Huelga de hambre "aristocrática": la puja por la herencia de uno de los colegios más prestigiosos del país

Miembros de la familia Green, nietos del fundador del Belgrano Day School, arribaron a la Argentina desde diferentes partes del mundo, realizaron una huelga de hambre y montaron una carpa itinerante para reclamar que se los incluya en la sucesión de bienes

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La familia Green expuso pancartas escritas en castellano e inglés (Agustín Marcarian)
La familia Green expuso pancartas escritas en castellano e inglés (Agustín Marcarian)

Es la carpa blanca menos esperada: está ubicada en el seno de uno de los barrios más pintorescos de la Ciudad de Buenos Aires. La gran mayoría de sus integrantes vive en el exterior, son bilingües y ni siquiera tienen el castellano como lengua primaria. Y su reclamo no se basa en la lucha por el porcentaje de un aumento del salario, sino que está detrás de cientos de millones de dólares. La familia Green, descendiente de la aristocacia británica en la Argentina puja por su parte de la herencia del colegio Belgrano Day School, la cual aduce haber sido negada desde hace más de una década.

El corazón del barrio porteño de Belgrano adoptó un espíritu educativo de carácter internacional. El prestigioso colegio bilingüe británico se convirtió en la sede del llamado Round Square Regional Conference 2017, una iniciativa que reúne a más de 160 escuelas de 40 países de todo el mundo. Así, llegaron alumnos de diferentes partes del planeta con el fin de compartir una experiencia en el marco de una institución que se regodea de nutrir de valores y respeto por el otro a su alumnado.

Sin embargo, un hecho ocurrido precisamente en la entrada principal de la institución reflejó una realidad opuesta: pancartas con reclamos escritos en castellano e inglés, ciudadanos con acento extranjero indignados y un aire condimentado por la rabia, la ira y la indignación. Se trató nada menos que de una suerte de "piquete aristocrático", realizado por los nietos de John Ernest, el fundador de la Institución, e hijos de Bernardo, el último dueño del legado. Ellos decidieron realizar una huelga de hambre y montaron su propia carpa itinerante para reclamar su participación en la herencia de los bienes de su abuelo y su padre que, aducen, hoy se les está negando.

Desde el fallecimiento de Bernardo, en marzo de 2003, los familiares disputan una batalla legal contra la última esposa y actual administradora, Matilde Villanueva, a quien acusan de haberlos marginado de todos los bienes.

La familia Green pasó la última noche en la puerta del colegio, debajo de una carpa itinerante
La familia Green pasó la última noche en la puerta del colegio, debajo de una carpa itinerante

La medida de fuerza tiene un marco internacional inédito. La mayoría de los Green presentes en la puerta de la escuela viven en el exterior en condiciones económicas límites. Así, mediante un esfuerzo y un plan de coordinación, arreglaron viajar desde México, Estados Unidos, Inglaterra, Dinamarca y Alemania, para coincidir en Buenos Aires todos en la misma fecha y realizar el reclamo conjunto en la puerta del Belgrano Day School.

Como si fuera poco, la medida está condicionada por la situación de una familia cuya lucha por la reclamación de sus derechos le costó enfermedades, muertes en condiciones deplorables y necesidades básicas insatisfechas, según dicen los descendientes de la familia Green.

"Nuestra situación es desesperante. Yo me vine desde Londres sólo para hacer este reclamo que nos corresponde. Tengo que caminar con bastón todo el día, ya no puedo pasar ni una hora de pie porque me muero del dolor en todo el cuerpo y en Inglaterra tengo a un hijo con una grave enfermedad y no puedo pagarle el tratamiento. Mientras que la ex mujer de mi padre vive como una reina aquí". Las palabras pertenecen a Lucy Green, la menor de los siete hijos de Bernardo Green, quien padece fibromialgia, una enfermedad degenerativa caracterizada por dolores fuertes constantes y fatiga en todo el cuerpo. Además, tiene un hijo en Inglaterra con un cuadro grave de autismo, el cual precisa un costoso tratamiento.

Los herederos reclaman los bienes del último dueño de la institución educativa  (Agustín Marcarian)
Los herederos reclaman los bienes del último dueño de la institución educativa  (Agustín Marcarian)

Todos se esconden de la lluvia en una precaria carpa realizada con una manta blanca y cuatro palos de madera. Mientras tanto, cada cinco minutos se produce un hecho repetido y paradójico: los alumnos, con su prolijo uniforme verde y gris, los consultan sobre el reclamo y reaccionan con asombro ante la revelación sobre la puja judicial.

"Entre las varias demandas realizadas, la Justicia falló hace poco que Matilde debía abastecer a Lucy para el tratamiento de su enfermedad y el de su hijo en Londres. Sin embargo, Matilde Villanueva volvió a apelar y la causa sigue estancada. En los últimos 14 años hicimos 52 presentaciones judiciales y esta mujer apeló todo", describió el abogado de la familia, Lucas Hernández, quien casualmente conoce de cerca la dificultad de la lucha en la Justicia ante un Colegio católico de renombre: es el hermano de Jimena Hernández, la chica de 11 años que fue asesinada dentro de las instalaciones de la escuela Santa Unión, en Caballito, y cuyo crimen nunca fue resuelto.

El Belgrano Day School fue fundado en 1912
El Belgrano Day School fue fundado en 1912

De la excelencia académica a la puja judicial

El Belgrano Day School fue fundado en 1912 por el profesor inglés John Ernest Green. En ese entonces había sólo 12 alumnos. Durante las décadas se consolidó como una de las instituciones de mayor prestigio en el país. La obsesión por regirse bajo la enseñanza británica más tradicional condujo a que se convirtiera en una entidad pionera en la enseñanza bilingüe en la Argentina.

John Ernest Green murió en 1946, año en el que tomó la batuta su hijo Ernest Bernard Green, más conocido como Bernardo, quien se encargó de llevar las riendas de la institución durante la segunda mitad del siglo XX bajo una estricta búsqueda de la excelencia y bajo el lema que se mantendría durante años: "Fac recte" (actúa rectamente).

A inicios de la década del 90, Bernardo, que ya había pasado por dos matrimonios, formó pareja con la que hasta entonces era su secretaria en la Institución, Matilde Villanueva. Ella era 25 años menor que él y parecía no tener un vínculo demasiado cercano a los siete hijos del poderoso empresario.

Bernardo Green falleció el 15 de marzo de 2003, fecha en la que comenzó la batalla legal por la herencia.

"La ley indicaba que a los siete hijos les correspondía el 81% de la sociedad del colegio. Sin embargo, a la hora de determinar la herencia, Matilde Villanueva aludió que sorpresivamente desaparecieron los libros societarios de la Institución que probaban el derecho a herencia de los familiares", relató el abogado Lucas Hernández.

"Esos libros se mantuvieron en las sombras durante una década. Recién diez años después, la propia Villanueva reconoció disponer de esos libros. Y en esa batalla nos encontramos actualmente", añadió.

Matilde Villanueva y Bernardo Green
Matilde Villanueva y Bernardo Green

A su vez, Infobae intentó ponerse en contacto con Matilde Villanueva o algún miembro de la administración del colegio, pero no encontró respuesta alguna, debido a la celebración del Round Square Regional Conference 2017.

En el medio de la puja por la herencia, falleció de cáncer Richard Green, uno de los hermanos, quien se había consolidado como el más prestigioso profesor de música de la escuela.

"Llevamos muchos años en este agujero y no hacemos más que hundirnos. La mayoría estamos repartidos en diferentes partes del mundo y si uno ve nuestras vidas, estamos todos fundidos. Cada uno de los integrantes de la familia está endeudado, Richard murió practicamente en la indigencia. Es muy triste que la propia familia de sangre de Bernardo tengamos que llegar a tomar esta medida para que alguien nos escuche".

La familia Green pasó la noche del martes dentro del colegio y ya el miércoles no les permitieron el ingreso a la institución. Por eso, desde entonces montaron su propia carpa itinerante para continuar con la medida hasta que haya una respuesta.

La herencia en puja contempla el propio colegio, numerosas propiedades privadas y un inmenso campo deportivo en Ingeniero Maschwitz, que en su momento perteneció al Belgrano Day School y hoy se encuentra completamente abandonado.

Mientras atraviesan su segundo día de la huelga de hambre, el principal pedido de los Green es que Villanueva retire su apelación y finalmente aporte el dinero necesario para el tratamiento de la fibromialgia de Lucy y del autismo de su hijo en Inglaterra.

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