Habla el juez que condenó a la tuitera por calumnias: "Si hay ejércitos de trolls es porque las redes sociales facilitan su existencia"

En diálogo con Infobae, Ángel Gabriel Nardiello advierte sobre los riesgos de las identidades falsas y la responsabilidad de las redes sociales y los buscadores

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Juez nacional del Tribunal Oral Criminal y Correccional 22 de CABA, Ángel Gabriel Nardiello

El juez Ángel Gabriel Nardiello quedó en los últimos días en el centro de la escena mediática después de firmar un fallo sin precedentes en el país, que condenó a una tuitera a 150 horas de acción comunitaria por publicar, desde una cuenta falsa, acusaciones contra un empresario por un delito que no cometió.

La publicación del caso en Infobae el último sábado reabrió el debate sobre el rol que juegan las redes sociales y los buscadores, y la responsabilidad que éstos tienen respecto de la información falsa que circula en internet y lo que ahora los teóricos llaman "post verdad", el nivel de odio que se difunde a través de cuentas apócrifas y los ejércitos de "trolls".

El magistrado del Tribunal Oral Criminal y Correccional Nº 22 condenó a la abogada Mónica Lang a trabajos comunitarios a cambio de sobreseerla por el delito de calumnias e injurias contra el empresario Marcelo Frydlewski a través del usuario falso de Twitter @EVAargentina20.

El empresario Marcelo Frydlewski y su esposa, la abogada Ana Rosenfeld

En diálogo con este medio, Nardiello reflexionó sobre las dificultades que existen para controlar los atentados contra el honor de las personas mientras no se establezcan normas para que estas empresas verifiquen la identidad de sus usuarios. "Con la información falsa, las redes sociales y los buscadores propician un estado anárquico, y eso genera un control social", define el juez nacional.

—¿Con qué se encontró cuando le llegó la denuncia por este caso?

—El Código Penal en su parte especial protege bienes jurídicos: empieza con el más importante, que es el homicidio, y va hasta los delitos económicos (por ejemplo, cheques sin fondo). El bien jurídico protegido en este delito, la calumnia, es el honor de la persona. Frydlewski encontró mancillado su honor ante la imputación falsa de un delito y accionó judicialmente contra quien le dañó su honor.

—¿Cuál fue la finalidad de su sentencia?

—En caso de haber una condena, siempre se trata de restablecer las cosas al estado anterior; es decir, que su dignidad y honor no estén mancillados. Y las redes sociales facilitan todas las herramientas para que desde el anonimato se mancille el honor de las personas.

“¿Cómo puede ser que desde las redes puedo suprimir una identidad sin ningún tipo de responsabilidad de la red social?“

Nardiello sobreseyó a Lang a cambio de que preste horas comunitarias. Y aclara que se limitó a tratar el caso de la imputada. "La querella hizo su investigación, trajo las pruebas, investigó el origen del usuario falso y yo valoré las pruebas, escuché a las partes y dicté sentencia", explica el magistrado.

—Sin embargo, la cuestión actual parece ir más allá de la persona que comete el delito, que genera un perfil falso y difama. ¿Qué rol cumplen las redes sociales y qué responsabilidad les cabe?

—No me pude expedir porque no voy más allá de lo que la parte me pide. Pero tiene que haber una responsabilidad de las redes sociales. Hoy en sus distintas facetas, Twitter, Instagram o Facebook ocupan un rol fundamental en la sociedad. Te ayudan a encontrar a una persona desaparecida, a realizar una tarea solidaria o encontrarle un trabajo a alguien de forma urgente, pero también son el canal para que las personas imputen delitos a otras sin control. Las redes sociales tendrían que tener un sistema de verificación para saber si los datos del usuario son ciertos. Esta acusación no hubiera existido si (Lang) hubiera tenido un usuario real.

—¿Y los buscadores que multiplican esos resultados también son responsables?

—Sí. Tendrían que chequear si esa información es falsa o correcta. Hoy alguien puede perder un trabajo o tener un problema grave por información falsa que vuelcan los buscadores. Se esconden tras el anonimato para injuriar a una persona pero en el buscador aparece. Google, como cualquier otro buscador, tendría que ser responsable también por los resultados que publica.

Nardiello considera que se trata de un problema global, "transnacional", pero que todavía no está considerado en el país con la debida magnitud. "En Argentina la supresión de la identidad es un delito grave. Si cuidamos tanto la identidad de la persona, que tenga nombre y DNI, ¿cómo puede ser que desde las redes puedo suprimir una identidad sin ningún tipo de responsabilidad de la red social?", se pregunta el juez.

—¿Considera que se produce el anonimato para cometer distintos delitos?

—¿Y si yo escribo en un usuario x y lo hago para recoger imágenes de pornografía infantil? ¿O para trata de personas? ¿Cómo no se puede tener el recuento real de qué persona usa la red social? Hay que restringir ese anonimato.

“Vas a buscar trabajo y te googlean y surge una acusación falsa de que sos abusador. ¿Te van a dar el empleo?”

—Lo mismo sucede para formar una opinión a través de hechos que no ocurrieron. Lo que ahora llaman "post verdad".

—Las redes sociales son formadoras de opinión. Lo que antes realizaban los medios quedó desplazado por la red social, porque hoy es más masiva la red que el medio. Vas en el colectivo chequeando Twitter. Y forman opinión. Esa formación puede ser por distintos motivos, originarte una marcha o hundir a un político en 6 segundos. ¿Cómo no va a haber responsabilidad en la red social si el que forma la opinión no sabés quién es?

—¿Usted sugiere que cada red social debería habilitar solo a un usuario real?

—Si tras cada persona que escribiera en Twitter existiera nombre, DNI y domicilio, bajaría el nivel de agresión, porque no existiría el anonimato. El anonimato da un nivel de agresión por no compartir la idea, simplemente por eso, que por velocidad va más allá de lo que puede ir un medio. Y detrás de eso hay sujetos. El formador de opinión es un controlador social, o sea que estás afectando el control social.

—De eso parecieran nutrirse los ejércitos de trolls y los "haters". 

—Son formadores de opinión muchas veces falsa que se esconden tras el anonimato para calumniar y perjudicar a otros por sus intereses. Es responsabilidad de la red. Es porque la red facilita todas las herramientas. Si no existiera el anonimato, no podría existir más de una cuenta por persona. Y así sería muy cuidadoso con los términos y el contenido. Si hay ejércitos de trolls es porque las redes sociales facilitan su existencia.

—¿Qué complicaciones vislumbra a futuro si no hay cambios al respecto?

—Los riesgos son que se fomenten comisiones de delitos mediante ese control social, transformando lo que es anormal como normal. Por ejemplo: la imputación de un delito de una persona es otro delito. Si terminaste una muy mala relación y tu ex pareja te acusa de abusador con tus hijos o vos la acusás de ejercer violencia física, ¿cómo hacés para sacar de los buscadores que uno es abusador y la otra violenta?

—Pasa todo el tiempo. 

—Y la red social que transmitió no tiene responsabilidad y el buscador tampoco. Entonces se produce un estado anárquico en cuanto a la información. Y eso genera caos en el control social. Vas a buscar trabajo y te googlean y surge que sos abusador. ¿Te van a dar el empleo? Perdés capacidad hasta de relacionarte con otras personas por la irresponsabilidad del buscador y la red social.

—¿Cuáles son las consecuencias de este "estado anárquico"?

—La consecuencia mayor es que nos estamos acostumbrando a vivir en ese caos: cualquiera te imputa, te putea, y lo dejamos pasar. Y creo que determinados organismos (estatales o no) tendrían que tomar la iniciativa de presentar un proyecto serio para plantear responsabilidad de redes y buscadores por anonimato y resultados.

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