Separaron a 10 policías de Catamarca acusados por violencia de género

El jefe de la fuerza de esa provincia anunció el pase a disponibilidad. Están imputados por lesiones, privación de la libertad y otros delitos, en general, contra sus novias o esposas

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Orlando Quevedo, jefe de la Policía de Catamarca
Orlando Quevedo, jefe de la Policía de Catamarca

En agosto de 2016 una joven de 23 años fue hasta la comisaría. En un hecho paradójico denunció a su pareja, que integraba la propia fuerza de seguridad. El policía Rubén Pérez quedó acusado por violencia de género. Había golpeado tanto a su novia que mandó al hospital, donde quedó internada. Pero aquella vez no lo denunció. Cuando recibió el alta, su novio la encerró en su casa y la amenazó. Ahí sí, la chica lo denunció y un fiscal acusó al hombre de "privación ilegítima de la libertad" y "amenazas".

Como consecuencia de ese episodio y otros similares, el jefe de la Policía de Catamarca anunció este jueves que diez agentes de la fuerza fueron pasados a disponibilidad por estar acusados de haber cometido delitos vinculados a violencia de género.

Los agentes sancionados son de la capital provincial, San Fernando del Valle de Catamarca, y de localidades del interior como Recreo, Pomán y Andalgalá. Todos ellos habían sido denunciados por hechos de violencia de género y ahora se los apartó de la fuerza, se les retuvo el arma reglamentaria y quedaron a disposición del Departamento de Personal, "suspendidos en sus funciones". Hay acusaciones de todo tipo: privación ilegítima de la libertad, amenazas, lesiones leves, lesiones graves, amenazas con armas de fuego, abuso sexual gravemente ultrajante y daños y desobediencia judicial en concurso real.

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El Jefe General de Policía, Orlando Quevedo, remarcó que dispusieron "el pase a disponibilidad hasta tanto se resuelva la cuestión de fondo" de los denunciados y se refirió a este tipo de violencia como "uno de los males sociales".

"Algunos delitos pegan fuerte en la sociedad como el narcotráfico y la violencia de género, por los que se pone una sanción especial interna al personal, y por ello lo tomamos como un compromiso dentro del proyecto de trabajo", agregó Quevedo.

El jefe policial también aclaró que los policías separados de la fuerza sufrieron la quita de algunos ítems del salario como los de "responsabilidad, riesgo profesional" y la posibilidad de realizar servicios adicionales. "El sueldo les quedó pelado", comentó Quevedo.

Respecto de las denuncias por violencia de género, Quevedo contó que el factor predominante fueron los problemas de pareja y familiares. Otro caso involucra a un policía de 22 años, cuyo nombre no trascendió, de la localidad de Pomán, quien terminó imputado por cinco hechos relacionados con violencia de género contra su ex pareja, con acusaciones por dos hechos de "lesiones leves calificadas por femicidio", "amenazas con armas", "abuso sexual gravemente ultrajante" y "daño y desobediencia judicial en concurso real". El policía fue denunciado por su ex pareja en diciembre pasado. La Justicia le fijó restricciones pero el joven agente no las cumplió. Ahora perdió su status de policía.