Patricia Manusovich: "Creemos que es necesario que la DAIA tenga un código de ética, políticas y procedimientos que aborden distintas temáticas"

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Con la elección de la nueva conducción de la DAIA, Patricia Manusovich se convirtió en la primera mujer en integrar la comisión directiva de una ONG judía.

Manusovich, que se desempeñará como prosecretaria de la entidad comunitaria, visitó los estudios de Infobae, donde consideró necesario "que la DAIA tenga un código de ética, políticas y y procedimientos que aborden distintas temáticas". A continuación, la entrevista:

—¿Cómo te sentís siendo la primera mujer en integrar la Comisión Directiva de  DAIA? 

—Y, la verdad se me suman un montón de sentimientos. Por un lado fue un camino muy intenso, arduo, pero el hecho de llegar la verdad se vive como un gran logro, una gran satisfacción. Y siendo mujer muchísimo más. El liderazgo femenino en la comunidad judía al igual que a cualquier nivel de organización de la sociedad argentina es muy bajo, y que hoy ocupe un lugar de decisión es un gran logro. Estamos queriendo empoderar a las mujeres, estamos queriendo que las mujeres lleguen a más lugares de decisión, pero no porque esto se vea bien o sea lo correcto sino porque verdaderamente consideramos que es algo inteligente, es algo que aporta diversidad de ideas, creatividad. Nos puede dar nuevas maneras de solucionar conflictos. La verdad que nos enriquece. Así que desde ese lado estoy más que entusiasmada, con muchísimos proyectos y con muchísimas ganas de hacer cosas.

—Con DAIA, ¿cuál creés que es el desafío esencial para ser una comunidad muy importante en la República Argentina?

—En principio lo que nos proponemos como gran tarea es recuperar la institucionalidad y la imagen de la DAIA. Cómo nos proponemos hacer esto, en primer lugar crear un programa de integridad, un programa de integridad que abarque, sea transversal a toda la DAIA. Creemos que es necesario que tenga un código de ética, políticas y procedimientos que aborden distintas temáticas; como ser manejarse con funcionarios, temas de fraude, anticorrupción, regalos, donaciones. Queremos claridad y transparencia para así poder recuperar lo que es una institución de prestigio para toda la comunidad. Dentro de la comunidad queremos lograr un acercamiento con todas las organizaciones, queremos una DAIA plural, representativa. Cuando hablamos de representatividad lo que queremos es que el otro sea parte fundamental de nosotros mismos. Hablar de diversidad y representatividad sin inclusión también es poca cosa. Queremos inclusión, que desde la diferencia cada uno se sienta parte de un gran equipo. Y cuando hablo de un gran equipo, hablo de cada una de las organizaciones de esta gran comunidad.
Nos proponemos una DAIA inclusiva, diversa, con valores, renovada. Ese es el gran proyecto que tenemos, acercarla a toda la comunidad judía. Nos hayan votado o no, a todas las organizaciones sin diferencias políticas, sin diferencias de religión, sin diferencias de credo.

—La DAIA tiene una importancia y un respeto en su trayectoria, incluso en el diálogo interreligioso y en los reclamos por justicia.

—Es un valor que hay que potenciar y hay que seguir en ese camino porque todo lo que se vino construyendo está bueno y hay que seguir construyendo desde ahí. Y la verdad es que es la representación política de toda la comunidad, tanto nacional como internacional. Con lo cual es una gran institución, es una organización de prestigio, y es una organización donde están presentes absolutamente todas las organizaciones de la comunidad. Tenemos 130 afiliadas en la actualidad.

—Como organización política ha venido reclamando sistemáticamente por el esclarecimiento de los atentados, de la embajada y de AMIA, que siguen todavía en un tránsito judicial inexplicablemente con el paso del tiempo, ¿no?

—Sí, siguen y hace mucho tiempo que es un proceso que se va evaluando y esta nueva DAIA, esta nueva comisión, va a seguir evaluando y va a seguir en el mismo camino. Creando nuevas alternativas, debatiéndolas y viendo la manera de seguir adelante. Pero siempre bajo el lema de la verdad y la justicia.

—¿Qué percepción tenés respecto de algunas expresiones de fenómenos de antisemitismo? El mundo hoy está en un momento de retorno a los nacionalismos peligrosos, ¿cómo lo vivís en general y en particular en la Argentina?

—Después de la historia que tenemos, uno tiende a pensar cómo puede ser que nuevamente volvamos y tengamos que vivir esta parte de la historia y lamentablemente es así y es la realidad que nos está llegando. Hay una gran carencia de valores en el mundo y creo que gran consecuencia de esto es lo que está surgiendo. En la Argentina también se viven hechos de antisemitismo, hechos de discriminación, y la DAIA participa en esto; de hecho, es la gran misión de la institución para terminar con los actos de discriminación o luchar contra los actos de discriminación, antisemitismo, trabajar conjuntamente con el INADI. Es lamentable que tengamos que vivir con eso, pero la principal misión que tenemos es la de poder terminar con estos actos de discriminación y de antisemitismo que hay en la Argentina y en el mundo.

—¿Sentís que se vive en la Argentina un particular momento otra vez de discriminación?

—Son hechos aislados. No te puedo decir que hay un movimiento conjunto pero sí se viven hechos aislados de discriminación. Porque de hecho lo demuestran los últimos estudios que han existido y que la misma DAIA produjo. La cantidad de hechos de discriminación que han sucedido y más que nada la cantidad que se han producido, promovido, por medio de las redes sociales. En la actualidad te diría que es la vía por excelencia por la que se vienen registrando estos hechos. Pero la verdad, lo podemos negar o no, pero la realidad de los hechos es que existen y uno lo vive.

—¿Como mujer judía cuál es el mayor desafío desde tu lugar mirando la comunidad?

—El mayor desafío para mí es crear una institución íntegra, diversa y con valores. Cuando hablo de valores mi principal desafío es que estos no sean una simple declaración. El principal desafío que enfrento es que todos podamos vivir estos valores y que la gente perciba que cuando uno habla del ser íntegro verdaderamente podamos crearla. Una DAIA que sea ejemplo de valores no solo por lo que promulgamos sino por lo que predicamos con el ejemplo. Mi principal desafío es que la gente vuelva a creer en esta institución y sientan que ellos pertenecen si son parte. Este es el principal desafío.

—La carencia de mujeres en los órganos de gobierno, de participación, ¿es una expresión del machismo argentino?

—Lamentablemente.

—¿Somos muy machistas?

—Lo que sí te puedo decir es que a la luz de los resultados hay muy pocas mujeres en los espacios de decisión. Y esto es extraño cuando uno ve que la fuerza laboral de la mujer es el 47% y los espacios de decisión, cargos directivos que hoy ocupa la mujer, alcanzan en las empresas que cotizan en bolsa un 10% y en total no llegan a más del 17%. Pero creo que algo está cambiando en la sociedad y en el mundo. La mujer se está movilizando y ha tomado conciencia de que también tiene que pedir ese lugar porque sabe  que puede llegar y que existe ese espacio en donde puede llegar. Entonces está la responsabilidad quizás de los poderes públicos de crear e incentivar con políticas públicas la presencia de la mujer. Verdaderamente aportaría mucho a las empresas y a cualquier tipo de organización la presencia de las mujeres en los espacios de decisión.

—¿Cómo vivís el fenómeno de la investigación de Alberto Nisman?

—Es un hecho del que todo el mundo reclama justicia. Es un tema que uno vive con cierta frustración porque reclamar justicia sin tener la respuesta te lleva a una especie de frustración y un ánimo de decir: la comunidad judía y la sociedad argentina necesita verdad y necesita terminar con los temas; sentirse satisfecha de saber qué pasó.

—Y prontamente.

—Y prontamente. Porque la verdad que justicia, de acá a una cierta cantidad de años, se transforma en no justicia.

—Totalmente.

—La gente en cualquier ámbito de la vida necesita tener respuestas para poder terminar y pasar a otro escalón.

 

La entrevista completa: