El hermano de la maestra hallada sin vida en una comisaría de Rosario: "La Policía la metió en un calabozo y la dejó morir"

Se lo dijo a Infobae Guillermo París tras la muerte de María de los Ángeles, la bibliotecaria que el 3 de mayo perdió la vida misteriosamente en una dependencia policial. La familia marcha hoy para pedir justicia

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María de los Angeles París (primera a la derecha) junto a sus hermanos y su cuñada

"Estamos con una indignación terrible". Faltan algunas horas para la marcha que los familiares y amigos de María de los Ángeles París (46) harán este jueves en Rosario para pedir justicia, y las palabras de Guillermo, uno de los hermanos de la víctima, tienen menos el peso de la congoja que de la furia. La maestra murió hace 15 días en una comisaría por razones que todavía se desconocen: esposada, en un cuarto donde no hay cámaras de seguridad, donde, según la versión policial, la metieron para que calmara su ataque de nervios.

Pero para la familia lo que diga la Policía carece de crédito. Por eso hoy se movilizarán desde los Tribunales rosarinos hasta la emblemática Plaza San Martín para reclamar que se investigue seriamente la responsabilidad de los agentes de la comisaría 10°, a donde París había llegado, supuestamente, para hacer una denuncia. ¿Cómo murió esposada en un calabozo? ¿Qué le generó el ataque de nervios (si lo tuvo)? ¿Por qué la Policía no actuó según los protocolos, ni le permitió a ella hablar con sus hermanos?

"Lamentablemente tenemos más dudas que certezas. La versión policial la desatendemos. No tiene asidero. Ellos dicen que mi hermana fue a hacer una denuncia. El fiscal nos comentó que en el video de las cámaras de la recepción se ve que está tranquila esperando que la atiendan. Pero inmediatamente después sale corriendo y la policía la mete adentro. ¿Por qué la mete adentro y la esposa?", se pregunta en la charla con Infobae Guillermo (48), vendedor de un frigorífico, el tercero de los cuatro hermanos París, después de Claudia (55) y Silvia (58).

Según fuentes de la investigación consultadas por este medio, María de los Ángeles llegó cerca de las 21 del 3 de mayo a la comisaría del barrio Alberdi (una zona alejada de su casa y de su trabajo) para hacer una denuncia que nunca concretó. Eso al menos dicen los testigos (policías) que declararon ante el fiscal de la Unidad de Homicidios Dolosos, Luis Schiappa Pietra. Aparentemente se puso muy nerviosa y salió y volvió a entrar de la comisaría tres veces: a las 21:15, a las 21:42 y a las 22:05.

De acuerdo al relato de los agentes ante la Justicia, en la última salida dos policías hombres la fueron a buscar y la metieron de nuevo en la dependencia. La esposaron y la encerraron en un cuarto del lugar, sola, para que se calmara. Pero allí murió.

"Es una brutalidad. Lo que hicieron fue típico de los años oscuros de la dictadura de los 70. La llevaron esposada a la fuerza, la metieron en un calabozo, y la dejaron morir. La Policía no actuó con ninguno de los protocolos", reclama Guillermo.

Lo que cuenta la familia París es que la hija de María de los Ángeles (que tiene 18 años) llamó a su mamá y que atendió la Policía. Y que en ese momento le contaron que la maestra estaba muy alterada, que la fueran a buscar. La adolescente se comunicó con una de sus tías, quien volvió a llamar a la comisaría 10° porque quería hablar con María de los Ángeles y tranquilizarla. "Jamás le pasaron", afirma Guillermo.

Entonces, él junto a una de sus hermanas, fue hasta el barrio Alberdi. Según cuenta Guillermo, tardaron 15 minutos en llegar. bamos a buscar a una persona en estado de crisis nerviosa y cuando llegamos estaba muerta. No me dejaron verla. No vi a mi hermana", dice con bronca el hombre.

Como frente a la comisaría había un velatorio y gente en la vereda, los hermanos de París cuentan que cruzaron para preguntar qué había pasado y que varios testigos les contaron que la vieron salir corriendo de adentro y cómo la Policía la maltrató para hacerla entrar de nuevo en el destacamento. En ese momento, se sintieron intimidados. "Aparecieron dos policías, uno se metió adentro del velatorio y otro quedó afuera. Era una situación fea para los testigos. Fue una escena del año 76, de la época de la dictadura", repite Guillermo.

Sin embargo, de acuerdo a lo que fuentes del caso comentaron a Infobae, los testigos que estaban en el velatorio y declararon ante el fiscal la vieron "muy alterada en la calle, paró los autos, no la veían bien, la veían que desvariaba". No obstante, aclararon que el investigador "no tiene la certeza de que haya sufrido un brote".

De momento, la causa que lleva Schiappa Pietra no tiene imputados y los policías no fueron separados preventivamente de sus cargos. Aunque se especula con que eso ocurra en estos días, ya que además del expediente por el homicidio de París se abrió un expediente en la Fiscalía de Violencia Institucional para investigar lo que hicieron los agentes de la comisaría 10°. Está comprobado que no siguieron ningún protocolo ante eventuales problemas de salud mental. Según la autopsia, París no murió como consecuencia de golpes ni se encontraron signos de violencia.

Guillermo recuerda a su hermana como una madre soltera muy comprometida con el cuidado y la contención de su hija, y enamorada de su trabajo. María de los Ángeles trabajaba como bibliotecaria en dos escuelas públicas de Rosario. "Hacía un trabajo distinto: armaba talleres de lectura para los chicos, narraba cuentos y hacía obras de teatro en las escuelas. Estaba muy activa con los derechos humanos y había estado trabajando en ambas escuelas con la Memoria, la Verdad y la Justicia", la describe Guillermo, y también dice que era una persona "amiguera e incapaz de hacer daño". Por eso a él le resulta extraño lo del brote psicótico. "Es lo que dice la Policía para embarrar la cancha y justificar lo que hicieron", asegura.

"Hay mucha inseguridad, y hay gente que muere a manos de delincuentes, pero esto es otra cosa: es la violencia de las instituciones, del Estado, y acá nadie dice nada, nadie habla nada", se indigna Guillermo.

Los días de los hermanos de María de los Ángeles ahora están centrados en que haya justicia y en que la vida de su sobrina no se convierta en una pesadilla. Guillermo habla y le escapa un hilo de conmoción: "Si para nosotros es inexplicable, para un adolescente es algo terrible".

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