La historia del mono carayá saltando de casa en casa por los techos de La Plata lleva ya varios meses. El caso comenzó a circular por las redes sociales y los medios a raíz de denuncias de ciudadanos consternados a fines de enero. Los diarios locales titulaban notas con la consigna "el mono revolucionó a los vecinos". Lo encontraron dentro de la Escuela Primaria N° 60, caminando por cables de luz, trepando árboles y rejas, y en la casa de los supuestos dueños jugando con medias.
Ahora, el mono más popular de las localidades de Ringuelet y Tolosa se escapó a la vista de las cámaras, la policía y personal de ECAS (Estación de Cría de Animales Silvestres) en los brazos de una adolescente que escapó en la moto conducida por otro joven. Ocurrió en la calle 2 bis entre 515 y 515 bis, en el frente del establecimiento educativo.
El móvil de TN acudió a esa dirección tras la denuncia de los vecinos. Había revisado la basura, se había trepado al interior del colegio a través de un árbol hasta que una joven llegó, ingresó a la escuela, lo alzó y se lo llevó en moto, sin más. Los habitantes del barrio se dividen entre aquellos que lo creen inofensivo, que lo toleran y lo ven como una mascota pintoresca, y entre otros que le temen. Lo cierto es que el animal aún no pudo ser capturado por agentes de la Dirección de Flora y Fauna de la Provincia de Buenos Aires, y convive entre los vecinos de la localidad.
El mono, de color negro y especie carayá (Alouatta caraya), es el primate más grande del continente americano, según la referencia de la Fundación Temaikén. Se los conoce como monos aulladores porque sus sonidos pueden ser oídos a más de un kilómetro y medio de distancia. Habitan Paraguay, sur de Brasil, norte y este de Bolivia, y las riberas e islas de las provincias de Chaco, Corrientes, Formosa, Misiones y Santa Fe.
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