La familia que pintó su apellido en el volcán Lanín pidió disculpas y vuelve para limpiar su "obra"

Los Pérez Beneteau nunca imaginaron que su "pequeño ritual" -como lo llamaron- iba a terminar tan mal.

Durante una visita de Semana Santa, la familia completa salió de la ciudad de Neuquén, donde viven, rumbo al Parque Nacional Lanín. Allí pasaron el día disfrutando de la naturaleza y a la hora de partir, como si quisieran quedarse para siempre en la naturaleza, cometieron la torpeza: pintaron de blanco un montón de piedras y con ellas armaron el mensaje que luego circuló por las redes sociales:

"Flia Pérez Beneteau 31 – 3 -18"

Pintadas con liquid paper, las piedras parecen ser un cartel gigante en medio del volcán. Alguien recogió esa foto, la posteó en Twitter y la gente estalló en críticas.  Hubo insultos, burlas, acusaciones de criminales, todo lo que se hace habitualmente detrás de la máscara de las redes.

Pero según cuenta Horacio Pelozo, Intendente del Parque Nacional Lanín, la "obra" no es tan grande como se ve en la foto sino que se genera ese efecto por la perspectiva.

La historia no quedó solo en las críticas y los miles de retuits que se generaron. La familia, arrepentida desde el primer momento, tomó cartas en el asunto y se hizo cargo. Llamaron a Parques Nacionales y dijeron que habían sido ellos. Pidieron disculpas y se ofrecieron a ir a limpiar lo que habían hecho. Eso sucederá mañana martes.

"Mis viejos no son malas personas, y lo hicieron de ignorantes y con inocencia con un material lavable en agua y biodegradable, se equivocaron y lo aceptan y se pusieron a disposición del parque para lo que se necesite, el cual no les pidió nada", publicó Paula Pérez Beneteau (21), hija de Ricardo y Fabiana, los verdaderos responsables de la pintada. Ella y su hermana menor también estaban en el paseo, pero no fueron parte de la intervención.

En diálogo con Infobae, Paula dice: "Fuimos a modo de caminata. En un momento me separé de mis padres y ahí fue cuando escribieron en la roca, que no estaba al lado del volcán como se ve en la foto y la escritura era el triple mas chica de lo que se ve".

"Cuando me dijeron que escribieron a mí no me pareció correcto y en el fondo sabía que algo como esto iba a pasar, porque es un Parque Nacional, un área protegida y conservada. No se puede rayar ni modificar nada, soy estudiante de guía de turismo, eso lo sé muy bien. Pero bueno ellos no vieron la gravedad de lo ocurrido y por así decirlo no me escucharon. El lunes pasado me llegó el primer mensaje y ahí me di cuenta de todo lo que se iba a venir", agrega.

El Intendente Pelozo, por su parte, también destacó la actitud de la familia: "Se pusieron en contacto con el Parque diciendo que estaban a disposición porque se habían equivocado. Les agradecimos el gesto y les explicamos que era una infracción y que había una multa. No es muy común que se haga cargo la gente así que nos parece que fue algo bueno después de todo, porque ayuda a visibilizar que hay un cambio de hábito, que estas cosas ya no se pueden hacer. Nadie es perfecto así que ponemos en valor su gesto".

La multa, explica, no tiene un valor fijo. El caso va al área de Infracciones, consultan con la Asesoría Jurídica, y después de un proceso el Intendente decide cuántas unidades de multa se le aplican. Teniendo en cuenta el atenuante del arrepentimiento, el valor estimado de la multa estará probablemente entre 3 mil y 5 mil pesos, aunque todavía no se definió.

"La lección que nos deja todo esto es que errar es de humanos, que sí, que se equivocaron y actuaron desde la ignorancia, pero que todo se puede solucionar y ellos lo van a hacer. Ojala se termine la violencia. Hay personas que hasta me desearon la muerte y con eso no se juega. Hay mucha maldad, a la gente que se enojó la entiendo y la respeto. Me llegaron muy buenos mensajes también agradeciéndome por dar la cara y los respondí a todos de la mejor manera", agrega Paula, que se confiesa golpeada por la situación pero sabe, y lo dice, que la próxima visita que realice la familia va a servirles como lección de vida.

"No somos así", dice. "Fui criada con buenos valores y ante todo, con respeto. Si se obra mal, si se genera un daño, mientras sea reparable se puede solucionar", concluye.

Lo sabe, no siempre es malo borrar con el codo lo que se escribió con la mano.