“Atractiva”, “tetas”, “cachonda”: la tesis que reveló cómo se habla a escondidas de las mujeres economistas

Alice Wu tiene 22 años, se recibió de economista en Berkeley y destapó la olla sobre los estereotipos de género en el ambiente. En diálogo con Infobae, habló de una cultura sexista y un ambiente tóxico.

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Esta no es la historia de una economista consagrada candidata a un premio Nobel o a ocupar un ministerio en un país poderoso. Esta es la historia de una joven economista -22 años cuando sucedió todo- que se propuso alumbrar el interior de una letrina y ponerle datos concretos a lo que se conoce como "estereotipos de género".

Durante los años en los que estudió Economía en la Universidad de Berkeley, Alice H. Wu vivió en la matriz de una cultura sexista conocida por todos pero difícil de probar: si bien en el mundillo académico muchos fingían que no había diferencias entre las mujeres economistas y los hombres, por lo bajo creían otra cosa.

¿Qué son los estereotipos de género? Según la definición de Naciones Unidas, son las opiniones o prejuicios acerca de los atributos que hombres y mujeres poseen (o deberían poseer) o de las funciones sociales que ambos desempeñan (o deberían desempeñar). Por ejemplo, si el estereotipo dice que las mujeres son más irracionales, más protectoras y más sensibles que los hombres, resulta natural que muchos crean que no son buenas para ser economistas pero sí para ser maestras jardineras. 

Cuando llegó el momento de hacer su tesis de grado, Alice Wu eligió despellejar un blog muy popular en el ambiente, ampliamente usado por economistas para compartir información sobre candidatos a tal o cual empleo. Era un blog que conocía desde antes: "Recuerdo que quedé en shock la primera vez que vi el contenido sexual explícito de los posts, el racismo y el sexismo en el sitio", dice a Infobae.

Que los posteos fueran anónimos (analizó más de 1 millón), fue de gran ayuda para capturar ese doble estándar entre lo que se dice y lo que se piensa cuando las luces de la corrección política se apagan. 

En su tesis (para hacerla programó y entrenó un algoritmo hasta el cansancio), Wu logró probar que cuando se habla de manera anónima de hombres economistas se hace referencia a sus cualidades profesionales. Cuando se habla de las mujeres, en cambio, se desvía el foco hacia su apariencia física y sus características personales y se minimiza cualquier logro profesional.

"Caliente y cachonda" (hot/ horny), atractiva, embarazada, hermosa, tetas, lesbiana, bang (una forma vulgar de decir "tener sexo con") son, según su investigación, las palabras que mejor predicen que un post se refiere a una mujer. Las que mejor predicen que se está hablando de un hombre arrancan con "homosexual" pero las siguientes no tienen que ver con cuestiones personales: "filósofo", "entusiasta", "motivado".

En el blog que analizó -se llama Economics Job Market Rumors forum- Wu encontró muchas otras palabras que predicen que se está hablando de una mujer economista: "Durmió" (con), "casarse", "feminazi", "violada", "alegre", "fea", "desnuda" e incluso "vagina" y "prostituta". Para ellos, encontró palabras como "conferencias", "brillante", "juicioso", "Nobel".

El año pasado, un profesor de la Universidad de Michigan describió el hallazgo en el New York Times: fue, en el ambiente, como haber pateado un hormiguero. "No sabía qué esperar cuando comencé este proyecto -explicó Alice Wu a Infobae-. El resultado fue impactante en el sentido de que los estereotipos de género en el lenguaje y las diferencias entre los temas de las discusiones entre uno y otro género revelan un ambiente tóxico en este foro anónimo. Para algunos, esto es un indicador de los problemas en la cultura subyacente de la profesión".

De eso habló en las conclusiones de su investigación: "El ambiente informal de este foro no puede ser una excusa para conversaciones con estereotipos de género, y no se debe abusar de la libertad de expresar opiniones anónimas para crear una sensación de aislamiento que pueda ser desalentadora y perjudicial para el desarrollo académico y profesional de todos los géneros".

Wu, que ahora comenzó un doctorado en Harvard, cree que apenas dio un paso: "El foro está lleno de mensajes sexistas pero solo refleja una pequeña parte de los desafíos que enfrentan las mujeres economistas", se despide. "Me complace ver que este estudio ayuda a desencadenar una discusión abierta sobre cuestiones de género en Economía".

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