Greenpeace denuncia que habrá menos ballenas en el Mar Argentino por el bombardeo acústico submarino

La Argentina autorizó hasta 2025 la búsqueda de hidrocarburos en la plataforma submarina por medio de la exploración sísmica. Según la organización ambientalista, un estudio afirma que cuando se hizo este tipo de prospección entre 2008 y 2010, la cantidad de cetáceos en el golfo San Jorge se redujo a la cuarta parte

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Greenpeace denuncia que hay menos ballenas en el Mar Argentino por los efectos de la exploración sísmica de petróleo.
Greenpeace denuncia que hay menos ballenas en el Mar Argentino por los efectos de la exploración sísmica de petróleo.

Conmueven las causas de las múltiples muertes descritas: ahogamiento, lesiones masivas, varamientos en las costas. También las consecuencias: disminución en los avistamientos de poblaciones, ausencia de grupos de cópula y de madres con crías. La información fue recopilada por Greenpeace y es un resumen del sufrimiento de las ballenas en el Mar Argentino. La organización ecologista denuncia que esto se debe al efecto de la exploración sísmica de petróleo.

Se basan en un estudio realizado por el investigador César Augusto Gribaudo, del Museo Educativo Patagónico, en el que se evidencia -dicen- “el estado de vulneración de los cetáceos ante la amenaza de los bombardeos acústicos por parte de la industria de hidrocarburos”.

En el trabajo, titulado “Impactos de las prospecciones sísmicas en el área del Golfo San Jorge”, Gribaudo señala que “un cañón de presión es capaz de generar unos niveles de intensidad sonora en el agua de 215- 260 decibelios, con unas frecuencias de entre 10 – 300 Hz (hercios), aunque se han detectado frecuencias de hasta 3000 Hz en las zonas de prospecciones. Un buque puede llevar hasta 20 cañones y cada uno, se dispara cada 6-20 segundos y a veces durante 24 horas al día. Por lo tanto, la transmisión de pulsos acústicos, es repetitiva y continua durante todo el tiempo de las prospecciones”.

Según indica Greenpeace “en el agua, los sonidos se propagan con mayor rapidez y menor pérdida de energía que en el aire. En concreto, el sonido se transmite cinco veces más rápido en el agua que en el aire y la longitud de las ondas de sonido son cinco veces más largas, lo cual determina una propagación del sonido mucho más amplia que en la tierra”.

Según Greenpeace el efecto de los bombardeos en el agua es tan potente como el despegue de un cohete espacial.
Según Greenpeace el efecto de los bombardeos en el agua es tan potente como el despegue de un cohete espacial.

El daño, explica Gribaudo, es ocasionado porque “el umbral de seguridad de intensidad sonora para no producir daños fisiológicos en cetáceos es de 180 dB, cualquier individuo próximo a los cañones de aire (por lo menos a 1 kilómetro) sufrirá daños fisiológicos, conocidos como traumas acústicos que suponen la pérdida de audición temporal o permanente. Además, en caso que los animales estén expuestos en pulsos múltiples de los cañones, (100 pulsos, por ejemplo) estos daños físicos pueden ocurrir en algunas especies más sensibles a una distancia más grande (hasta 4 kilómetros). Los traumas acústicos temporales dan como resultado que el animal no pueda detectar las presas para alimentarse, que entre en zonas de peligro o que se pierda de su grupo. En los casos de la pérdida de audición permanente las consecuencias son mucho más graves ya que sin este sentido, el animal se queda totalmente discapacitado e incapaz de comunicarse con sus congéneres, encontrar comida y alimentarse, emparejarse, ubicarse en su retorno y evitar peligros. Existen numerosos casos de varamientos de delfines y zífios que coinciden con estudios de prospecciones en la misma zona”.

En su informe, Greenpeace asegura que los bombardeos acústicos constantes son tan potentes como el despegue de de un cohete espacial, con un impacto que cubre un área de más de 300,000 km2. Y agregan que “del 36 al 57% de los delfines o ballenas dentadas encontrados varados o enmallados tienen una pérdida auditiva profunda”.

El estudio sobre el caso del Golfo de San Jorge, lugar que comparten las provincias de Santa Cruz y Chubut, mostró que en esta área, durante el tiempo de actividad sísmica, hubo una caída significante de los avistamientos de cetáceos en sus hábitats naturales. Además, en uno de los periodos hubo una reducción drástica de los grupos de cópula y de las madres con cría, desapareciendo completamente de la zona. Más específicamente, el informe de Gribaudo hace referencia a la fase de prospección y posteriores donde en el año 2008, se observaron 173 ballenas en el golfo, sin embargo al año siguiente, luego de la operación sísmica, se registraron 92 y en el 2010 apenas 46.

Ahora, con nuevos permisos para que la industria bombardee la plataforma continental hasta el año 2025, Greenpeace, a través de Luisina Vueso -coordinadora de la campaña por la protección del Mar Argentino- alerta: “La biodiversidad del Mar Argentino quedó más desamparada que nunca. Según la investigación, esta actividad representa graves impactos para la fauna, lo cual ha causado una disminución estrepitosa en los avistamientos de ballenas en sus hábitats naturales. Sin embargo, a fines del año pasado se otorgaron permisos a la industria petrolera para bombardear casi toda la plataforma continental hasta el año 2025, 1 millón de km2 de la superficie marina para exploración sísmica”.

Un informe hecho por César Augusto Gribaudo del Museo Educativo Patagónico, muestra que entre el 2008 y el 2010, período de exploración sísmica, el avistamiento de cetáceos se redujo a la cuarta parte.
Un informe hecho por César Augusto Gribaudo del Museo Educativo Patagónico, muestra que entre el 2008 y el 2010, período de exploración sísmica, el avistamiento de cetáceos se redujo a la cuarta parte.

Las costas de Patagonia, en especial la zona de Santa Cruz norte, se comenzaron a repoblar de cetáceos en las últimas décadas, luego de 80 años de abandono a causa de la caza de ballenas para conseguir su aceite. Además, es un área clave a nivel mundial, no solo durante las migraciones, sino también en los períodos de alimentación y reproducción de cetáceos, lo que supone una ocupación de esa región del mar por amplios periodos.

En la zona de estudio, el Museo Educativo Patagónico -dice el informe- “ha identificado 22 especies de cetáceos. De ellas, registramos la presencia de 8 especies de ballenas con barbas, lo que convierte al área en el lugar con la presencia de mayor diversidad de ballenas en el mundo. Además de su inteligencia, los cetáceos son animales clave para el equilibrio marino. A través de su alimentación ajustan el equilibrio y la abundancia de especies dentro de la cadena trófica en los océanos, ya estos cetáceos son especies de los eslabones superiores de esta cadena”.

Vueso, representante de Greenpeace, reclama: “El hecho de que la exploración sísmica represente el segundo mayor contribuyente de ruido subacuático generado por el hombre, solo detrás de las explosiones militares, incluidas las nucleares, es motivo suficiente para que el gobierno frene el avance de esta actividad sobre el Mar Argentino, abandone las operaciones hidrocarburíferas y priorice una transición a energías limpias'‘.

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