El Gobierno nacional decidió que en 2021 los chicos vuelvan a las aulas desde el inicio del ciclo lectivo. Sin embargo, en el Ministerio de Educación reconocen que la decisión final la tendrá cada gobernador y analizan actualizar los indicadores epidemiológicos que definen el regreso a la presencialidad.
Así es como los ojos estarán puestos en qué disponga finalmente cada distrito. Y sobre este tema se refirió el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, en las últimas horas.
“Tenemos muchas ganas de volver a la presencialidad, siempre y cuando eso no ponga en riesgos a los chicos y maestros. Si queremos volver a las clases tenemos que ocuparnos de que haya la menor cantidad de contagios”, enfatizó.
Hasta el año pasado, el Gobierno nacional asumió un rol de absoluta centralidad en las políticas educativas pero para este año las jurisdicciones retomarán la autonomía de la que disponen, siempre rigiéndose por los indicadores sanitarios acordados en el Consejo Federal. De cara al próximo ciclo lectivo, el ministro de Educación Nicolás Trotta, junto con sus pares provinciales, analiza actualizar esos parámetros y flexibilizarlos para que el rebrote no impida la vuelta.
Si bien el gobernador bonaerense reafirmó su deseo de que los chicos puedan estudiar en las aulas, hizo una advertencia: “Tenemos 3.300.000 de alumnos de primaria y secundaria, más que la población de la Ciudad de Buenos Aires. Es una movilización enorme; y vemos que donde ha vuelto el virus se ha tenido que retroceder en esto”.
“Significa exponer a los chicos a la enfermedad, porque sabemos que contagian y se contagian ellos mismos”, resaltó, durante una entrevista televisiva por la señal C5N. A su vez, subrayó que “ya se han muchas cosas” en materia educativa durante la pandemia. En ese sentido, destacó “un programa muy importante de docencia a domicilio para aquellos que perdieron conexión con la escuela”.
En el último registro del Ministerio de Salud nacional se confirmaron 135 muertes y 12.725 nuevos contagios de coronavirus en las últimas 24 horas, y el gobernador también compartió su mirada acerca de cuáles fueron las causas de la suba de casos en el país.
“Hace un mes aproximadamente en Brasil y la región comenzó a crecer la cantidad de contagios y eso nos tiene preocupados. Iniciamos la temporada y en coincidencia con diciembre, fin de año y las reuniones, empezó a haber un incremento de casos”, describió.
Y agregó: “Hay cosas que hay que restringir desde lo publico pero es fundamental que se adopten las normas. Cuando llegó la vacuna o se empezó a hablar de ella muchos ‘dijeron listo se acabó el coronavirus’.
Kicillof se mostró preocupado por la situación y afirmó que la coyuntura lleva a la administración provincial y nacional a “volver a tomar medidas”. “Queda claro que no es por el calor o el frío, sino que esto se debe a conductas individuales”, aclaró.
De esta manera, volvió a correr del foco a la juventud, a contramano de lo expresado días atrás por Alberto Fernández. “No son reuniones de jóvenes nada más, son reuniones familiares en las que también se han violado los protocolos y después se terminó contagiando. Hay que tensar el músculo del cuidado en todos los grupos etarios”, explicó.
Posteriormente, volvió a diferenciarse de los cuestionamientos del oficialismo: “Yo que vengo de la militancia sé que los jóvenes también son el sector más comprometido de la sociedad. En la Costa donde se acumula mucha gente por veraneo también se cumple muchísimo. Por eso hay que darle el apoyo a los que cumplen; es muy injusto que muchos no lo hagan; esto tiene que ver con todas las edades”.
Por último, detalló que Buenos Aires ya cuenta con 63.275 personas inoculadas con la primera dosis de la Sputnik V y que, aunque aún no hay turnos disponibles, el sistema de registro implementado posee 800.000 preinscriptos que “expresaron su interés en vacunarse”.
“La segunda ola va a depender de lo que hagamos, el virus se contagia si le damos la posibilidad de hacerlo”, concluyó.
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