quedó alojada en la ingle. Segundos después, la camioneta Peugeot Partner recibió otro tiro en la luneta y su amigo "Cirilo", que estaba en el asiento trasero, resultó herido en un hombro. A pesar de eso, aceleró para escapar de los agresores, manejó por varias cuadras a una velocidad prudente y custodiado por un móvil de la policía. En esas condiciones llegó Jonatan Sagardoy (32) al hospital Eva Perón de Villa Ballester, donde dos días después murió.
Parte del trayecto quedó registrado por las cámaras de seguridad del municipio de San Martín. En el video, al que accedió Infobae, se ve cómo el hombre a pesar de ser herido de muerte, tuvo la fortaleza necesaria para circular por casi 20 cuadras hasta llegar al sanatorio. En el medio, llamaron al 911 y así lograron que un policía lo siguiera para que le abriera camino en caso de ser necesario. Las imágenes reflejan en un momento el vidrio trasero completamente roto.
Apenas ingresó a la sala de urgencias, Jonatan se desplomó. Nunca más despertaría. "Cirilo", por su parte, fue atendido y ya está fuera de peligro. Su testimonio es clave para seguir con los avances en la investigación.
El trayecto de Sagardoy hasta el hospital no fue lo único que registraron las cámaras de seguridad. En otra secuencia se logró también observar al grupo de asesinos que emboscó a Jonatan. Se ven los tres vehículos y la moto que finalmente interceptarían a la víctima para atacarlo. Según dijeron fuentes judiciales a este medio y de acuerdo con el aporte de la familia del hombre de 32 años, todo se trató de un error. Al parecer, los agresores confundieron a Sagardoy con un supuesto ladrón que había asaltado la casa de un integrante del grupo y lo balearon.
Por el hecho detuvieron a dos sospechosos. El primero fue capturado el domingo pasado e identificado como Guillermo Nicolás Gómez (26), quien quedó aprehendido, acusado de "homicidio agravado por el uso de arma de fuego". El hombre admitió haber estado armado pero negó que haya sido la persona que disparó. Gómez iba a bordo de uno de los autos pero en calidad de acompañante.
Anoche, luego de la recopilación de varios testimonios, el fiscal de la causa, Fabricio Iovine, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 1 de San Martín, ordenó la detención de un segundo sospechoso. Se trata de Leandro Javier Morales, alias "Búfalo", un empleado municipal que trabajaba como monitorista (visualizador) del COM desde hacía cuatro meses y no tenía antecedentes penales.
Según fuentes municipales, tiene 29 años, se recibió de bachiller en colegio privado y de chef en el instituto de la UTHGRA. En el lugar de trabajo, están sorprendidos con la detención, ya que era un compañero que jamás mostró problemas de conducta. Asimismo, aclararon que ningún monitorista tiene acceso a los archivos y que solo visualiza. En caso de ver algo sospechoso, debe llamar a su superior. Las imágenes se guardan por 30 días.
Seguí leyendo