Torturó y hasta quiso matar a su hermano para sacarlo del negocio familiar

El acusado se quedó con todo y ahora va a juicio por tentativa de homicidio

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Gabriel C. tiene 45 años, tres hijos y es divorciado. A pesar de provenir de una familia con un buen pasar económico, hoy sobrevive de changas, limpiando frigoríficos, haciendo de cadete, dando clases en gimnasios o manejando un remis. Hace lo que puede y depende muchas veces de la buena voluntad de sus amigos.

La historia de Gabriel y su "caída en desgracia" tiene detrás una trama de maltrato y violencia familiar extrema por parte de Sergio, su hermano mayor. El karma comenzó hacia el año 2009 luego de que el hombre decidiera invertir parte de su dinero en la compra de ocho departamentos. Después de hacer la operación, el hermano lo convenció de que las propiedades las pusiera a nombre de su cuñada con la excusa de que si no lo hacía, iba a perjudicar a la empresa familiar.

El local de la empresa familiar
El local de la empresa familiar

Gabriel accedió y le dio las viviendas a la hermana de la esposa de Sergio C. El hombre notó que algo no estaba bien y empezó a reclamarle que le devolviera los departamentos. Incluso le inició una demanda por estafa que recién se resolvió hace poco más de un mes. Esta situación fue el detonante del enojo del mayor de los hermanos y ocasionó una serie de hostigamientos y maltratos que se extendieron durante años.

"Tenía un poderío económico y psicológico sobre él. A pesar de que sabía que era una persona violenta, él confiaba en su hermano. Es la típica patología de aquel que es sometido ante un violento. Es la misma situación de violencia de género pero estamos ante un caso de hombres", dijo a Infobae la abogada Deborah Huczek, representante de Gabriel.

Sin conformarse con los departamentos y luego del reclamo de su hermano, Sergio comenzó casi un plan sistemático para sacarlo del negocio familiar a través de mentiras, falsas denuncias y de violencia física y psicológica. Fueron varias las maniobras para obligarlo a que renuncie a su participación en la empresa y así quedarse con todo.

Los hermanos son dueños de una reconocida fábrica que se encarga de la elaboración de trofeos y medallas. Cuentan con varios clientes de gran importancia y en líneas generales les va muy bien.

"En una oportunidad, adujo ante la Justicia que tenía una incapacidad producto del consumo de drogas. En el juicio se demostró que esto no es así. Después quiso demostrar incapacidad mental y también se demostró que nada de eso había sucedido. Como no le fue suficiente y Gabriel quería hacerse cargo de la empresa -ellos tienen un local en la calle Montevideo en la Ciudad y una fabrica en Mataderos- llegó a amenazarlo con un arma", contó la abogada a este medio.

“Su hermano lo comenzó amenazar de muerte. En una oportunidad le rompió las costillas para sacarlo de la empresa”

El caso le llegó a la letrada a través del Propaque (Programa de Patrocinio de Querellas), como un tema de lesiones leves, pero al investigar y hablar con Gabriel se enteró que en una de las agresiones fue salvado por los vecinos. De hecho, hoy cuenta con un botón antipánico, para estar preparado por si se vuelve a acercar el hermano.

"Lo comenzó a amenazar de muerte. En una oportunidad le rompió las costillas para sacarlo de la empresa. Por todo esto tuvo que ponerse a trabajar de remisero. Fue tal la presión que optó por preservar su vida antes de la posición económica o lo patrimonial y renunció a todo", agregó la letrada.

Sergio se presentó en una mañana de febrero de 2013, a plena luz del día, y golpeó salvajemente a Gabriel, hasta dejarlo inconsciente, tirado en el piso, debiendo ser trasladado al hospital Santojanni. La víctima es un hombre de contextura delgada, mientras que el victimario es corpulento y tiene mucha fuerza.

Gabriel tuvo que buscar ayuda en la Justicia, y gracias a ello obtuvo una orden de restricción de acercamiento en contra de su hermano. "Otras veces cuando mi cliente ingresaba al domicilio, su hermano se aparecía a cualquier hora de la noche y de vuelta la misma mecánica. Le pegaba. Lo derrumbaba y de otra vez el estrangulamiento. Si no es por un vecino que impidió esto, Gabriel no estaría vivo", señaló la abogada.

El hombre tuvo que hacer la denuncia ante la oficina de Violencia Doméstica de la Corte Suprema tal como lo hacen las mujeres que son víctimas de violencia de género

Pero la historia no terminó allí. Intentó matarlo en otras dos oportunidades. El hombre tuvo que hacer la denuncia ante la oficina de Violencia Doméstica de la Corte Suprema tal como lo hacen las mujeres que son víctimas de violencia de género.

Además de no dejarlo que se acerque, le prohibieron mandarle mails y llamarlo por teléfono, pues cada uno de ellos era una amenaza. A pesar de esas medidas volvió a acercarse con un intento de homicidio. En el medio y para desprenderlo a Gabriel de todo ingreso económico, falsificó notas de crédito que presentaban antes las empresas que les compraban y fraguó la firma. "La estafa consistía en que quedaba como si Gabriel firmara que no quería percibir dinero y todo lo depositado estuviera a nombre de su hermano", explicó.

Gabriel vive atemorizado, sin dinero en sus bolsillos y sin sueños de recuperar su libertad, porque su hermano lo acosa y lo atormenta. Ahora está a la espera de que la Justicia resuelva condenar a su hermano.

Gabriel está en "altísimo riesgo"

El agresor quiso terminar con la causa a través de una suspensión de juicio a prueba, pero la abogada Huczek, junto al hermano, como querellantes, demostraron que se trata de delitos graves y tentativa de homicidio.

"Vamos a ir a juicio oral en septiembre. Él había pedido una suspensión de juicio a prueba, que es como que le dan un perdón por un año si se porta bien. Nos oponemos en virtud de que la oficina de Violencia Doméstica dijo que la situación de Gabriel era de altísimo riesgo. Su hermano lo quiso declarar loco. No lo logró y como no lo logró, lo amenazó con armas, le rompió costillas, casi lo mata en otras dos. Los jueces dijeron que había una situación muy grave de violencia familiar que debía ser resuelta en un juicio oral. Es lo que va a pasar el 13 de septiembre en el Tribunal Oral 18 de la Capital", dijo la abogada.

Por el momento, Sergio sigue bajo el control de todo. Puso a su esposa y a la cuñada a manejarlo todo. Gabriel no puede ni acercarse y no sabe ni cuánto factura la empresa. Actualmente tienen un juicio por la disolución de la sociedad y espera que la Justicia le dé la razón.

Una luz al final del túnel 

En cuanto a la denuncia por estafa por el caso de los departamentos, la abogada confirmó que los recuperó hace muy poco. En la causa denunció al hermano, a su cuñada (esposa de Sergio) y a la hermana de esta.

Esta última reconoció que los departamentos no le pertenecían y que eran de Gabriel, que sólo había intervenido por pedido de Sergio. Ante ello, la mujer luego de tantos años hizo la cesión a favor de Gabriel.