Compitió en 190 maratones alrededor del mundo, sufrió una grave lesión y ahora disfruta corriendo junto a su perro

Gerardo Re es uno de los ultramaratonistas más importantes de Argentina. La historia del hombre que se inició en el deporte para perder peso y desde entonces no dejó de ganar medallas y superarse a sí mismo

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Gerardo Re empezó a correr porque debía bajar de peso y se convirtió en un ultramaratonista destacado
Gerardo Re empezó a correr porque debía bajar de peso y se convirtió en un ultramaratonista destacado

No tiene noción de cuántos kilómetros corrió en los casi 30 años que lleva compitiendo, pero sabe que la posición que hoy ocupa en el atletismo argentino no fue planeada. Al mejor estilo Forrest Gump, un día se anudó las zapatillas y salió a correr. Su único objetivo era bajar de peso y estar en buen estado físico cuando su primer hijo naciera.

Sin saberlo, en cada trote descubría una pasión: correr y vencer sus propios límites. Así inició su vida atlética el hoy ultramaratonista Gerardo Re. "¡Soy el que más maratones de 42K corrió en Argentina!", sintetiza a Infobae y sigue: "Llegué a correr 130 maratones oficiales y 48 ultramaratones, carreras de más de 42 kilómetros".

Re participó de las maratones más importantes y exigidas del mundo: completó los 250 kilómetros del Spartathlon, Grecia, corrió en las arenas del Sahara, en el desierto de los Estados Unidos, en México y hasta cruzó a trote la Cordillera de los Andes. También corrió en la Isla de Pascua.

Pero después de tantas hazañas, una lesión severa en un tendón lo alejó hace un año de las competencias. Dejó la actividad, aunque no del todo: todos los días sale a correr junto Manú, su perra de 3 años.

El corredor en la Isla de Pascua
El corredor en la Isla de Pascua

¿Cuándo comenzaste a correr?

Hace unos 30 años, cuando mi esposa estaba embarazada y yo muy excedido de peso. Tenía 100 kilos y supe que no quería darle esa imagen a mi hijo. Tenía un amigo al que siempre miraba porque corría todos los días y le pedí que me ayudara. Así empezó esto, hasta que me di cuenta de que existía un mundo competitivo detrás. Me asesoré con una nutricionista y comencé a correr.

¿Cómo fueron los primeros tiempos de carrera?

—Empecé a correr de a poco, en una plaza. Salía todos los días hasta que pude correr más de dos horas sin cansarme. Así conocí a otro loco como yo y en 1999 fuimos a competir en la Spartathlon Ultra Race en Grecia.

¿Así nada más pasaste de salir a correr a competir en una carrera de 250 kilómetros?

—¡Si! Hubo entrenamiento, pero fue así nomás. Desde entonces hasta ahora no paré.

¿Cuántas carreras corriste?

—Llevo recorridas 190 carreras largas en 30 y pico de años.

Homenaje al maratonista de la municipalidad de Almirante Brown por su trayectoria
Homenaje al maratonista de la municipalidad de Almirante Brown por su trayectoria

El corredor tiene 59 años y haciendo números en el aire calcula que en este tiempo llegó a correr 15 carreras por año y entre los kilómetros de entrenamiento más los de la competencia suma unos 7 mil kilómetros anuales corridos.

Lo que buscó en su "mejor momento" de maratonista, como lo define, no era simplemente correr sino tener experiencias enriquecedoras en cada una de esas competencias: historias, mitos, paisajes y superarse a sí mismo.

—En más de 30 años y tantas carreras ¿cuál fue la que más te impactó? Tanto por el paisaje como por la exigencia…

—La más importante, que es la bautizada "la madre de las carreras", es la Sparthalon, de Grecia: son 250 kilómetros y fui tres veces. Es una de las carreras más duras porque tenés tiempo límite, tenés colgado en el cuello el reloj. Son 36 horas para superar esa distancia. Después corrí 217 kilómetros en el desierto de Las Vegas con 60 grados de temperatura. Generalmente buscaba carreras importantes.

En la Isla de Pascua al lado de otros maratonistas. (Gentileza Gerardo Re)
En la Isla de Pascua al lado de otros maratonistas. (Gentileza Gerardo Re)

O sea que buscás carreras con un sentido más que el correr por competir.

—¡Si! En Estados Unidos corrí en el Área 51 (Groom Lake o Homey Airport) una carrera que se corre a la medianoche y que va mucha gente disfrazada de extraterrestre. Yo la corrí normal—se ríe. Son 51 kilómetros y, si bien es competitiva, resulta muy divertida. El Ultramaratón de los Cañones, en México, es algo increíble y la Badwater, en Estados Unidos ¡es el infierno! Se corre con más de 60 grados.

¿Qué te pasa por la cabeza mientras corrés?

—Hay momentos que se disfrutan y hay momento de crisis que hay que superar. En las maratones se dice que a los 30/ 32 kilómetros está la pared que hay que superar. Imaginate que en una distancia más larga hay más momentos de crisis: en la maratón es a los 30 y la ultra a los 70 kilómetros, a los 80…

—Imagino que otra crisis se vive por la noche.

—La noche a veces es difícil de superar por los problemas de sueño. Particularmente este es uno de mis principales problemas. Superar el sueño de la noche es complicado.

¿Cómo lo lográs?

—¡No hay una técnica! Simplemente hay que seguir y superarlo. Es la fuerza mental la que manda cuando no te dan las piernas. ¡Tengo bastante pruebas de que es la cabeza la que manda!

Gerardo Re corre desde hace más de 30 años y es el utramaratonista más importante de Argentina. (Gentileza Gerardo Re)
Gerardo Re corre desde hace más de 30 años y es el utramaratonista más importante de Argentina. (Gentileza Gerardo Re)

Cuando empezaste a correr ¿te imaginaste convertirte en un ultramaratonista y tener tantas carreras encima?

—¡No! Solo pensaba: "¡Vuando nazca mi hijo tengo que estar flaco!". Después empecé a meterme en el mundo de las carreras y notaba que corría y que nada me alcanzaba. Corría un kilómetro, 5, 10, 15, 42… ¡y me quedaba corto! De hecho conocía a un muchacho que entrenaba dos horas y media, y pensaba que yo no podría hacerlo. Después terminé corriendo mucho más por día: en mi época de mayor rendimiento entrenaba casi 6 horas. ¡Ese fue mi mejor momento!

El atleta habla del "mundo" de las maratones y explica que, al contrario de lo que se piensa y de lo que pasa en las distancias menores, en las ultramaratones la solidaridad dice presente aún cuando un competidor se vea afectado por ayudar a otro.

"¡Si te ven flaqueando en algún momento te van a ayudar! La distancia te sensibiliza mucho, por eso es muy normal ver que la gente termina las carreras llorando. Es que después de tanto machacar al cuerpo quedás muy sensible y en algún momento hay que sacar todo eso… Y ocurre al terminar".

“La distancia te sensibiliza mucho, por eso es muy normal ver que la gente termina las carreras llorando”
 
Junto a un grupo de personas corrió en las arenas calientes del desierto
Junto a un grupo de personas corrió en las arenas calientes del desierto

Contaste que corriste en el Sahara ¿corriste propiamente en el desierto, sobre la arena?

—¡No! Esa maratón fue el sobre ruta, pero también corrí en el Sahara donde todo es arena. Fue una experiencia extraordinaria porque nunca había corrido 250 kilómetros en arena.

¿Cómo fue esa competencia?

—La carrera no es continua sino por etapas porque las temperaturas son muy altas y se completan en seis días: las etapas son de 35 kilómetros, excepto la cuarta, que es de 87, y la última, de 42. La parte de médanos es la más difícil porque pasás y se van cayendo, se desarma con cada paso y no avanzás. Después sigue la arena plana, que la más difícil porque se corre a un paso constante, con el pie plano.

Gerardo en medio de la competencia (Runtrip)
Gerardo en medio de la competencia (Runtrip)

Las experiencias de Gerardo son muchas y variadas. Pasó de correr en medio del Sahara y dormir en carpa sobre la arena a correr en medio de una selva de Brasil bajo una lluvia torrencial. Fue una mala pisada en una competencia en la montaña la que lo mantiene alejado de las carreras.

¿Cuál queda pendiente?

—Quedan esas carreras que digo que no quiero morir antes de correrlas. Una es la Comrades, de Sudáfrica, que es cortita. Son 90 kilómetros, pero es la más popular de todas las ultramaratones. De hecho estaba anotado para correrla en julio, pero por la lesión no pude. Y la otra es la Momblan, pero no podré por el tendón. Igual voy a seguir corriendo.

 
Llegada del Espartatlon
Llegada del Espartatlon
 
Mané, la perra de 3 años que acompaña a Gerardo a correr todos los días
Mané, la perra de 3 años que acompaña a Gerardo a correr todos los días

Mientras se toma el "año sabático", como afirma, Gerardo sigue recuperando su tendón y sale todos los días a correr algunos kilómetros. De regreso a casa pasa a buscar a Manú, su perra border collie de 3 años.

"A ella le encanta correr, de hecho no puedo alcanzar su velocidad", afirma y se ríe. Junto Manú participará este domingo del Canicross, en Lomas de Zamora, una carrera no competitiva y familiar en la que los participantes salen con sus perros a caminar o correr.

"No es una competencia. No hay apuestas ni nada de eso, todo lo contrario. Se trata de una oportunidad de que las personas salgan a correr y lo compartan con sus perros. Ellos lo disfrutan y es hermoso ver cómo se divierten corriendo al lado de sus familias", asegura.

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