Aún no había llegado a Soria, un municipio español con menos de 40 mil habitantes al que lo separan casi 250 kilómetros de Madrid. "Estaba en un supermercado comprando algo de comida para seguir el viaje. Empecé a pedalear hace dos semanas y el destino era Portugal. Pero escuché que la final de la Copa Libertadores iba a jugarse en la capital y no lo dudé: llamé a un amigo, le conté que ya estaba yendo a Madrid y le pedí que por favor me consiguiera una entrada".
El desenlace de la odisea de "Pocho" se cuenta desde el principio: llegó a Madrid, tiene la entrada en su poder y vivirá desde las 16.30 el partido definitorio entre River y Boca. "Me dicen 'Pocho' por (Federico) Insúa, ex jugador de Boca. En ese momento mis amigos me vieron un parecido y por mi fanatismo comenzaron a llamarme así. La realidad es que no me parezco en nada"; dijo a Infoba
"Arranqué en Barcelona, me compré la bicicleta, estuve por Pirineos, durmiendo en carpa, viajando con la bici. Me quedo en la casa de las personas que quieran ayudarme. Ya hace cinco meses que empecé esta travesía y en ese tiempo me encontró un perro y lo adopté. Se llama Vito y está conmigo. Compré un carro para poder llevarlo agarrado a la bicicleta", agregó.
"Estoy matado, aumenté el ritmo, estoy cerquita, voy a llegar bien, pero no doy más", fueron las frases sueltas que lanzó Agustín hace algunos días, durante el primer contacto con este medio. Su incursión europea comenzó de la mano de su hermano, con quien recorrió varias ciudades en auto durante 20 días. "Él se volvió a Buenos Aires. Durante varios veranos fui al sur argentino, pero quería hacer un viaje más largo. Pensé en España, tengo primos en Málaga y además me juega a favor la doble nacionalidad. Eso me permitió viajar más tiempo y trabajar acá", relató.
Fotógrafo de profesión y artista de alma, llegó a cambiar imágenes por hospedaje en varios sitios españoles. "En Argentina estudié teatro, cine, laburaba de eso. También me gusta hacer videos graciosos y subirlos a Instagram. Ahora estoy en esa: viajando y viendo a qué lugar me lleva todo esto", manifestó Agustín, quien confesó haberse desconectado del fútbol durante todos estos meses.
– En Madrid no vas a poder acampar, ¿dónde estás durmiendo?
– En la casa de una amiga que conocí en Francia. Seguramente me quede una semanita, después veré si sigo para Portugal o para dónde voy. Con respecto a los gastos ahorré bastante antes de venir pero igual no gasto nada. Solo en arroz o en campings que sí pago para poder bañarme. Pero si no, acampo con Vito, instalamos la carpa y dormimos en cualquier lugar".
– ¿Estás metido en la final?
– Totalmente, acá ya hay clima de partido, es una sensación rara, que extrañaba y me gusta estar viviendo nuevamente. Estaba desconectado del fútbol. Soy de Boca desde chico por mi vieja, por mi familia, somos todos de Boca. Iba a la cancha seguido, pero desde que vine acá me despreocupé. Y ahora me estoy volviendo loco.
– ¿Estás trabajando?
– No. Tampoco gasto mucho, diría que no gasto casi nada. Me hago arroz, fideos y lentejas. Cada 10 kilómetros hay un pueblo. Tampoco hace falta llevar 50 kilos de comida en la bicicleta. Aparte voy con el perro atrás y eso ya es un esfuerzo doble, hay que pedalear más. De acá a unos meses voy a tener que frenar y laburar de algo, de mozo o no se de lo que surja.
– ¿Te gusta vivir en Europa?
– Me gusta estar viajando por Europa, pero no quisiera vivir acá. Sí es cierto que hay muchas reglas y se respetan. Si no llevás casco te multan. Si escuchás música mientras andás con la bicicleta, te multan. Acampar está prohibido, yo lo hago, pero me pueden multar. Me quiero ir a Centroamérica y seguramente seguir viajando con la bicicleta, por Sudamérica, tengo el sueño de ir de Costa Rica a la Argentina en bici.
– ¿Y ahora? ¿Tu viaje cómo sigue?
– Mi viaje es volátil. Voy cambiando de rumbo. Así como vine acá me puedo ir para cualquier lugar en cualquier momento. Pero no sé, dejame disfrutar el partido. Para lo otro ya tendré tiempo. De a poquito, primero el partido.
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