Más de 60 argentinos no pueden salir de Grecia y piden ayuda para llegar a Madrid y ser repatriados

Alejandra González partió rumbo a Europa el 27 de febrero junto a su esposo Jorge y su hija María Eugenia. Por aquel entonces las noticias del coronavirus no colmaban los noticieros y el pánico no se había extendido a todo el mundo.

Un poco más de 20 días después, todo cambió. La familia González ahora se encuentra varada en Atenas, Grecia, sin posibilidad de trasladarse hasta los puntos donde Aerolíneas Argentinas llega con sus aviones para repatriar a los argentinos que quedaron a la deriva.

Su viaje comenzó en Galicia, donde vive la madre de Alejandra, y luego continuó por el sur de Italia. La pandemia todavía no había golpeado a ninguno de los dos países. En Nápoles experimentaron el primer problema. El vuelo a Grecia no salió y les reprogramaron el itinerario.

A pesar del inconveniente –perdieron un día entero en un aeropuerto– lograron llegar a Atenas y emprendieron un largo paseo por las islas del Mediterráneo. En Grecia prácticamente no había casos, por lo que continuaron con el viaje casi con normalidad.

Sin embargo, cuando tenían que regresar a Madrid, donde pasarían los últimos cuatro días del recorrido, todo se complicó. Como ya había noticias de vuelos suspendidos, se dirigieron al consulado y desde allí se comunicaron con la agencia de viajes. Les dijeron que el vuelo saldría sin problemas. Cuando llegaron al aeropuerto, descubrieron que era mentira.

“No había vuelo anunciado, tampoco había ninguna persona de Iberia para poder hablar. Incluso intentamos comprar un pasaje nuevo, pero ya todo era un caos. Imposible”, explicó Alejandra a Infobae desde la embajada argentina en Atenas.

Allí espera respuestas junto a otros 60 argentinos que están en la misma situación. Muchos son mayores de 60 años, otros están con sus hijos chicos.

Como las fronteras terrestres y aéreas están cerradas por el recrudecimiento del brote, no tienen forma de llegar a Madrid o Roma a la espera de un vuelo de Aerolíneas Argentinas que los traiga al país.

En la desesperación, algunos intentaron llegar por vías alternativas. “Pagaron un vuelo Atenas-Amsterdam y Amsterdam-Madrid, pero cuando llegaron no los dejan seguir porque estuvieron en zonas de circulación del virus. Se gastaron 1.500 euros y quedaron varados en un lugar más lejos”, dijo Alejandra.

En la misma situación se encuentran Arial y Jésica. Ellos planearon un viaje por Grecia y Turquía. Llegaron a cancelar el segundo país porque los rumores de vuelos cancelados ya circulaban por todos lados. El cierre de fronteras los sorprendió en la Isla de Santorini.

Cuando volvieron a Atenas cancelaron lo que pudieron y compraron de apuro un pasaje Madrid-Buenos Aires para el 22 de marzo. Esta vez fue la aerolínea la que lo canceló.

“Nuestra prioridad es volver a casa, después haremos los reclamos correspondientes”, aseguró Ariel.

La familia González está muy preocupada. En caso de llegar a Madrid, Aerolíneas les cobrará 600 euros por persona para repatriarlos. Mientras, deben pagar hotel, comida y traslados en Atenas. Desde la agencia de viajes donde compraron los pasajes no les reintegran el dinero, solo les dijeron que obtendrían un voucher para viajar hasta el 31 de diciembre.

“El Gobierno se concentra en Madrid y Roma, pero alguna aerolínea debería juntarnos a todos nosotros para llevarnos a Madrid. Nuestro propio país nos está cerrando las puertas”, lamenta Alejandra. También asegura que el Gobierno debería obligar a las aerolíneas privadas a que transfieran el dinero de los pasajes que ya sacaron a Aerolíneas Argentinas para cubrir el costo de la repatriación.

“Nosotros comprendemos la situación, pero vemos que no hay ninguna idea de sacarnos de acá. Veremos hasta cuándo aguantamos”, dijo.

Mientras tanto, los González se mudarán por tercera vez a un hotel más barato en un intento de hacer durar el dinero que les queda mientras esperan un respuesta. Hoy Italia registró un nuevo récord de muertos y la situación no da muestras de mejorar en el Viejo Continente.

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