Murió en julio tras una cirugía plástica y la Justicia determinó que no hubo mala praxis

El viernes 6 de julio, Tamara Gómez ingresó al quirófano de la Clínica Modelo de Santa Rosa, La Pampa, con el objetivo de realizarse una lipoaspiración. La cirugía plástica no debía implicar ningún riesgo, sin embargo a las 48 horas de la intervención, previo a que fuera dada de alta, murió.

Por aquel entonces, la familia de la mujer denunció a los médicos que la atendieron y reclamaron que no les explicaron qué fue lo que pasó. La denuncia recayó sobre los médicos Jorge Carlos y Mariano Jáñez, pero no prosperó en la Justicia: el fiscal Oscar Cazenave desestimó la denuncia por mala praxis.

Luego de seis meses de investigación, Cazenave consideró que "no hay indicios de que los médicos hayan incurrido en mala praxis o abandono de persona, y archivó la causa judicial".

Según publicó El Diario de La Pampa, el informe pericial, realizado en Instituto de Ciencias Forenses de Junín, arribó a la capital provincial a principios de diciembre, en el cual se detalló que no existió violación de los deberes de cuidado o conducta negligente de parte de los médicos.

Con esa prueba en sus manos, el fiscal Cazenave archivó la denuncia. De todos modos, la madre de la mujer, Norma Boock, consideró que hubo mala praxis y abandono de persona de parte de los médicos. "Siento mucho dolor", declaró en Radio Pampean LU 33.

Los médicos informaron a la familia que la mujer tuvo un paro cardiorespiratorio, que había sido un caso fortuito y que en la operación había estado "todo bien". Gómez era mamá soltera de un nene de 12 años y también vivía en Santa Rosa.

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