En plenas vacaciones de invierno, los chicos buscan refugiarse en actividades divertidas para descansar de los días de estudios y juntar ganas para volver a clases. Pero muchas veces, las necesidades de ellos atentan con los "bolsillos flacos" de sus padres y más teniendo en cuenta que según los expertos la canasta de entretenimiento aumentó un 40% en el segmento low cost, un 95% en el selecto y casi un 65% en el premium en comparación con el año pasado.
OPCIÓN LOW COST
Mientras que en 2018 una salida familiar al cine para dos adultos y dos menores (con entrada para la función 3D, balde de pochoclos, 4 gaseosas chicas, 1 golosina, 4 combos fast food y estacionamiento) costaba $2.944 hoy se precisan $4.125 para el mismo paseo.
"A pesar de ese incremento, la salida al cine sigue siendo la más económica porque la podemos combinar con promociones 2×1 que ofrecen los bancos o algunos comercios. Además, ese aumento quedó por debajo de la inflación interanual de junio, que fue del 55,8%", señaló a Infobae el economista Damián Di Pace, director de Focus Market, la consultora que elaboró ese informe.
Sin embargo, teniendo en cuenta que se encuentra en el segmento de salidas pagas low cost su precio resulta muy elevado considerando que se trata de un gasto por un solo día y equivale a más de una y media Asignación Universal por Hijo (AUH).
OPCIÓN SELECTA
Otra de las opciones más requeridas para esta fecha son las obras de teatro protagonizadas por los personajes infantiles del cine y la TV. Una salida de este tipo, con cena incluida, cuesta entre $4.089 y $7.352 para dos menores y dos adultos, según las diferentes opciones de entrada (general o platea) y comida elegida.
Esos valores fueron difundidos por el Centro de Economía Política (CEPA), cuyo director, el economista Hernán Letcher, advirtió que esas cifras se traducen en un aumento de 95% en promedio, en comparación con 2018.
"Este significativo aumento en el sector intermedio de la sociedad podría explicarse a que la pérdida de poder adquisitivo ha sido mucho menor que en el sector más sensible de la sociedad, que destina su dinero a la compra de alimento y no de entretenimiento. Por eso, en términos de ingresos, es más razonable aumentarle a un segmento que puede afrontar ese gasto y no a otro que tiene menos posibilidades de hacerlo", explicó Letcher.
Las salidas que incluyen visitas a parque de diversiones ($556 por entrada), bioparques ($702 los menores y $824 los mayores), parque de camas elásticas ($400 la hora) y toboganes inflables ($350 el pase), en cambio, forman parte de un grupo más selecto que puede destinar mayores ingresos de sueldo al esparcimiento.
"Estamos hablamos de una familia que gana 60 mil pesos mensuales y una salida le implica un 10% de su sueldo", ejemplificó Letcher.
OPCIÓN PREMIUM
En una apertura por nicho de poder adquisitivo, el Observatorio de Políticas Públicas de la Universidad Nacional de Avellaneda (Undav) registró subas de casi el el 65% en la "canasta vacacional de invierno", que incluye un viaje familiar a un destino turístico.
Realizando un promedio entre lo que saldría ir a Bariloche, Córdoba y Mendoza concluyó que el precio estimado para el segmento "premium" sería de 60.176 pesos, lo que equivale a un 64,4% más que el año pasado.
En el caso del segmento "selecto", el promedio de gasto para los tres destinos sería de 58.595 pesos, lo que representa un aumento de 67,2% sobre el año pasado. Mientras que en el segmento "gasolero" alcanza los 50.936 pesos, un 70% más que en 2018. Esto evidencia que las vacaciones más austeras son las que registran un mayor incremento.
Sus autores destacaron que "la coyuntura macroeconómica actual genera externalidades negativas sobre la dinámica del turismo interno", por lo que los "años 2018 y 2019 se presentan esquivos para el consumo doméstico, producto de salarios nominales creciendo por debajo del nivel de inflación general".
Otro factor relevante que incorporó el informe de la Undav es el precio de los combustibles, que sufrieron una importante escalada desde diciembre de 2015, luego de la política de dolarización de la energía, que llegó hasta el 75%.
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