Mario Poli: "Se cierran las puertas del corazón de los hombres que deben dar empleo digno"

En el marco del día de San Cayetano, el arzobispo de Buenos Aires, Mario Poli, presidió la misa central ante miles de personas que se acercaron para agradecer y pedir por trabajo al santuario de Liniers.

Quien ocupó el lugar de Jorge Bergoglio cuando este de convirtió en Papa, sostuvo en la homilía: "Aunque se cierren las puertas del corazón de los hombres que debieran dar empleo digno, el santo del pan y del trabajo nos abre las puertas del santuario y nos muestra que la providencia de Dios siempre nos gana en generosidad".

El purpurado porteño destacó el "sacrificio" de los "pobres y los humildes", y aseguró: "La verdadera riqueza de nuestro pueblo es la espiritual. Es la que nos hace solidarios con los demás, la que nos mantiene de pie frente a las pruebas, con una fe y una esperanza que no se quiebran ante la injusticia y las humillaciones".

A lo largo de la jornada, y próximos a las elecciones primarias, miles de personas pasaron por el santuario bajo el lema "San Cayetano, amigo de los trabajadores, danos paz, justicia e igualdad".

"Nadie mejor que ustedes, queridos peregrinos, sabe que hoy se renueva la esperanza. Los pobres y los humildes saben de estas cosas y por eso están aquí haciendo el sacrificio de horas de colas para encontrarse con el que sabe escuchar de veras. Vaya si sabe escuchar San Cayetano", enfatizó.

En este contexto, organizaciones sociales, políticas y sindicales, realizaron hoy una marcha desde las inmediaciones del santuario hasta la Plaza de Mayo para reclamar al gobierno la sanción de la Ley de Emergencia Alimentaria. Además, dirigentes de organizaciones sociales polemizaron con funcionarios por el "uso político" de un acontecimiento religioso y se movilizaron con la consigna: "Pan, paz, tierra, techo y trabajo".

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