Quedó varado en Australia, un país libre de COVID-19, y ahora vive del arte urbano: “Hay lugares donde no te exigen barbijo”

Su nombre artístico es Bosak y su identidad real es Alvaro Barrionuevo (26). Voló de vacaciones a Melbourne y la pandemia lo sorprendió, no pudo volver y descubrió un país lleno de oportunidades

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Su primer mural en Australia
Su primer mural en Australia

Las calles de Victoria, Byron Bay y Torquay ya no son las mismas: están teñidas por aerosoles de colores y tienen la firma de Boska, un artista callejero, un muralista, un argentino que quedó varado en Australia hace casi un año y logró sacarle jugo a la situación.

“Llegué el 27 de febrero del 2020 para visitar a unos amigos que viven en Byron Bay. Mi plan era recorrer, y después viajar hasta Alemania para hacer un proyecto que tenía encargado”, recuerda Alvaro Barrionuevo (26), tal como dice su pasaporte. Pero parece que el destino le tenía preparado otro curso, bastante más colorido.

Con la pandemia todos su planes se cayeron. Las restricciones de viaje por las fronteras cerradas lo dejaron varado, sin poder volver a su casa. Frente al panorama incierto a nivel mundial optó por hacer lo que mejor le sale: salir a grafittear. En este largo periodo, Alvaro aprovechó su tiempo en el extranjero para inspirarse, formar y crear. “Descubrí un país increíble con muchísimas oportunidades de trabajo en lo que hago, que son murales coloridos en aerosol”, explica.

“Al principio, como todos, no sabía bien que haría sin trabajo ni ahorros, pero por suerte puede aplicar para un visa Work & Holidays, que me permitió conseguir empleo en una granja en Victoria. El trabajo era duro, largo, pero lo positivo era que podía estar en contacto con la naturaleza”, recuerda.

Una vez concluido ese período, Alvaro quiso retomar su verdadera vocación, que es más urbana. Sin embargo, admite que “acá estoy rodeado de mucha naturaleza y eso es clave para desarrollar cada diseño, y proyecto”. Su trazo y diseños son singulares, los colores impactan a simple vista y llevan a la memoria la tonalidad de los atardeceres. La temática se repite: “la natura”, como dice él. “No hay nada que me inspire más que eso”, señala.

Por su visa de trabajo, Alvaro puede quedarse de manera legal hasta el 31 de marzo. donde decidirá qué hacer con su propio mural el blanco. “Veré si puedo extenderlo o si voy hacia otro destino. En Europa hay también se consume mucho este tipo de arte, podría ser una opción”, reconoce.

Desde hace más de una semana que el país no registra nuevos contagios internos de COVID-19, lo que permitió a la mayoría de los estados relajar las restricciones. Desde que comenzó la pandemia, Australia (un país-continente-isla de 25.600.000 millones de habitantes) ha registrado 22.000 casos de COVID-19 y 909 muertes.

"Hay lugares que ya no te exigen el uso de máscaras", relata Alvaro desde Melbourne
"Hay lugares que ya no te exigen el uso de máscaras", relata Alvaro desde Melbourne

-¿Cómo es vivir en un país donde casi no existe la pandemia?

-Es una locura, es un flash... Claro que los primeros meses nos impactó y nos privó de la vida normal, pero ahora es como si nada hubiera pasado, hay lugares que no necesitas ir con barbijo. Queda algo de señalética por el distanciamiento social, poca... Tampoco se ven dispensers de alcohol en gel. Se controla mucho los contagios, apenas hay un caso, lo detectan y de inmediato aíslan la zona. Pero cada Estado se rige con sus propias normas. En este casi año que estoy no conocí a nadie que se haya contagiado, en Argentina te enterás todos los días de nuevos enfermos. Estoy muy agradecido de estar viviendo acá, claro que preocupado por mis amigos y familia en la Argentina.

Alvaro tiene 26 años, se crió en San Isidro y estudió diseño industrial. Su vocación por el arte la descubrió en plena adolescencia. “Me cambiaron de colegio y los últimos cinco años los hice en la escuela Waldorf porque tiene una enseñanza más desestructurada, con una gran apuesta a la formación artística. En el último año nos encargaron un libro a mano, y ahí me conecté con lo que realmente me gustaba. Supe que tenía que seguir por ese camino”.

Viajó para visitar a amigos en Australia y quedó varado, ahora pinta murales por el país
Viajó para visitar a amigos en Australia y quedó varado, ahora pinta murales por el país

En Buenos Aires, Bosak hizo muchas intervenciones que todavía se pueden ver por las calles porteñas del barrio de San Telmo. Luego quiso salir al mundo. “Durante el año juntaba plata y me iba hacer proyectos, cursos y perfeccionamiento por Europa, donde siempre se valora más el arte”, reconoce.

-¿Por qué empezaste a pintar en la calle?

-Porque estaba en la calle. Vi una pared y me dieron ganas de dejar mi huella.

-¿Qué fue lo más loco que pintaste?

-Un mural de 20 metros de ancho por cuatro metros de altura en una cervecería en Torquay, tardé casi una semana y media. Fue mucho trabajo, pero quedé conforme con el resultado.

Aprendió a surfear. En la foto con sus amigos en  Torquay, estado de Victoria
Aprendió a surfear. En la foto con sus amigos en Torquay, estado de Victoria

-¿Cuál fue tu primer mural allá?

-El pájaro nacional de Australia, el famoso casarius. Entré de lleno con algo local. Una especie de homenaje a este país increíble.

-No elegiste vivir en Australia. ¿Qué es lo que más destacás de tu estadía?

-Los paisajes y la posibilidad de surfear siempre. La seguridad no es algo menos: te olvidas de todo, podés caminar a cualquier hora. Pintando en Buenos Aires siempre estaba atento a que no me robaran el celular o los materiales. Acá estoy muy relajado, eso ayuda a trabajar mejor.

-¿Se puede vivir de pintar murales en Australia?

-Claro, porque está todo muy regulado y se respeta mucho al artista sus procesos, diseños y trabajos. El metro cuadrado se paga unos 50 dólares, más los materiales aparte. Además, hay muchas opciones de salida para trabajar.

El mural representa un atardecer de Bells Beach, una playa local, muy famosa por la movida de surf que existe
El mural representa un atardecer de Bells Beach, una playa local, muy famosa por la movida de surf que existe

-¿Por qué hacer algo para que otro lo disfrute gratis, en la calle?

-Me da placer compartirlo. Además es increíble dejar algo propio en cada lugar, es como un sello...

-Te fuiste por dos semanas y ya pasó casi un año. ¿Qué extrañas de la Argentina?

-El desarraigo es lo peor. La gente, la familia, la juntada con amigos, esa calidez que no encontrás en otros destinos.

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