La dolorosa carta del padre del autor del quíntuple crimen de Santa Fe: "No era mi hijo, porque estaba encerrado por el demonio"

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Luis Solís, el padre del policía que cometió el quíntuple asesinato que enlutó a Santa Fe, escribió una sentida carta en la que pidió disculpas y no escatimó críticas a su hijo.

"El perdón no alcanza, tampoco el arrepentimiento. El daño irreversible ya está hecho. Solo pido resignación y valor para afrontar la vida y pido a Dios por esas familias sufrientes, que sepan por favor, yo no quise esa locura, pero no sé por qué sucedió, escribió en la carta que reprodujo Diario Uno.

Sobre Facundo Solís, sostuvo: "En ese acto no era mi hijo, era un monstruo". E insistió: "Mi hijo, que en ese acto no lo era porque estaba encerrado por el mismo demonio, seguramente no va a salir de la cárcel nunca más".

"La condena social viene sola para mí, es mi descendiente directo, la Cruz está en mi espalda, no la puedo aguantar", agregó.

El quíntuple crimen ocurrió el viernes pasado, después del mediodía, cuando Solías fue al domicilio de su ex pareja Mariela Noguera y con su arma reglamentaria la asesinó en la vereda. Luego, ingresó a la vivienda y mató a una hija de 20 años de su ex mujer, y al novio de ésta, y tras

cometer esos crímenes se dirigió a la casa de al lado en la que vivía la madre de su expareja y la mató. Finalmente, el hombre asesinó a su ex cuñada, quien se encontraba en el lugar.

A continuación, la carta completa:

Cuánto dolor, cuánta impotencia, cuánta incomprensión, cuánta crueldad para truncar vidas inocentes, para terminar con tantos proyectos, tantos sueños. Por un lado, vidas inocentes asesinadas; por el otro, simplemente mi hijo, que en ese acto no era mi hijo, era un monstruo. La condena social viene sola para mí, es mi descendiente directo, la Cruz está en mi espalda, no la puedo aguantar. Mi corazón sangra, mi alma está perdida buscando una salida. El dolor es muy intenso para esas familias destruidas y le pido a Dios que les dé resignación. Mi hijo, que en ese acto no lo era porque estaba encerrado por el mismo demonio, seguramente no va a salir de la cárcel nunca más, pero la herencia que dejó es inmensamente superior, casi que mortal para los que tienen el triste privilegio de ser beneficiarios de ese cargo.

Trato de no ser cobarde pero la vergüenza, el honor, la moral son principios muy arraigados en mí y me nublan los pensamientos. No sé cómo seguir.

El perdón no alcanza, tampoco el arrepentimiento. El daño irreversible ya está hecho. Solo pido resignación y valor para afrontar la vida y pido a Dios por esas familias sufrientes, que sepan por favor, yo no quise esa locura, pero no sé por qué sucedió. Qué decir en este momento… simplemente justicia y NUNCA MÁS.

MARIELA, nuera y amiga, terminamos juntos el Bachiller. AYLÉN, bella de alma angelical. Cuqui, Sonia, fueron buenas personas. No se entiende lo que pasó. Descansen en Paz.

Seguramente hoy ya son ángeles y están al lado de Dios abriendo sus alas para proteger a los suyos. MARIELA tenés una hija con vos pero aquí quedaron dos. Cuidalos y protegelos desde donde estés. ¡¡Pequeña gran mujer!! ¡¡Un beso al cielo familia Noguera, por siempre en mi CORAZÓN!!.

Hago extensivo este escrito a los papás y familiares del joven fallecido. ¿Qué DECIR? Yo hubiera preferido estar en ese lugar a tener que soportar este dolor en vida. Quisiera ofrecer mi vida para mitigar tanto sufrimiento pero sé que no sirve de nada. Solo espero que se haga Justicia, y Dios proteja a los que quedamos.

Al papá de Aylén ¿qué decirle? Solamente que sepa que su hija era un ángel y que yo también me fui con ella esa tarde.

Luis Solís