Tambores, color y ritmo: el día que una murga rioplatense hizo vibrar a Roma

La semana pasada se realizó el Murga Fest en la capital italiana, un encuentro en el que europeos y representantes argentinos se dieron cita para potenciar el desarrollo de las agrupaciones murgueras que llevan diez años de presencia en el Viejo Continente

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Un encuentro de murgas en Italia reunió a cientos de personas
Un encuentro de murgas en Italia reunió a cientos de personas

Por Ezequiel Medina

Es sábado y Gonzalo Teijeiro prepara termo y mate para ir directo desde su casa del centro de Roma hasta la estación Monte Mario, a unos cuarenta y cinco minutos de Roma Tuscolana. Allí, en las instalaciones del ex Hospital Psiquiátrico de Roma, más puntualmente en la ex lavandería de ese complejo, se encuentra el centro cultural que la comuna de la ciudad impulsó años atrás y donde en los últimos días tuvo lugar la segunda edición del Murga Fest, un encuentro murguero que reunió a agrupaciones europeas y representantes argentinos.

"El encuentro fue generado por el Foro Murguero de Roma. Aunque parezca un poco extraño, los italianos descubrieron este género de la música y la cultura rioplatense y desde entonces no para de crecer", comenta Gonzalo, que desde hace poco más de un año es un residente argentino en Italia y lleva adelante junto a dos colegas suyos talleres participativos de improvisación.

Un fenómeno en expansión

El Murga Fest es el resultado de una gran cantidad de acciones que se vienen desarrollando en toda Europa. Desde la crisis de 2001, cuando muchos argentinos emigraron, se produjo paralelamente un arrastre de su cultura y hasta tierras europeas llegó la murga.

Hay más de 20 murgas que tienen sede en distintas ciudades italianas como Roma, Nápoles, Bologna, Padua y Milán, entre otras. También están las que encuentran su sede en Barcelona o Madrid, mientras que también hay agrupaciones en ciudades como Berlín o Bielefeld, Alemania, e incluso grupos en Dinamarca. Lo curioso es que varias de estas murgas fueron creadas por europeos que tomaron esta corriente artística y la fueron desarrollando en sus comunidades.

En el “Murga Fest” conflueyeron murgueros europeos y argentinos
En el “Murga Fest” conflueyeron murgueros europeos y argentinos

Una de las experiencias más pintorescas es la de Diego Cancino, quien fundó la agrupación de murga Los Cometas Felices en Bielefeld, a unos 400 kilómetros al oeste de Berlín. "Cuando llegué a Alemania, empecé con la idea de armar una murga. Siempre mi punto inicial fue involucrarme socialmente en las actividades comunitarias y conocerlas desde adentro. Desde ahí encontré el espacio para comenzar con esto, las primeras personas que se sumaron en la plaza eran mujeres de unos 60 años o más, y fueron esas alemanas las que tocaban y cantaban, así comenzamos hace más de cinco años", señaló Cancino.

El programa planteado por el Murga Fest se compuso de laboratorios de murga para principiantes, intermedios y avanzados donde se contó con la participación de dos invitados argentinos: Juan Brusse y Pippi Ayelén.

Desde el primer día al final del festival estuvieron abiertas las puertas del centro cultural a todos los que quisieran acercarse. Participaron más de dos mil visitantes y fueron quinientos los murgueros que se hicieron escuchar durante las jornadas. Los talleres y foros se llevaron a cabo en lengua italiana, con traducción simultánea para los participantes argentinos.

En el Murga Fest se pudieron escuchar los casos más insólitos sobre las experiencias de cada uno de los argentinos que viven en el exterior y de todos los locales que adoptaron la cultura rioplatense. Algo que une a todos en ambas orillas del planeta es la base social y participativa con la que engendraron cada agrupación, porque no hay una agrupación de todas las existentes que no tome como eje cuestiones sociales o que no participe activamente en las actividades del barrio.

Claro está que en todos los talleres se debatió no sólo el modo en el cual se baila, o se canta, o se conduce y dirige un desfile, sino también el sentido de las letras, la composición de los temas, el valor político-cultural y el sentido social de la murga; y esto último resonó muchísimo en todos los días, porque en el contexto social migratorio que viven hoy los países europeos no es un punto menor el abordaje de ello desde el arte.

Escenas del Murga Fest en Roma
Escenas del Murga Fest en Roma

El final llegó con mucha energía y música de la mano de grupos como Quilombo, o Los 3 Saltos, que hacen versiones de cumbia y murga en versión italiana. Por otro lado, varios disfrutaron de una puesta en escena de jam session con el grupo Play the ritmo.

En todo momento del encuentro, los presentes compartieron mucho "che", muchos mates, dos tipos de yerba según la orilla del cebador, algún mazo de cartas con el que se jugó al truco; brillantina, maquillajes, banderas de todo tipo, y muchos colores. Una camaradería que supera el obstáculo de cualquier idioma.