Elena Roger: “El que roba no viene de Marte, nos tenemos que hacer cargo de eso”

Así lo aseguro en una charla con Infobae en la que habló de actualidad, la simpleza como forma de vida, y cómo enriquece su relación la pareja abierta.

Compartir
Compartir articulo

El tango estuvo siempre presente durante su infancia en Barracas. Ese primer acercamiento se profundizó mientras vivió en Londres: "Cuando estás afuera, el tango sí o sí te lleva al lugar de nacimiento". Comenzó el coqueteo profesional con el disco Vientos del Sur y hoy, junto a Escalandrum, el grupo liderado por el nieto de Ástor Piazzolla, lanzan su primer trabajo discográfico, 3001. Lo presentan el 11 de noviembre en el teatro Coliseo.

—¿Qué diferencias encontrás entre trabajar en la Argentina y en el exterior?

—Respecto al teatro, en el exterior está todo muy aceitado. Hacen una obra detrás de la otra, tienen mucho tiempo de ensayo, es una industria. En la Argentina, hay mucho talento, hay muchas ganas, a veces no está todo tan aceitado como en el exterior, pero las cosas se hacen. Es el famoso "lo atamos con alambre". Lo que es bueno de la Argentina es la pasión a pesar de lo difícil que es hacer teatro, por la situación económica o porque no está todo al alcance de nuestras manos; a pesar de todo eso, hacemos. Eso es lo que tiene mucho valor acá en la Argentina.

En la Argentina hay mucho talento aunque las cosas no están tan aceitadas como en el exterior

—¿Trabajando en el exterior choluleaste a alguien?

—No, no soy de cholulear. Cuando estuve en la Casa Blanca, se me acercó Tom Hanks a hablarme un segundo, estaba sirviéndome uvas. Se me acercó y no lo podía creer, un poquito nerviosa me puse.

—¿Ya hablabas inglés?

—Más o menos, así que no pude hacerme amiga de Tom Hanks.

—¿Antes de interpretar a Evita te gustaba como personaje?

—Sí. La obra ni la conocía, no había ido a ver la película, conocía No llores por mí, Argentina, pero tuve que estudiarme todos los otros temas de cero. El personaje sí; en mi casa eran peronistas, se hablaba mucho de Perón y recuerdo haber visto videos del entierro. Cuando me tocó hacer este rol, vi un poco más, me interioricé, no era ni fanática ni nada del personaje, pero lo conocía.

—¿Ricky Martin qué tal es?

—Divino, un amor, un sol. Fue muy pacífico trabajar con él. Es una persona súper humana, con los pies en la tierra. Un líder, porque yo hacía Evita, pero él se convirtió en el líder de la compañía, porque era la figura más importante, la gente lo venía a ver a él indiscutiblemente. Es súper laburante. Muy respetuoso en el escenario. Muy divino como compañero en lo cotidiano.

—¿Con él sí quedaste en contacto?

—Con él sí quedé en contacto. Cuando viene a la Argentina, en general, no nos vemos, pero la verdad es que lo llevo en mi corazón y le deseo todo lo mejor.

—¿Te peleaste con Fabián Medina Flores?

—Yo no me peleé con nadie. ¿Alguien se peleó conmigo?

—Habló de vos en La jaula de la moda.

—Es su trabajo, sé que habló de mí, de lo que me pongo, que soy difícil. Es verdad que en el momento de hacer notas y sacarme fotos no me maquillo, no uso pieles, no uso cosas animales, lo que puedo llegar a usar es un par de zapatos de cuero, no me pongo bijou. En general, todo el mundo se maquilla, todo el mundo usa, no tienen tantas pautas, quizás eso es ser fácil y lo otro es ser difícil. No me voy a pelear con él porque es su opinión, su trabajo.

Si estoy de vacaciones puedo usar un pantalón por diez días.

—¿Con qué tiene que ver no maquillarte, no usar bijou?

—La simpleza es una de las cosas que milito y me gusta mostrarme tal cual soy. No soy una persona que me levanto y que esté pensando qué me voy a poner. Si me ves por el barrio, te reirías mucho, cómo voy a comprar a la verdulería. Soy capaz de usar cualquier cosa o, si estoy de vacaciones, usar un pantalón por diez días. Después voy y lo que hago en el escenario no tiene nada que ver; me gusta mostrar ese contraste, porque realmente soy una actriz que interpreta roles, pero no soy esos roles. Creo en la simpleza y me hace la vida más fácil no tener que maquillarme, pintarme las uñas. No tengo esa paciencia. Entonces, lo pongo en las revistas, yo soy así, quien me quiere querer que me quiera y el que no, que quiera a otra persona. La simpleza también tiene que ver con el cuidado del medioambiente, de no "uso y tiro". Viste que uno compra cosas que después terminan siendo basura, no sirven para nada y son simplemente basura para el planeta, para nuestros hijos, los nietos y las generaciones venideras. Creo mucho en esta manera de vivir, me hace feliz y para mí eso es lo más importante.

—¿Eso se lo transmiten a tu hija?

—Obviamente, lo ve todo el tiempo. Ella a veces recibe un montón de regalos que nosotros decimos: "Ah". Nosotros no le compramos nada, vive de los regalos de los demás. Tiene una alimentación vegetariana y elige; el otro día eligió comer un pancho en un cumpleaños y lo comió. Tiene la libertad de elegir, nosotros la vamos a educar hasta donde podamos, pero con libertad, porque ella hace su camino, su experiencia y tiene que elegir lo que necesite para su vida.

Pareja abierta no significa estar acostándose con todo el mundo, significa libertad y honestidad en todo sentido.

—¿Cómo te impactó esa tapa de Mariano [Torre] hablando de la pareja abierta?

—No es que nosotros decidimos: "Ahora vamos a contar que somos una pareja abierta". Todo este tema surgió porque hice una obra en marzo que se llama Love music, sobre la vida de Lotte Lenya y Kurt Weill, y ellos tenían una pareja abierta. Me encantaba contar esa historia de la pareja abierta, porque me sentía identificada. Con Mariano tenemos esa pareja abierta que nos hace felices, estamos súper cómodos, que no significa estar acostándose con todo el mundo, significa libertad y honestidad en todo sentido. Después, él hizo una nota donde habló de un montón de cosas, pero la revista eligió poner ese título, ya es una elección de la revista, no podemos hacer nada. Quizás también en el futuro será elección de él en qué revista hacer y en qué revista no. Todo lo que dijo y todo lo que dice es real y no tenemos por qué ocultarlo. No era nuestra intención que todo el mundo se pusiera a hablar de eso, pero es el trabajo de los otros. No es un tema nuestro.

—¿Enriquece la relación?

—Para mí, sí, mucho.

VER MÁS: La relación abierta de Mariano Torre y Elena Roger

—¿Avanzamos lo suficiente culturalmente o te parece que nos falta?

—Siempre podemos avanzar más. Creo que, por ejemplo, todo esto que está pasando ahora de #NiUnaMenos, en realidad, es también para las mujeres, porque hay mujeres que creen que está bien ser maltratadas. Ni las mujeres ni los hombres tenemos que ser maltratados. Cuando hay un indicio de maltrato, aunque sea verbal, realmente uno tiene que poner alerta roja y ver si realmente tiene que seguir con esa persona o no, y ser apoyada por la sociedad. Tenemos que apoyar, porque no es un problema… Cuando hay un delincuente, no es problema sólo del delincuente, es un problema de la sociedad que crea a ese delincuente también. Todos nos tenemos que hacer cargo. A veces siento que avanzamos, hay muchos progresos, pero cómo me gustaría que fuera más rápido.

—¿Te pasó alguna vez? ¿Fuiste maltratada?

—No, verbalmente puede ser; por suerte, físicamente nunca. Sí sufrí maltratos mínimos, nada que me haya arruinado la vida.

—¿Es más difícil para las mujeres?

—Yo no encontré dificultades en mi carrera, en mi vida, pero seguramente sí. Para las mujeres, para las personas que son más humildes. Siempre hay alguien de poder que puede estar sobre los más humildes.

—¿Te interesa la política?

—Sí, me gusta la política, no el mundo de los políticos. Hago política con lo que digo del medioambiente, no es que no me gusta la política. No me gusta el mundo del poder o de los políticos, no me interesa.

—Vos planteás la responsabilidad como sociedad del camino que recorremos.

—Y sí. A veces dicen: "Ay, cómo roban los políticos". El argentino roba, hay muchas personas que hacen las cosas mal, donde los que pueden hacen trampa. Después, a lo mejor uno de esos sube al poder y no es que viene de Marte, y el que mata o el que roba dentro de una casa no viene de Marte, está dentro de esta sociedad. Nos tenemos que hacer cargo de eso, ver cómo generamos nosotros también eso. Desde lo más chiquito hasta lo más grande, todo está mal.