João Ribeiro de Almeida, embajador de Portugal: “Somos uno de los países que más testea de COVID-19 en Europa y en el mundo”

En una entrevista con Infobae, el diplomático contó cuáles fueron las medidas que se adoptaron en su país para mantener una baja tasa de casos positivos y de fallecidos, como una cuarentena general obligatoria muy temprana y, fundamentalmente, los testeos masivos. Portugal es el cuarto país de Europa que más testea y el quinto a nivel mundial. ¿Cuáles fueron todas las claves de su éxito?

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Las claves de Portugal para enfrentar exitosamente al COVID-19  - REUTERS/Rafael Marchante
Las claves de Portugal para enfrentar exitosamente al COVID-19 - REUTERS/Rafael Marchante

Desde 2017, João Ribeiro de Almeida se desempeña como embajador de Portugal en la Argentina, tras haber ocupado ese mismo cargo en Bogotá Colombia. En medio de la pandemia de COVID-19, que parece poner de rodillas a todo el mundo, su país es el cuarto de Europa que más testea a sus ciudadanos y, también, es uno de los que más test de PCR realiza a nivel mundial.

El testeo masivo sumado a una temprana cuarentena general obligatoria -con un alto nivel de cumplimiento y de responsabilidad cívica por parte de los portugueses- más el cierre inmediato de su frontera con España que aún se mantiene, fueron la clave para que hoy casi todas las actividades hayan vuelto a ser reactivadas, incluso, el fútbol sin público y sus espectaculares playas de arena dorada, que ya funcionan con un protocolo especial.

El 2 de marzo se confirmaron los dos primeros casos positivos de COVID-19 en Portugal y las autoridades del país luso tomaron de inmediato cartas en el asunto, además de darle una fundamental importancia a los testeos masivos, lo que resultó ser la gran clave de su éxito. Hoy, Portugal tiene 41.189 casos, 1.561 muertes, 26.864 recuperados y más de 1 millón de tests realizados sobre una población total de apenas unos 10 millones de habitantes.

Días atrás, un rebrote en Lisboa hizo sonar todas las alarmas. Sin embargo, la situación se resolvió con la implementación inmediata de la cuarentena en las zonas específicas donde se registraron los nuevos casos, que sólo permite salir de casa para trabajar, comprar alimentos y medicamentos.

El próximo 1 de julio, Portugal levantará el cierre de sus fronteras y empezará a reactivar el turismo, una de sus principales fuentes de ingresos. Así, los ciudadanos de países integrantes del Espacio Schengen (Alemania, Austria, Bélgica, Dinamarca, Eslovenia, España, Estonia, Finlandia, Francia, Grecia, Hungría, Islandia, Italia, Letonia, Liechtenstein, Lituania, Luxemburgo, Malta, Noruega, Países Bajos, Polonia, Portugal, República Checa, República Eslovaca, Suecia y Suiza) podrán volver a disfrutar del indiscutible encanto del país luso. A continuación, la entrevista completa.

João Ribeiro de Almeida, embajador de Portugal en la Argentina,
João Ribeiro de Almeida, embajador de Portugal en la Argentina,

-¿Cómo vive la cuarentena en la Argentina?

A nivel personal, la cumplo como cualquier persona que respeta las medidas sanitarias dispuestas. Todos sabemos que es una cuarentena larga, pero también sabemos que hay que hacerla para que podamos entrar en una fase más suave. Hasta el momento no fue posible, entonces,vamos a hacer un último esfuerzo.

Nadie esperaba tal magnitud de la pandemia de COVID-19. A la cuarentena la llevo con tranquilidad pero también con mucha creatividad, porque es un caso único en la historia del mundo.

-¿Qué sucedió con los casos de las repatriaciones de los portugueses varados en nuestro país, en los que participó activamente?

A mediados de marzo, cuando se declaró la primera cuarentena, había unos 500 turistas portugueses varados aquí. A través de vuelos humanitarios, pudieron regresar a sus lugares de origen.

También, había otro grupo de portugueses que no eran turistas y que se quedaron varados por la falta de vuelos a Europa, al igual que sucede con los argentinos varados en Portugal. Felizmente, todos están bien, teniendo en cuenta la coyuntura que no es fácil.

-¿Qué diferencias y similitudes encuentra entre las medidas que se tomaron en Portugal y en la Argentina?

Hay muchas similitudes. Argentina y Portugal declararon la cuarentena general y obligatoria muy temprano, en comparación con otros países. Todavía España, el único país con el que compartimos fronteras, no era un caso muy problemático. Sin embargo, cerramos nuestro espacio aéreo, terrestre y marítimo, y empezamos una cuarentena general y obligatoria. Y eso lo hicimos muy temprano, en la segunda semana de marzo. Los expertos aseguran que eso fue lo que hizo la diferencia y que por eso Portugal, comparativamente con otros países de Europa, no tuvo casos con la magnitud que vimos en otros sitios.

Al igual que Argentina, decidimos una cuarentena muy temprana, porque vimos que se trataba de una pandemia de una dimensión impresionante. Hemos tenidos brotes muy complicados en geriátricos, como también pasó en Italia, España y en todo el mundo. Ahora se están viendo los buenos resultados de esa cuarentena, porque ya estamos desconfinando y normalizándonos.

Sabemos que la curva está bajando y se registran una o dos muertes diarias. El primer día que no se registren fallecimientos por COVID-19 será un día muy bonito.

Hoy tenemos un promedio de 200 a 300 casos por día, que no es nada comparado con la cantidad que teníamos hace 3 o 4 semanas. Ahora, estamos teniendo rebrotes (en Lisboa) que están perfectamente localizados y controlados.

Se registran muchas menos muertes, porque el COVID-19 empezó a infectar a gente más joven que, generalmente, no fallece por la enfermedad. Entonces, como bajó mucho la edad de las personas contagiadas, la situación es preocupante pero no fatal.

Personas dialogan en bar, manteniendo el distanciamiento social, sobre una de las calles de Lisboa (Photo by PATRICIA DE MELO MOREIRA / AFP)
Personas dialogan en bar, manteniendo el distanciamiento social, sobre una de las calles de Lisboa (Photo by PATRICIA DE MELO MOREIRA / AFP)

-Portugal integra el ranking de los países que más testean en el mundo. ¿Qué importancia tiene el testeo masivo?

Hay un punto que es muy importante y justamente es ese que menciona: somos uno de los países que más testea en Europa y en el mundo. Eso es fundamental. Estamos en el ránking de los países que más testean. De todos modos, sólo vamos a estar tranquilos cuando los casos y las muertes bajen a 0.

En Europa, cada país llevó la pandemia de un modo diferente y todavía es muy temprano para saber quién tuvo razón o no. Desde el inicio, seguimos las instrucciones muy claras de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y empezamos a testear masivamente.

Tuvimos una subida muy grande de casos, luego bajó, después se aplanó la curva y ahora, desde hace dos semanas y siguiendo la dinámica de Europa, estamos bajando los números y entramos en la nueva normalidad.

Portugal depende mucho del turismo, así que el 15 de junio abrimos las fronteras internas entre los países pertenecientes a la Unión Europea, menos a España. Esa es la única excepción. Las fronteras externas se reabrirán el 1 de julio.

-¿Cómo están haciendo el desconfinamiento?

Las personas tienen que usar barbijo en la calle y no pueden juntarse en grupo. Los sectores más afectados y, que todavía no pueden normalizarse, son los relacionados con la cultura: no hay espectáculos y no hay teatros. Los encuentros de fútbol recomenzaron pero sin público, así que los estadios están vacíos.

En cuanto a los centros comerciales, primero se empezaron a abrir los que tenían hasta 400 metros cuadrados, luego hasta 800, después hasta 1.200 y ahora ya están todos abiertos, incluso los más grandes. Claro que, solo pueden visitarse bajo estrictas medidas de seguridad sanitaria.

Un punto fundamental es la distancia social, porque es el principal criterio para que la gente continúe su normalización gradual, y el uso de tapabocas.

Ya hemos abierto las playas y los gimnasios, aunque aún no se pueden usar las piletas de natación. Los peluqueros también están trabajando. El comercio en general ya está totalmente normalizado pero con la advertencia del Gobierno de que, ante el menor abuso o problema grave, se vuelve inmediatamente a la fase anterior.

En algunas las playas -que son de arena dorada y constituyen nuestro gran orgullo- no pueden entrar más de 2 mil personas, en otras no más de 4 mil y así sucesivamente, según su dimensión. Tenemos un cupo. Se implementó una aplicación para celulares (Info Praia) donde la gente puede ver cómo está la ocupación de la playa en ese momento. Las restringimos para preservar el distanciamiento social.

Las autoridades marítimas controlan las playas de Portugal, para que se cumpla con todas las medidas de prevención
Las autoridades marítimas controlan las playas de Portugal, para que se cumpla con todas las medidas de prevención

-¿Qué medidas se tomaron a nivel sanitario y económico?

Estamos esperando las medidas económicas, porque pronosticamos una recesión del 6,5%. De todos modos, sabemos que nuestra recuperación va a ser más fácil que en otros países. La economía está bien en Europa, sólo estamos esperando que la gente vuelva a consumir y a normalizar su vida. Hasta fin de año, vamos a tener números horribles en la economía de todas partes del mundo.

Tenemos un sistema de salud universal y gratuito, sean o no portugueses, pero que residan en nuestro territorio. El mercado laboral se estresó mucho, así que tuvimos que subsidiar y ayudar a las empresas que cerraron. Las ayudamos a pagar una parte del “lay off”, que es para la gente que no va a trabajar porque se debe quedar en su casa, pero que tampoco es despedida. Ese gasto se comparte entre las empresas y el Estado.

Tenemos la esperanza de que en 2021 no haya una segunda ola, que todo vuelva a ser más normal y que llegue la vacuna.

-¿Cómo se logra un equilibrio entre la economía y la salud?

No me parece que sea muy difícil intentar mezclar, con creatividad e imaginación, una acción de salud y economía. Por supuesto, por encima de todo siempre está la salud, pero hay que mezclarla con la economía en función de la generalidad de cada país.

La belleza de la ciudad de Oporto (Shutterstock)
La belleza de la ciudad de Oporto (Shutterstock)

-¿Qué mensaje le gustaría dejarle a los argentinos?

Les deseo coraje y paciencia porque, en cualquier momento la curva se aplana y los casos van a empezar a bajar. Les pido por favor que no se empiecen a cansar prematuramente y se los digo como ciudadano de un país que también es latino.

Yo se que todos estamos muy cansados de esta situación, pero les pido que hagan un último esfuerzo. Que sigan todas las recomendaciones de las autoridades, no violen la cuarentena y no se junten: en Europa ya vimos que muchos de los brotes -que siguieron después de bajar la curva- fueron por gente que violó la cuarentena y que no cumplió con el distanciamiento social, o que no usó la protección adecuada.

Los argentinos están siendo ejemplares y están teniendo una gran entrega cívica. Por favor, no pierdan la paciencia. Vamos a dejar pasar estas semanas y vamos a salir todos juntos. A mis queridos hermanos argentinos les pido perserverancia, resiliencia y paciencia.

-¿Qué reflexión hace de la pandemia y qué cree que puede dejarnos como enseñanza después de tanto dolor por las muertes?

Cuando resurjamos, todos tenemos que ser más humildes, unidos y solidarios. Hay que buscar consenso, buscar la integración y ser multilaterales pero, por sobre todo, ser más humildes y solidarios. Las cuestiones sanitarias y ambientales van a quedar como prioridad en los próximos años, al igual que mantener el diálogo entre países.

Es importante que continuemos buscando una mejor respuesta ante el COVID-19: será siempre a través de una mejor integración y multilateralismo entre todos.

Para nosotros, no hay otra solución. Esta es una visión muy portuguesa: somos un país pequeño, siempre tendemos puentes con todo el mundo y; ante un escenario dantesco como el que vivimos con esta pandemia, no podemos hacer otra cosa más que unirnos, ser más solidarios y humildes.

Tenemos que dejar de ser arrogantes porque, de repente, llega un virus como éste que nos ataca mortalmente. Por eso, tenemos que estar unidos y cambiar la manera de ver las cosas.

Vamos a resurgir como personas diferentes: ni peores, ni mejores. Sabemos que no podemos tener una segunda oleada estando preparados como al principio. Para mejorar la respuesta al COVID-19 hay que tener más integración, más hermandad y más diálogo.

Tenemos que compartir datos e información. Tanto lloramos por la vacuna... cuando la tengamos tiene que ser universal y gratuita para todo el mundo: que no se convierta en una simple pelea entre laboratorios porque, o nos juntamos todos, o nos caemos todos juntos.

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