El chofer de la tragedia de Mendoza, ante la Justicia: "Me comí la curva"

Más de dos meses después de la Tragedia de Mendoza, en la que murieron 19 personas y otras 20 resultaron heridas, el chofer del ómnibus de larga distancia de la empresa chilena Turbus que sufrió el accidente, Francisco Sanhueza, se presentó ante el fiscal y los querellantes, y declaró que la noche del 17 de febrero "se comió la curva".

Según uno de los abogados querellantes de las víctimas y familiares, Martín Sevilla, durante su declaración, Sanhueza "contó que iba a velocidad normal durante todo el trayecto; que se comió la curva y que hizo todo lo humanamente posible para mantener el control del vehículo pero no pudo hacerlo".

"También afirmó que ni el acompañante, ni los pasajeros, le habían dicho que bajara la velocidad y añadió que el otro chofer iba durmiendo. Creemos que se trata de una estrategia de la defensa", detalló Sevilla, que además reveló la versión del chofer sobre por qué perdió control del vehículo: "Dijo que quiso esquivar una serie de autos que estaban apostados en el carril derecho" con las luces encendidas.

El defensor de las víctimas además contó que Sanhueza "declaró que no recordaba a qué velocidad iba y planteó que la velocidad máxima era de 90 kilómetros por hora. No recordaba si superó esa velocidad en algún momento". Por otro lado, Sevilla dijo que el chofer "se mostró compungido por tamaña tragedia; declaró que cree que todo es un sueño y que le gustaría que nunca hubiera ocurrido".

Por su parte, uno de los abogados defensores de Sanhueza, Pablo Cabalin, rechazó la versión de la querella de que el tacómetro quedó fijo en 98 km/h (la velocidad máxima para esa zona es de 40 km/h), y aseguró que "el tacómetro estaba en cero" y que esa información "se va a ver en el informe de Policía Científica", que se publicaría la semana próxima.

"Hasta que no estén las pericias no podemos saber a qué velocidad iba. Nuestro cliente declaró que iba a velocidad normal", agregó Abel Cappi, otro de los defensores del chofer chileno, quien reveló que junto a Cabalin se apoyan en ese hecho para "pedir el cambio de calificación a homicidio culposo. Lo que se intenta determinar acá es que no hubo intención de dañar", detalló Cappi.

"Físicamente se encuentra bien; moralmente está muy afectado, como cualquier persona que sufre un hecho de este tipo. En la declaración brindará su versión de lo sucedido aquella noche y dejará en claro que se trató de un accidente y que de ninguna manera quiso provocar aquel desenlace. Está muy arrepentido de lo ocurrido y extraña mucho a sus hijas", detalló Cappi.

Los defensores del chofer, que se encuentra imputado por homicidio simple con dolo eventual, en concurso real con lesiones gravísimas, graves y leves (que contempla una pena de hasta 25 años de cárcel), buscan bajar esa carátula, y que quede establecida en homicidio culposo, que tiene una pena máxima de 5 años de prisión.

Sanhueza se encuentra detenido en el penal de Boulogne Sur Mer desde el 23 de febrero, y esta mañana se trasladó hasta la Fiscalía de Homicidios, donde se presentó junto a su defensor ante el fiscal Gustavo Pirrello y los querellantes de las víctimas, quienes realizaron preguntas.

Cómo avanza el caso en la Justicia

Todavía no declararon todas las víctimas del hecho, y en algunos casos quienes fueron citados por la Justicia no se presentaron ante el fiscal, por lo que la causa podría dilatarse.

Además, la fiscalía y las querellas esperan por los resultados de las pericias mecánica y accidentológica; los informes de las 19 necropsias y de los certificados de defunción; informes sobre las lesiones; y el informe final de la Policía Científica.

El 2 de mayo está previsto que se realice una audiencia para determinar si Sanhueza continúa detenido, o si será autorizado a trasladarse a Chile a la espera del juicio, tal como lo solicita la defensa del chofer.

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