El miedo silenció el festejo celeste, que tuvo pocos gritos y muchas sonrisas apagadas

"La diferencia entre ellos y nosotros es simple: acá tomamos mate y allá no paran de consumir alcohol". La frase le corresponde a un hombre de unos 40 años, que prefiere no revelar su nombre, aunque le cuenta a Infobae que es oriundo de Córdoba, que vino con amigos y que "apenas termine la votación, nos volvemos rápido, por las dudas".

Sus dichos se anticipan a lo que pronto dirán desde el escenario central: "Les pedimos a todos los presentes que apenas se cierre la votación empiecen a caminar por Entre Ríos, no vuelvan por Yrigoyen. Repetimos: no regresen por Yrigoyen". La directiva se dio 20 minutos antes de que el Senado rechazara la legalización del aborto, que ya había tenido media sanción en la Cámara de Diputados.

"Quizás el habernos sentido ganadores durante todo el día hizo que mucha gente decidiera irse antes, aunque el rumor de que desde el otro sector provocarían incidentes sí nos generó miedo, no te lo voy a negar", cuenta a Infobae Mario Fernández, de 56 años, oriundo de Misiones, quien sostiene una pequeña bandera de argentina y celebra el resultado final con algunos abrazos, una pequeña sonrisa y el arranque inmediato de una caminata que lo llevará hasta el micro que lo devolverá a su provincia.

"Esta lluvia de mierda no quiere parar, son los verdes, que no paran de llorar". El cantito de un grupo de no más de 10 personas generó el repudio del resto. "Llegamos hasta acá con respeto y nos vamos a ir de la misma manera", le dijo una mujer, al pasar, a uno de los jóvenes que cantaba.

Cuando la votación final determinó el 38 a 31 en contra de que se legalice la interrupción voluntaria del embarazo, el estallido fue genuino, aunque escueto. Abrazos, lágrimas y un "Argentina es 'pro vida'" al unísono. Entonaron el himno y volvió a ocurrir el rezo, protagonista de una jornada fría en la que las plegarias y las miradas al cielo fueron una constante. Sobre una pared de la calle Yrigoyen, allí en donde permanecieron durante todo el día las miles de personas que se manifestaron en contra del proyecto de ley, una imagen de la Virgen María ofició de altar ante una decena de personas que le regalaron sus últimas oraciones.

Desde el "lado celeste", la votación se vivió a través de dos pantallas separadas por 100 metros. La más grande estuvo ubicada en el escenario central, ubicado en la intersección de Yrigoyen y Entre Ríos. Allí permaneció el grueso de la gente y fue en ese mismo lugar en el que alrededor de 2 mil personas soportaron el frío y la lluvia. Los fuegos artificiales, preparados para celebrar en caso de que la votación resultase favorable, fueron utilizados previo al desenlace para "facilitar la rápida desconcentración". 

Desde la mañana, decenas de carpas fueron el refugio de muchos que buscaron allí la complicidad y el acompañamiento de fieles que llegaron desde toda la Argentina . Se abrazaron, compartieron sus rosarios y mantuvieron sus ojos cerrados: "Nos sirve para poder estar intercediendo a favor de que no salga la ley, de que apoyemos las dos vidas. Se ora por la Argentina, por los senadores, por la ley", había dicho cerca del mediodía Ernesto, miembro de Juventud por una Misión.

"Estuve aquí, el 13 de junio, cuando éramos menos de 100 personas escuchando cómo del otro lado del vallado celebraban la media sanción de una ley que no compartimos. Hoy nos toca estar felices a nosotros, pero no lo considero como un acto de revancha. Estamos hablando de salud y los legisladores deberían trabajar para que nadie sufra o muera. Lamentablemente no podemos celebrar demasiado porque tenemos temor que puedan venir a enfrentarnos", sostuvo a Infobae Luciana, una joven misionera de 21 años.

La preocupación que generó precauciones en cuanto a la desconcentración de todos los grupos y al temor de que pudieran ocurrir enfrentamientos o agresiones no tuvo ninguna consecuencia. Si bien las organizaciones "pro vida" no llevaron a cabo ningún acto posterior, con el objetivo de que los manifestantes se retiraran lo más rápido posible, no se registraron enfrentamientos ni hechos de violencia en el "sector celeste". 

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