Cómo fue el operativo de búsqueda que terminó con un final feliz: la aparición con vida de Maia

“La vamos a encontrar con vida en las próximas 24 horas”, le había prometido Sergio Berni, el ministro de Seguridad de la provincia de Buenos Aires, al gobernador Axel Kicillof. Fue ayer después de explicarle el mega operativo policial que iba a desplegar en la zona de General Rodríguez y Luján. Ese lugar fue marcado por el jefe de la Bonaerense, comisario general Daniel García, como la zona donde era más probable que se hallara, como finalmente ocurrió, Maia Beloso y su captor Carlos Alberto Savanz.

Kicillof y Berni monitorearon el operativo de búsqueda durante toda la noche. El ministro, antes de cortar cada una de las comunicaciones reforzaba la idea que la niña de siete años estaba con vida y que darían con ella. Apenas pasados unos minutos de las 7 de la mañana de hoy, el coronel médico llamó al mandatario provincial y le dijo: “La encontramos. Ya está. Está viva”.

Después de las felicitaciones y exclamaciones que demostraban la tensión de las últimas horas, el gobernador preguntó por su estado de salud. “Recién la encontramos. Estaba con hambre. Ya le dimos unas facturas y un té”, le comunicaron. Segundos después aclaró que aún no la había revisado un médico legista para corroborar si había sufrido algún tipo de abuso.

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Berni también le dijo al gobernador que estaba convencido que Savanz, su captor, no sabía que más de mil policías lo estaban buscando.

La confianza de la aparición con vida de Maia era tal que Berni dispuso hasta de una cama en el Centro de Operaciones Conjunto, montado en General Rodríguez en el predio de la Iglesia Nuestra Señora de Fátima, para que Maia descanse.

Antes que las cámaras de TV mostraran en vivo el despliegue de las tropas policiales por las calles de esa zona del Conurbano Bonaerense, Berni se reunió con Kicillof en La Plata. Allí le detalló que los vídeos del día lunes 15 mostraban a la niña y a su captor en un círculo trazado en el mapa que abarcaba un radio de no más de dos kilómetros, que con el correr de las horas se redujo a la mitad.

En base a esa cartografía, Daniel García, diseñó las “cuadrículas” que debían recorrer día y noche los efectivos, pero sobre todo desde las 5 de la mañana de hoy.

Berni lo argumentó ante Kicillof después de un perfil que los expertos realizaron del apropiador. Es un hombre que no tiene vivienda, que duerme en casas o lugares deshabitados, que se alimenta de lo que consigue mendigando, que utilizaba a la niña para mendigar, y que el frío de la noche y madrugada lo llevaría a que abandone el cobijo donde durmieron en cuanto despuntara el sol.

Por esa razón, Berni siguió argumentando que había que concentrar la búsqueda en los alrededores de la estación de ferrocarril. Los hechos demostraron que tenía razón.

En esa hipótesis de trabajo, para Berni era muy probable que el captor decidiera regresar a Parque Avellaneda, en la Ciudad de Buenos Aires, lugar de dónde se la había llevado engañada. Pero esto, claro está, es solo una hipótesis.

De todos modos, esta posibilidad había sido compartida con Daniel Santilli, el vicejefe de Gobierno Porteño y ministro de Seguridad. Por esa razón, la Policía de la Ciudad se mantenía alerta y atenta en los andenes de la línea Sarmiento, el trasporte público en el cual se manejó el captor.

Las cámaras de la Ciudad primero y de la Provincia después, lo mostraban subiendo en la estación Liniers y descendiendo en Castelar, y desde allí, se movilizó en su bicicleta.

Berni y Kicillof acordaron, después que Maia apareciera con vida, que sería la fiscalía la que comunique el estado de salud de la niña de 7 años, luego que finalicen los exámenes clínicos de rigor.

El ministro también le hizo saber al gobernador que el captor habló –de manera espontanea– con el jefe de policía, detallando los 3 días que pasó con Maia, pero esos dichos no tienen validez judicial.

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