Raanan Rein: "Hay que incrementar los vínculos pueblo a pueblo entre Argentina e Israel"

(Enviada especial a Tel Aviv) Infobae visitó al profesor Raanan Rein, vicepresidente de la Universidad de Tel Aviv y titular del Instituto de Estudios Latinoamericanos de la TAU, experto en historia del peronismo y autor de la teoría de las "segundas líneas", crucial para profundizar gran cantidad de aspectos del período original (1945-1955) que el relato oficial había invisibilizado. Entre varios edificios donados al campus se destacan el dedicado a estudios de ciencias de la familia, un aporte de la familia Werthein, y el puente que se está construyendo entre el edificio Argentina y el edificio Gran Bretaña, donado por los Smolarz.

—¿Los estudios latinoamericanos son valorados, o son marginales aquí en la Universidad de Tel Aviv?

—No son marginales para nada. Obviamente, los estudios relacionados con  el Estado de Israel y la historia del pueblo judío y el Medio Oriente son más relevantes en esta universidad, también los estudios sobre China y la India, en este momento. Sin embargo, los estudios latinoamericanos tienen una larga tradición y peso. En general, cuando uno pasea por los caminos de este campus, se va a encontrar con que la biblioteca central donada por una familia mexicana judía, va a entrar en el edificio México que es el edificio de la escuela de cine, va a entrar en el edificio Argentina que es la facultad de ciencias de la vida, va a escuchar una conferencia en el auditorio Venezuela que está en ciencias sociales, va a dormir en alguno de los dormitorios donde estarán nombres de Brasil, Venezuela, Argentina, etcétera.

—Y también se va a encontrar con este puente donado por otra familia argentina.

—Sí, donado por la familia Smolarz, que va a unir los dos edificios de la facultad de ciencias de la vida, donde se estudia biotecnología y todos los aspectos de la biología. Uno es el edificio Britania y el otro es el edificio Argentina, y este puente va a conectar ambos edificios. América Latina y Argentina en particular siempre estuvo presente en este campus. Tenemos el edificio de cultura y de historia de América Latina y actualmente hay 20 alumnos de maestría y doctorado que investigan aspectos puntuales, desde el partido comunista en Uruguay, hasta la reforma agraria en México, la inmigración mesoriental a Sudamérica, empleadas domésticas en Argentina en la década del 60, comunidad palestina en Chile. Y no soy el único profesor, hay otros tres más, uno nacido en Israel como yo, otra en Uruguay, otro en Chile.

—Usted viaja una o dos veces por año a nuestro país, o sea, nos conoce muy bien. ¿Cómo está analizando el momento por el que están pasando la Argentina y el estado de Israel en este momento?

—Hay un gran empuje actualmente en las relaciones bilaterales, que está basada en una base firme a lo largo de los años tanto en gobiernos radicales, peronistas, civiles y aun militares, pero ahora se percibe un esfuerzo especial en el actual gobierno para estrechar los lazos en ambos países. Pero lo importante es no limitarnos al aspecto político y de seguridad, sino también poner énfasis en las relaciones pueblo a pueblo, las relaciones culturales, académicas, turísticas. En este sentido, los vuelos comerciales directos que espero comiencen en pocos meses pueden colaborar de forma muy importante. Sería un error limitar la relación a aspectos estado-estado, sin incluir el pueblo-pueblo.

—Lo que vi en las calles de Jerusalén y Tel Aviv es una gran cantidad de argentinos visitando Israel como turistas, incluso no judíos, muy interesados en la vida y la historia israelí.

—Aún son reducidas las visitas, desde mi punto de vista. Se pueden incrementar mucho más. Creo que hay que romper esquemas binarios, que ven lo que está sucediendo en Medio Oriente como en blanco y negro, sin entender la complejidad, los grises que hay en esta región. Adoptar una posición simplista que ve nada más un lado o el otro, es muy problemático. Y no hay otra manera que a través del diálogo directo con la calle, con las instituciones, con el pueblo, con la gente. Es importante aumentar el intercambio. Hay muy pocos estudiantes argentinos en la universidad, si se lo compara con otros países del mundo, incluidos de América Latina. En esta Universidad, hace cinco años había 7 estudiantes de la India, hoy en día tenemos 200. Ese incremento es porque ambos gobiernos decidieron destinar fondos para posibilitar a estudiantes indios estudiar en universidades israelíes. Eso ya se nota solo al caminar por las calles del campus.

—¿Y cómo estás viendo la Argentina en este momento? ¿Creés que podrá cerrar la grieta?

—Desde afuera, lo que se ve es un proceso grande de transformación, un esfuerzo gigante para reforzar las instituciones y asegurar el mantenimiento de una democracia parlamentaria. Me parece muy importante. Sin embargo, cualquier gobierno tiene que elaborar sus políticas teniendo en cuenta que tiene que ganar de a poco, también, el apoyo de los que no estaban a su lado en principio, de los que no lo votaron. Tienen que evitar caer en la trampa de la soberbia, en este hybris, como decían los antiguos griegos.

—Esa enfermedad del poder que tuvo Cristina.

—Sin ninguna duda tuvo esa enfermedad. Hay que ir buscando consensos, achicar esa grieta, dialogar y no hay que aprovechar el poder de mandar con una limitada mayoría. Desde afuera miramos con cierto asombro los incidentes callejeros durante la reforma previsional. Creo que podrían hacer las cosas de otra manera, consiguiendo los mismos resultados.

—¿Dirías que hay una oportunidad para profundizar los vínculos?

—Sí, sin ninguna duda. No tienen las mismas reservas que tenía el gobierno anterior con sus lazos con algunos regímenes muy hostiles con Israel como Chávez. Hay una ventana de oportunidad para mejorar los lazos en todos los ámbitos, yendo más allá de la política y de la seguridad. Hay que asegurar que la nueva industria de high technology tenga más presencia en Argentina, que la innovación y la colaboración científica y técnica se profundice, creo que pueden intensificarse las relaciones a través de esos aspectos.