Trabaja en una terapia intensiva Covid, se contagió y fue la primera vacunada del país: “Estuve con tratamiento psicológico por los efectos post coronavirus”

La historia de Juliana Torquati, la enfermera del Hospital San Martín de La Plata que meses atrás le confesó a Infobae tener miedo de contagiarse, cosa que luego sucedió. Estuvo dos meses de licencia por las secuelas del “post covid... algo de lo que no se habla”. Volvió al trabajo y la eligieron para ser la primera en recibir la Sputnik V

Compartir
Compartir articulo
Juliana Torquati, enfermera del Hospital General San Martin La Plata en la sala Terapia intensiva de COVID. (Foto: Franco Fafasuli)
Juliana Torquati, enfermera del Hospital General San Martin La Plata en la sala Terapia intensiva de COVID. (Foto: Franco Fafasuli)

En septiembre de este año Infobae estuvo en la Unidad de Terapia Intensiva de Covid del Hospital San Martín de La Plata. La idea fue retratar durante 24 horas el trabajo sin pausa de los trabajadores de la salud en la batalla contra el coronavirus. El resultado fue esta crónica, en la que aparece como entrevistada la enfermera Juliana Torquati.

Su imagen -retratada por el fotografo Franco Fafasuli- se volvió icónica. Es la foto que inicia esta nota. Se la ve apenas, atrás de una máscara de snorkel que usaba -que usa- Juliana para entrar a las habitaciones de los pacientes con covid. Durante horas, nos mostró su trabajo, nos enseñó el procedimiento, y hasta nos permitió entrar con ella a ver a un enfermo. Luego, tuvimos la siguiente charla:

-¿Hace cuánto sos enfermera?

-Soy licenciada en enfermería y hago terapia intensiva desde hace casi diez años. Estoy en este hospital desde abril, cuando se empezó a necesitar personal y me convocaron desde el Ministerio. Además hago terapia intensiva en otro sanatorio privado.

-¿Cuántos días a la semana trabajás?

-Trabajo casi todos los días. Acá hago 6 horas diarias, y allá hago 8 horas diarias. Los días que hago trabajo doble duermo tres horas a la mañana y una hora por la tarde cuando salgo de acá.

-¿Cómo podrías describir ese cansancio?

-Es una mezcla de sensaciones, porque no sabés si estás cansada porque adquiriste otro trabajo, porque tal vez tenés síntomas del mismo Covid, o porque es una mezcla de todo. Realmente el cansancio es grande.

-¿Imaginaste este panorama alguna vez?

-Desde un principio sabíamos que era una guerra que está perdida. Y sabíamos que éramos los soldaditos que tenían que estar al frente de batalla en la trinchera. Pero sabíamos que como era una batalla perdida, y que poco a poco nos íbamos a ir contagiando. Gran parte de nuestros compañeros han sido contagiados. La idea es mantenernos lo más sanos posibles para poder mitigar estas situaciones.

De gris, Juliana Torquati junto a otras compañeras enfermeras de la guardia. Juliana se sumó al hospital en marzo, en respuesta a la emergencia sanitaria. (Foto: Franco Fafasuli)
De gris, Juliana Torquati junto a otras compañeras enfermeras de la guardia. Juliana se sumó al hospital en marzo, en respuesta a la emergencia sanitaria. (Foto: Franco Fafasuli)

Luego de aquella nota, sus palabras tomaron un nuevo sentido, aunque no lo supimos hasta ahora: dos semanas después, Juliana contrajo Covid-19 y contagió a su pareja. Estuvo en cama, tuvo todos los síntomas que conocemos asociados a la enfermedad, y una vez recuperada comenzaron problemas más serios. “Sufrí mucho el efecto post covid, que es algo de lo que no se habla, y afecta en lo psicológico. A mí me dejó afuera de las canchas por dos meses, estuve en tratamiento psicológico y psiquiátrico, porque necesitaba abordarlo de esa manera. Estuve con ataques de pánico y me sentía completamente incapaz de realizar mis tareas después de ser enfermera por muchos años. Es lo único a lo que me dedico, pero me sentía incapaz de llevar adelante una guardia. Y a la fecha ya lo superé y me reincorporé a todas mis tareas, con mucho orgullo, pero en ese momento los efectos del Covid fueron muy fuertes”, cuenta ahora.

La historia no quedó allí, porque después de su recuperación llegó una nueva sorpresa, esta vez positiva: las primera vacunas llegaron al país. La prioridad, fue dicho, sería el personal de salud. Juliana, como todos sus compañeros, se inscribió en la web como voluntaria para recibir la vacuna. Quiso el destino que el Hospital San Martín de La Plata fuera el elegido para empezar con la aplicación. Quiso el destino que ella fuera citada en la primera fecha disponible. Quiso el destino que, entre todos los vacunados el 29 de diciembre del 2020, ella fuera la número uno. El proceso comenzó en ese hospital media hora antes que en el resto del país, por lo cual Juliana Torquati fue la primera persona vacunada de la Argentina.

“El primer día después de recibir la primera dosis me era imposible no sentir superpoderes. Después de todo un año esperándola y habiendo pasado mil cosas… fue una carga energética enorme, ¡me daban ganas de entrar con el N95 en la cabeza! Pero bueno, las medidas de prevención hay que tomarlas todas igual”, cuenta ahora.

El 29 de diciembre del 2020 Juliana Torquati recibió la primera vacuna Sputnik V que se aplicó en el país.
El 29 de diciembre del 2020 Juliana Torquati recibió la primera vacuna Sputnik V que se aplicó en el país.

El segundo en ser vacunado fue un compañero de ella, Sahar Tal Benzecr, médicos de la Terapia Intensiva Covid del San Martín. En tercer lugar se vacunó a una trabajadora del servicio de higiene y limpieza, en cuarto lugar el gobernador de la provincia -Axel Kicillof- y el quinto fue el viceministro de salud de la provincia -Nicolás Kreplac-. Todos recibieron su carnet de vacunación y un certificado. Todavía estos papeles no parecen jugar un rol importante, pero quién sabe si no serán bienes preciados en el futuro cercano.

En la primera fase, la provincia de Buenos Aires proyectó distribuir 123.000 dosis de la Sputnik V, en 110 puntos de vacunación (mayormente hospitales públicos). Ya se está a la espera del nuevo plan con las dosis que se suman al acervo público.

La segunda dosis llegó el 22 de enero, porque tenían que dejar pasar 21 días entre aplicaciones. Allí se sumó el ministro de salud de la provincia, Daniel Gollán, que fue la primera persona mayor de 60 años en ser vacunada en nuestro país.

Juliana junto al gobernador Axel Kicillof y el ministro de salud de la provincia, Daniel Gollán. Los dos primeros acababan de recibir la segunda dosis. Gollán en cambio la primera (fue el primer mayor de 60 años en ser vacunado).
Juliana junto al gobernador Axel Kicillof y el ministro de salud de la provincia, Daniel Gollán. Los dos primeros acababan de recibir la segunda dosis. Gollán en cambio la primera (fue el primer mayor de 60 años en ser vacunado).

Después de recibir las dos dosis de la vacuna te deja más tranquilo, es imposible no sentirse así. Seguimos teniendo los cuidados de siempre porque así se debe hacer, pero saber que podés trabajar con los pacientes sin que estén atentando contra tu integridad es muy importante, y si igual te contagiás -porque puede saber- vamos a estar más resguardados y más a salvo de que se desarrollen síntomas fuertes”, explica Juliana.

Los efectos de la primera dosis fueron lo que le habían advertido: en un momento tuvo dolor de cabeza y algún mareo. Estaba en servicio, pero bastó sentarse a descansar un rato y tomar un analgésico para que se le pasara. No hubo más que eso.

Juliana Torquati con su certificaco y su carnet de vacunación contra el coronavirus.
Juliana Torquati con su certificaco y su carnet de vacunación contra el coronavirus.

Para ella, sus peores proyecciones ya sucedieron. Tenía miedo de contagiarse y contagiar a su familia. Le pasó. Tenía miedo de no poder desarrollar integralmente su oficio. Le pasó. Tenía miedo de que la sociedad argentina se dejara de cuidar. Pasó. Pero ahora, más allá de que mantiene la misma preocupación por el comportamiento social, tiene una esperanza más cercana.

“Para esta segunda ola contar con la vacuna es fundamental, es la herramienta más fuerte que tenemos, además de que ya tenemos experiencia ahora de cómo lidiar con esto. Necesitamos seguir contando con el cuidado de todos. El virus es real. La vacuna ya se está demostrando que funciona, así que necesitamos estar firmes como pueblo, tener paciencia entre todos, esto va a terminar, pero es una lucha conjunta y hay que seguir cuidándose”, dice, al fin.

SEGUÍ LEYENDO: