Detuvieron a Renzo Ranieri, el cómplice del ladrón asesinado por el abogado en Olivos

Renzo Germán Ranieri tardó dos días en ser descubierto. Fue en una vivienda de Villa Maipú, San Martín, en donde se resguardaba agazapado con la esperanza de que la Policía Bonaerense no derribe su puerta para detenerlo. 48 horas antes, en Olivos, había sido partícipe de un intento de robo y secuestro que terminó con la vida de su cómplice, Marcelo “Piquito” Arcuaz, asesinado por un abogado de 46 años que se resistió y logró salir ileso.

Ranieri y Arduaz se toparon con el letrado luego de protagonizar un raid delictivo, en el cual interceptaron en una estación de servicio a un hombre que conducía un Volkswagen Golf. Lo redujeron, lo metieron en el auto y lo obligaron a conducir algunas cuadras. Luego fue liberado. Se quedaron con su auto, un bolso con ropa deportiva, dinero, tarjetas de crédito, la billetera y el teléfono celular.

Luego de la muerte de Arduaz, la policía científica analizó cada objeto encontrado. En el celular apareció una huella, la cual fue analizada en el AFIS (sistema automatizado de identificación dactilar). Allí saltó el nombre de Ranieri, dueño de un extenso prontuario, relacionado con varias viviendas, en las cuales se realizó un preciso trabajo de inteligencia para dar con él.

Según la reconstrucción de los hechos, cuando el abogado le disparó a Arduaz logró resguardarse detrás del Toyota Etios con el que lo interceptaron los ladrones. Ranieri comenzó a disparar y el letrado devolvió el ataque, lo que provocó la huída del delincuente.

En septiembre de 2004, el Tribunal Oral en lo Criminal N° 20 condenó a Ranieri (junto a Gerardo René Fernández) a cadena perpetua por matar al sargento primero Andrés Pascual Tamburella y por herir, en el mismo hecho, al suboficial retirado Pedro Mario Nocera y al agente Raúl Alejandro Alvarez.

El hecho juzgado ocurrió el 16 de noviembre de 2000, cuando Ranieri, Fernández, y otros cuatro cómplices que no pudieron ser atrapados, irrumpieron en la confitería Selquet, ubicada en avenida Figueroa Alcorta y La Pampa. Llegaron al lugar a bordo de una camioneta 4×4, robada el día previo al ataque en el conurbano bonaerense.

Ranieri, de 38 años, volvió a ser noticia en marzo de 2015, cuando reclamó una indemnización de casi $60.000 por considerase despedido dentro del penal en el que trabajaba. El motivo del pedido se dio a partir del cambio de cárcel, ya que fue trasladado a Ezeiza (estaba en Devoto), y de horario, lo que lo obligaba a levantase más temprano para realizar su tarea dentro de uno de los talleres de panadería del complejo penitenciario.

El defensor oficial Sebastián Tedeschi, en su momento, entregó una nota dirigida al Ente de Cooperación Técnica y Financiera (Encope) del Servicio Penitenciario Federal, el defensor oficial Sebastián Tedeschi reclamó 58.765,26 pesos por el despido de Ranieri “sin justa causa” el 13 de noviembre de 2013, “dando por terminada una relación que comenzara el 11 de junio de 2001”. El preso se desempeñaba “como trabajador en relación de dependencia”.

En esta nueva detención de Ranieri, la Jefatura Distrital Vicente López hizo tomó la precaución de cercar el área. El delincuente intentó darse a la fuga por el fondo de la vivienda, lugar en el cual fue aprehendido.

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