Fernando Farré habló desde la cárcel: "No pensaba estar vivo al momento del juicio"

"En prisión tuve dos intentos de suicidio", aseguró el empresario, condenado por asesinar a su esposa de 74 puñaladas

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Recientemente condenado por el brutal asesinato de su esposa Claudia Shaefer, Fernando Farré habló desde la Unidad Penal 46 de San Martín donde se encuentra detenido, y aseguró que "no pensaba estar vivo al momento del juicio". Y agregó: "En prisión tuve dos intentos de suicidio".

En entrevistas brindadas al programa de Eduardo Feinmann en A24 y a TN y C5N, Farré además reveló: "Pensaba no ir al juicio, no declarar, y mi única ilusión era leer esa carta para mis hijos. Que les llegara o que hubiera alguna manera de que ellos, en algún momento, recibieran esa carta que escribí hace más de un año".

El asesino también contó: "Mi ex cuñada no autorizaba la revinculación (de sus hijos con su hermano), entonces no sentí que esa carta les iba a llegar. Estoy incomunicado con mis hijos desde el 20 de junio de 2015".

"Nunca se las entregué porque no tenía los medios ni la seguridad de que les iba a llegar", argumentó Farré, quien además explicó: "Mi hermano está incomunicado con sus sobrinos por una perimetral".

Farré fue condenado a la pena de prisión perpetua por el
femicidio de su esposa Claudia Schaefer, ocurrido en agosto de 2015 en el country Martindale, de Pilar.

Este martes, el jurado popular integrado por 12 personas decidió condenar por unanimidad al empresario que estaba acusado por el delito de "homicidio doblemente agravado por el vínculo y por femicidio".

Farré, de 54 años, había sido detenido el 21 de agosto de 2015, luego de asesinar a su esposa, de 44, con un cuchillo casero con el que le asestó 74 puñaladas, en medio de una discusión sobre los términos de la separación.

Otras 25 frases destacadas de las entrevistas:

– "No sé por qué maté a mi esposa. Sé que soy un asesino, que maté a mi esposa, la mujer que amé, y la madre de mis hijos. Le quedaban 50 años de vida, con sus hijos, con sus nietos, con sus parejas, con sus amigos, familiares, con quien quisiera vivir su vida. Hice un daño irreparable".

– "No me sorprendió la condena, cuando llegué al penal tuve contención de psicólogos y de mis compañeros de celda. Me controlaron para que pasara la noche, para que no hiciera ninguna macana".

– "Tuve dos ideas suicidas, cuando me consideraba muy enfermo, en ese período en el que sucedió lo que sucedió, el asesinato de Claudia, la madre de mis hijos, mi compañera de 17 años, 15 años de casados y dos de novios".

– "El asesino fui yo, la víctima ella y nuestros hijos, sus familiares y mis familiares, la sociedad que se vio ofendida por esto, y yo que soy culpable me considero víctima de esta situación. En un acto irracional fui víctima de mi propio acto. Si yo hubiera estado sano, eso no lo cometía, lo tengo claro. En última instancia, aparte de ser culpable, me siento víctima. Tuve dos intentos de suicidio de los cuales me salvó Claudia diciendo 'pensá en los chicos Fernando' cuando yo estaba por tirarme de una terraza y de un balcón. Eso fue en un período posterior al trauma por la pérdida del trabajo. Atribuí eso a un trauma, a un estado de salud inestable mental y física".

– "Los intentos de suicidio fueron esos dos, antes del hecho, y luego en la cárcel tuve dos. Uno en la celda, que vino un pastor a rescatarme, y después justo cuando volví de las pericias psiquiátricas que se hicieron en octubre de 2015: sufrí un interrogatorio muy duro y llegué muy conmocionado y caí en la realidad".

– "No había caído en la realidad. Estuve un mes y medio con medicamentos, con vacunas intramusculares. No hablaba de lo que había pasado, no hablaba de nada. Luego cuando llegué, me preguntaron cómo estaba, era una nueva experiencia estar en la cárcel. Luego, viendo C5N, veo "74 puñaladas" en un graph. Eso fue a fines de septiembre (de 2015)… No me reconocí. Ahí empecé a tomar cuenta de la realidad".

– "No fui un golpeador de nadie, jamás le pegué a Claudia, jamás le pegué a ninguna mujer, casi que no le pegué jamás a ningún hombre, porque no era una persona violenta físicamente".

– "Estuve presente los primeros tres días en el juicio, luego me retiré por tres razones: presencié testigos falsos, testimonios adaptados a un relato".

– "Seguí el juicio, veía al jurado muy paciente, que tuvo una actitud heroica. Presenciaron la autopsia, que es terrible. Tenía un sentimiento de arrepentimiento, porque tengo claro que maté a la madre de mis hijos. Estoy arrepentido, y estoy pagando por eso".

– "A la autopsia la ví horrorizado y me sentía extraño, no me sentía autor de ese daño. Se empezó a hablar mucho de golpes para torturar, dibujar el cuerpo, es como que era Hannibal Lecter, que la hizo sufrir, la torturó, y después, el último golpe, se dio el gusto, matarla o degollarla".

– "No tengo ningún recuerdo de un acto irreflexivo e irracional, que fue presentado por la fiscalía como un acto a sangre fría, cuando en realidad lo que ocurrió fue un acto a sangre caliente, porque a sangre fría se mata por la espalda, en la nuca, con un sicario, no delante de la madre, tratando de entrar, que casi se muere de un pico de presión. La verdad no recuerdo, y yo personalmente entiendo que la premeditación no existió, que a sangre fría no existió".

Cuando fue consultado por una supuesta relación sentimental entre Claudia Shaefer con Sebastián Wendorf, de misma empresa en la que trabajaba su esposa: "Al lado mío, atrás de la fiscal, una chica que asistía a la fiscal, me dice 'ella tenía un novio y qué. ¿la mataste por el novio?'. Yo me sentí un poco hostigado porque la verdad es que nadie va a matar a una mujer porque tenga un novio antes, durante o después de un matrimonio, cada uno hace lo que quiere con su cuerpo y su vida, nada justifica nada".

– "No sé por qué la maté, entiendo que yo estaba enfermo".

– "Había cosas que me volvían loco que no entendía. Yo decía cosas para herirla, y ella decía cosas para herirme. Ella decía que nos estábamos psicopateando. Había violencia verbal".

– "Yo tengo claro que estaba enfermo. Esto termina con un crimen que, lejos de ser premeditado y a sangre fría, del que yo no tenía conciencia. Es imposible hacer esa locura, por eso me fui del juicio".

– "Si fue por emoción violenta, hubo una discusión que disparó eso".

– "Estoy convencido de que no soy un femicida. No vas a encontrar ninguna mujer en el mundo que haya dicho 'Farré me golpeó, Farré odia a las mujeres'".

Sobre un episodio en el que fue acusado de violencia de género antes del asesinato: "El único episodio que ella describe es que hay un forcejeo, ella dice que yo le apoyo la rodilla, ella hizo una denuncia, y lo hablé con mi abogada de ese momento. 'Quedate tranquilo, es violencia leve. Andate de tu casa'. Otra persona amiga me decía que me quede. Mi abogada me dijo que el 90% de las denuncias son falsas".

– "No podía controlar la situación, mi matrimonio era lo último que me quedaba. En la última etapa me aferré mucho a mis hijos. Le agradecia a Dios tener tener un hijo discapacitado, que siempre es motivo de conflicto en un matrimonio".

– "Claudia era una muy buena madre, que se ocupaba de los hijos, era una mujer hermosa, inteligente, trabajadora, de mucho carácter, que jamás hubiera permitido que alguien le pegara. Ella tiene las características de una mujer que no sufre violencia de género".

– "Hicimos terapia de pareja, a la sexta sesión ella me planteó la cuestión de la separación, yo me rehúso a la situación, no la termino de asumir. Ella se quería separar, yo no estaba en condiciones de dar el paso, tenía diversos consejos de amigos".

– "No estoy arrepentido de haber aceptado el juicio por jurados. El abogado me lo recomendó. Cuando viví en Estados Unidos tenía amigos que fueron jurados, están protegidos de la prensa. Confío que haya juicio por jurados en Argentina, que los jurados sean anónimos, que no salgan a dar reportajes".

– "La vida de la víctima no vuelve más, voy a tratar de no pudrirme en la cárcel, voy a tratar de hacer algo positivo en memoria de los buenos momentos con mi mujer, en memoria de mis hijos y del amor que me tienen mis padres, y para contribuir a la sociedad desde acá adentro".

– "Acá estoy más sano que afuera. Estoy rodeado de pibes chorros, violadores, asesinos, transas… son seres humanos… hay sobrepoblación, bajo presupuesto, hay quienes se pueden reinsertar en la sociedad. Estoy estudiando sociología y es lo que más me ayuda. Estudiar sobre los pobres, la indigencia, estoy muy agradecido de poder trabajar en la parte administrativa. Por eso sigo vivo".

– "Si me dicen '¿querés ir a la horca mañana?', estoy dispuesto, que lo autorice la Corte Suprema, quién sea".

– "Quisiera que mis padres pudieran revincularse con sus nietos. Mi padre tiene 80 años y se está muriendo de cáncer de pulmón. Mi madre está muy afectada. Mi madre me viene a visitar todas las semanas, porque el amor de madre no se pierde nunca. Lo veo acá con otros presos, hayan hecho lo que hayan hecho, la madre está junto a su hijo porque es un amor eterno".

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