Una fiscal mendocina cobra su sueldo hace 7 años sin ir a trabajar

Se trata de la fiscal penal de menores Valeria Ponce, acusada de robarse un celular en 2010

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(Diario Uno Mendoza)
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La fiscal mendocina Valeria Ponce fue parcialmente suspendida en su cargo, luego de robarle un celular a una mujer en 2010. A partir de este hecho la funcionaria recibe la mitad de su sueldo sin ir a trabajar, y a pesar de que en la causa por robo ella fue catalogada como "insana", aún figura formalmente al frente de su fiscalía.

Se acercaban las fiestas de fin de año de 2010 y la fiscal Ponce quiso visitar Palmares Open Mall para hacer compras. Sin embargo ese día de un local de zapatos se llevó un regalo que no estaba en los planes de nadie: el celular de otra clienta.

El hecho fue registrado por las cámaras de seguridad, en las que quedó plasmado el momento en que la funcionaria judicial robaba el teléfono a la mujer que obviamente no titubeó en denunciarla.

Ponce fue imputada por "hurto simple" por el fiscal Santiago Garay, mientras que también se vio obligada a enfrentar un segundo proceso debido a su posición.

La fiscal penal no siguió efectivamente en su cargo y tuvo que dejar de presentarse a trabajar, pero a pesar de eso logró -desde hace ya 7 años- continuar cobrando el 50% de su sueldo.

(MDZ)
(MDZ)

Según informa el medio mendocino MDZ que difunde la noticia, hubo dos causas en su contra en relación a este hecho: una fue por el hurto y la otra es administrativa y está vinculada a su destrato al personal.

De la causa por robo la funcionaria se desligó alegando que estaba mal psicológicamente y que no había sido su intención. Al aceptarse su insanía en el expediente penal debió someterse a un Jury, pero la cosa estuvo muy lejos de terminar ahí.

Al verse acorralada por el sistema del que era parte Ponce presentó su renuncia al cargo ante el Poder Ejecutivo provincial, la que le fue rechazada con el objeto de que se sometiera al Jury en cuestión, instancia que debía resolver su conducta.

Pero mediante certificados médicos que avalaron una alteración psiquiátrica, la fiscal logró que pasaran los días, los meses, los años, hasta que en febrero de 2015 presentó una acción de amparo contra el gobierno provincial porque no le habían aceptado la renuncia.

Ahora entre fiscales que ya renunciaron, y varios idas y vueltas, la Sala espera que la fiscal presente su defensa ante el Jury, al que no se presenta, sucesivamente, presentando certificados médicos que justifican su inasistencia.

En resumen actualmente aún aceptando la insanía de uno de sus miembros, el sistema judicial se niega a expulsar a ese funcionario y continúa con el juego en el que hoy Ponce es protagonista, aprovechándose de los recursos de un proceso que conoce a la perfección.

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