Misterio en el Delta: el antecedente del helicóptero de la Provincia que desapareció y nunca fue encontrado

El 2 de enero de 2011, el ex comisario de la policía de la Provincia Alejandro Ferzola despegó desde Brandsen en un helicóptero Robinson 44 para participar del Operativo Sol en la Costa Atlántica. De acuerdo con su plan de vuelo, debía dirigirse a Santa Teresita, donde tenía previsto recargar combustible para finalmente arribar a Pinamar, donde iba a sumarse a la Agencia Nacional de Seguridad Vial. Sin embargo, el piloto perdió contacto y nunca fue encontrado. Hoy, a más de seis años, aún no se sabe qué pasó.

En su momento, durante la búsqueda por tierra, agua y aire, se rastrillaron las zonas ribereñas de la bahía Samborombón, región pantanosa, sin dar con los restos del helicóptero y de su conductor. Algunos pobladores de la zona habían atestiguado que vieron en el agua restos de color naranja de la aeronave. Pero los resultados fueron negativos. Las tareas de búsqueda eran supervisadas por el fiscal de La Plata Juan Condomí Alcorta.

La madre del piloto, María Beatriz Marascio, se lamentó en declaraciones a la prensa que a su hijo "siempre lo buscaron en el mismo lugar" y presumió que para ella nunca hizo ese vuelo y "se lo llevaron". La causa quedó archivada a fines de 2012 por falta de pruebas. "Es como si se lo hubiera tragado la Tierra", dijo la mujer en una entrevista con un matutino porteño.

Según la información oficial, unas 18 aeronaves recorrieron unos 9.000 kilómetros rastrillando la zona, sin resultados. Incluso hubo cotejos de ADN con cuerpos hallados y los resultados fueron negativos en todos los casos. La Policía bonaerense, Gendarmería Nacional, Prefectura Naval, la Fuerza Aérea y la Armada buscaron intensamente por aire y tierra a la aeronave.

El helicóptero iba a sobrevolar la ruta interbalnearia 11 y las playas de la zona como parte de tareas de control y visualización de los cuatriciclos que circulan por la zona.

Ferzola, de 51 años, estaba casado con Estela, con quien tenía dos hijos, Andrés y César. Tanto ellos como la madre del piloto, María Beatriz Marascio, siguen reclamando por lo que consideran fueron serias deficiencias en las horas posteriores a la desaparición.

Algunos años antes -según dijo el comisario que comandaba la búsqueda del helicóptero- un avión de la Armada se declaró en emergencia en la bahía de Samborombón. Un total de 12 aviones fueron a buscarlo inmediatamente pero jamás lo encontraron.

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