Juan Leyrado: "Si estás de acuerdo con un proyecto político, te van a usar"

Pero el actor asegura que no se siente una víctima por haber sido funcional al kirchnerismo, “porque me interesaba su propuesta”. El protagonista de “El elogio de la risa” dice: “La política tiene un objetivo: usar lo que hay que usar, en beneficio de un proyecto”

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Hasta para un actor con muchas tablas bajo los pies, un unipersonal es un salto sin red.

Sin embargo, no para Juan Leyrado (64). A pocos días de grabar un unitario con Julio Chávez -nada menos- e Inés Estévez en su vuelta a Pol-ka, y después de su éxito en "Nina" (Telefé) -su personaje será el dueño de una academia de danza clásica con Chávez como socio-, se juega a fondo en el unipersonal "El elogio de la risa" (miércoles a domingos en la sala Multiteatro a las 8 de la noche).

Leyrado (dos hijos, tres nietos) encarna en esa comedia dramática sentimientos y conflictos universales: el amor, el paso del tiempo, y la risa como salvadora del dolor… a veces.

–¿Por qué a esta edad, y no antes?

-Porque un unipersonal exige el momento justo. Antes no la hubiera pasado bien…

-Solo en el escenario, todo depende de vos. ¿Es mucha presión?

-No. Me encanta estar frente al público sabiendo que todo depende de mí.

-Son muchos personajes… ¿El trabajo físico no te agota?

-Lo físico es más fácil que lo mental. Me acostumbré a que mi cuerpo mande. Porque el cuerpo me dice si estoy bien con alguien, o no. Si estoy bien, o no, en un lugar. El cuerpo le pasa esa información a la mente, y ella se encarga de facilitar las cosas… ¡o de complicarlas!

La risa me salvó e mis zonas más oscuras. Soy de una generación de seriedad, de gente seria

-¿Te preocupan las enfermedades? ¿Sos hipocondríaco?

-Sí… Tipo Woody Allen. Pero no me invento enfermedades, no soy hipocondríaco. Soy un gran somatizador…

-¿De qué te salvó la risa?

-De mis zonas más oscuras. De las que no se ríen. Soy de una generación de seriedad, de gente seria. Estudié en ese clima.

-¿Pero el humor ganó la partida?

-Sí, soy muy amigo del humor. El mío es medio irónico, un poco ácido, pero lo fui puliendo.

-¿Por qué ese renunciamiento?

-Porque si el otro, el interlocutor, no se enganchaba, quedaba muy afuera. Parecía una agresión… La edad me remite al punto inicial, a mi juventud. Soy mucho más parecido a cuando era niño ahora, que hace unos años

“El elogio de la risa”, invita a reflexionar sobre el amor y el paso del tiempo: Mientras el protagonista espera a su mujer para festejarle el cumpleaños, entre la impaciencia y las ganas de celebrar, comienza a rememorar la historia de su vida
“El elogio de la risa”, invita a reflexionar sobre el amor y el paso del tiempo: Mientras el protagonista espera a su mujer para festejarle el cumpleaños, entre la impaciencia y las ganas de celebrar, comienza a rememorar la historia de su vida

-¿Cómo vivís el paso del tiempo?

-Cuando tomo conciencia del tiempo que pasó… pienso en el tiempo que me falta vivir. Espero que sea mucho. Pero será menos que antes…

-¿Cómo manejás las cosas pendientes?

-No llevándolas hasta el último momento. En general necesito modificar cosas: trabajo, lugares en lo que quiero estar… Creo que la edad te hace pensar "Ya está, no voy a cambiar, yo soy así". Pero también de profundizar algo de lo que soy.

-Eso de hacerse amigo de uno mismo…

-Sí, de eso se trata. En mi caso, debió suceder un poco antes, pero lo logré: ¡soy bastante amigo mío! Y ciertas cuestiones pendientes las hablo conmigo… y con mi analista. En mi caso, la edad me remite al punto inicial, a mi juventud. Soy mucho más parecido a cuando era niño ahora, que hace unos años.

La edad me remite al punto inicial, a mi juventud. Soy mucho más parecido a cuando era niño ahora que hace unos años

-¿El trabajo de actor te sigue dando placer?

-Sí, yo lo disfruto mucho. Siempre lo disfruté, y ahora mucho más.
Nuestros nietos van a conocer más cómo es una calle del Central Park que una de Villa Lugano. Las banderas de otros países a veces se reconocen más que la nuestra

-¿Por qué persiste ese placer?

-Porque volví a sentir cosas que sentía cuando empecé, cuando estudiaba y no actuaba para el público. Después viene la etapa en que uno tiene que ser querido, gustar, conseguir trabajo, que elogien ese trabajo, tener éxito, llenar la sala… . Sin embargo, a esta altura,no es lo que más me preocupa.

-Leí declaraciones tuyas bastante críticas sobre la tele…

-Me gustaría que estuviera más abierta a contar nuestras historias, a nuestra gente y a la de otros lugares. Para que además de conocer a los actores conozcan a los técnicos. Además, se descuida la cultura. Nunca vi un proyecto cultural profundo.

–¿De quién depende? ¿Sólo de la tele?

-No. Del Estado. Si vos comprás un programa en lata que cuesta cinco pesos, y producirlo aquí exige quinientos mil… ¿por qué vas a producirlo en el país? Si sos empresario, no me parece más que quieras ganar dinero. La cultura es una tarea del Estado.

-¿Hay trabas culturales?

-Desde luego. Los grandes países mandan productos que les sirven no sólo para ganar dinero. También para instalar su cultura. Nuestros hijos y nuestros nietos van a reconocer más una calle del Central Park de una de Villa Lugano…

-¿Qué opinás de lo que pasa con el INCAA?

-Estoy de acuerdo con todo lo que planteó la gente que apoya la continuidad del INCAA. Eso no se puede perder…

Estamos dormidos ante un Congreso que no responde. Que no cumple con su trabajo.

-¿Realmente creés que quieren que desaparezca? ¿Que quieren quitarles los fondos?

-Más que respuestas, tenemos preguntas. ¿El Congreso está sesionando? ¿Senado, Diputados? ¿Alguien está comunicando a la ciudadanía si eso está bien, si eso está mal, qué es legal, qué no es legal, qué es constitucional, qué no es constitucional?

–¿Que te inquieta?

-Quiero saber si todo lo que se hace es constitucional y legal.

-¿Por ejemplo?

-¿Pegarles a los maestros es legal? ¿Meter preso a alguien sin motivo es legal? Si lo es, no tengo nada que decir. En todo caso, la próxima vez que vote lo haré por alguien que pueda modificar la constitución y las leyes. Es muy extraño que los únicos que hablemos de estas cosas seamos los actores, algún periodista en la tele, o alguien al que entrevistan en la calle…

-¿Qué otras respuestas esperas?

-Quiero saber si hay corrupción. Pero estamos dormidos ante un Congreso que no responde. Que no cumple con su trabajo.

No me sentí usado por la política. Fue en pos de un proyecto que me interesaba. Ponerme en víctima ahora no está bien

-¿Te molesta que los actores sean referentes en algunos temas de actualidad y de política?

-No me molesta: me parece delicado, y no me parece conducente. Porque a veces uno dice cosas sobre las que no está bien informado… y la gente te escucha. Me hicieron una nota en radio. Una nota muy amable. Pero la busqué en internet, y estaba toda cortada.

-¿Te pasó otra vez?

-Sí, con Mirtha Legrand. Me hicieron una nota. y dije: "No sé si iría a comer a su programa. Estoy en en desacuerdo con muchas cosas. Por ejemplo, cómo se trata el tema de los desaparecidos, y otros…". A partir de ese momento, ponés Juan Leyrado en internet… ¡y aparecen cosas terribles! Me dolió. Quería que mis palabras se entendieran mejor…

“Cuando comenzó la dictadura yo militaba, no me fui del país, y sentí, en el año 75, que había algo raro. Me aparté… ¡y estoy vivo!”
“Cuando comenzó la dictadura yo militaba, no me fui del país, y sentí, en el año 75, que había algo raro. Me aparté… ¡y estoy vivo!”

-¿En algún momento te sentiste usado por la política?

-Me distraje, digamos. La política tiene un objetivo: usar lo que hay que usar en beneficio de un proyecto. Si estás de acuerdo con un proyecto, te van a usar. Pero no me sentí usado. En realidad, fue en pos de un proyecto que, en general, me interesaba. Ponerme en víctima ahora no está bien.

-Algunos compañeros tuyos pagaron un costo alto por expresarse. manifestarse. ¿Te pasó a vos?

-No. A mí me ayudó darme cuenta de muchas cosas. Pero el cuerpo siempre apareció. Cuando comenzó la dictadura yo militaba, no me fui del país, y sentí, en el año 75, que había algo raro. Me aparté… ¡y estoy vivo!

-Patricia Palmer nos dijo hace poco que es un año muy difícil para el teatro…

-Está bravo para los productores, porque producir una obra es muy caro, y las recaudaciones bajaron muchísimo. Está bravo para los actores, porque a menos producciones, menos trabajo. actores. La nueva ley de teatro, tan esperada y beneficiosa, fue sancionada a los apurones, y quedaron huecos que no nos favorecen. ¡Muchos descuentos! Pero es un país que sigue teniendo un teatro floreciente. ¡Vivo! Y no va a morir nunca.

Cuando deje de ser negocio que estemos “desamigados”, nos vamos a amigar. Ahora es “Divide y reinarás”

-Hace un par de años me dijiste: "Somos corruptos en las cosas cotidianas y mínimas". ¿Qué pequeña cuota de corrupción te permitís? 

-Estoy pensando. Ayudame…

-El gol de Maradona a los ingleses.

-A mí me encanta Maradona, me encantó el gol, pero hay una zonita del argentino que no me gusta nada: la viveza. Es una cuestión piramidal. No ayuda que lo que está en la punta de la pirámide sea corrupto. Pero también está mal acusar a alguien de corrupto… sin pruebas. Lo malo es que la corrupción parezca natural. Si es así, ciertas transgresiones , ¿por qué no es ser natural lo mínimo: cruzar una luz roja con el auto? Mis nietos van al colegio "Lengüitas". La entrada y la salida están en Juncal, y no hay semáforo ni policía. El otro día le dije a un policía que estaba hablando por teléfono en la esquina: "¿Pueden mirar, por lo menos? Y me verdugueó, me miró raro…

-¿Aun siendo actor y conocido?

-Esas cosas me matan, me destruyen. ¿Dónde ponés el auto? Vivo en Palermo, no tengo garaje en casa, el estacionamiento que me cuesta 2.500 un mes, 3.500 otro mes, 4.500… No hay límites. ¿Por qué el cordón pintado de amarillo mide 40 metros, y no treinta? Porque hay más posibilidades de que te lo lleve la grúa. ¿Viste la voracidad de las grúas? Es algo agresivo, monstruoso…
Cuando deje de ser negocio que estemos "desamigados", nos vamos a amigar

-Por eso funcionó tan bien el personaje de Darín, Bombita, en "Relatos salvajes".

-Sin embargo nos acostumbramos a cosas más graves. Que intervengan un lugar, que le peguen a alguien, que la policía entre a una universidad y detenga gente que estaba en una reunión… ¿Por qué? ¿Estaba haciendo algo jodido? Pero nadie dice nada. Al final me hiciste hablar de estas cosas sin darme cuenta…

-¿Los argentinos nos vamos a amigar alguna vez?

-Cuando deje de ser negocio que estemos "desamigados", nos vamos a amigar. Ahora hacen todo lo posible para que nos peleemos, si es negocio. Divide y reinarás. El que creyó ciertas promesa tiene que hacer memoria… A mí nadie me engañó: las cosas son como son y como serían desde antes. Sólo había que prestar un poco más de atención. No me siento engañado.

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Agradecimiento: Paula Balmayor, producción de vestuario; Sofía Diez, peinado y maquillaje.

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