Vive en EEUU, pero por una promesa regresa cada año para colaborar en la Peregrinación Juvenil a Luján

Enrique Soros participó de la primera marcha en 1986 y cuando se fue del país en 1997, para trabajar en el área de prensa de la Conferencia Episcopal estadounidense, le prometió a la Virgen no faltar ningún año

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Desde 1975, cada primer fin de semana de octubre miles de jóvenes caminan más de 30 kilómetros para manifestar su fe a la Virgen de Luján. (Télam)
Desde 1975, cada primer fin de semana de octubre miles de jóvenes caminan más de 30 kilómetros para manifestar su fe a la Virgen de Luján. (Télam)

Enrique Soros pertenece al Movimiento Schönstadt y trabaja en el área de prensa de la Conferencia Episcopal en los EEUU. Cada primer fin de semana de octubre, desde 1997, regresa a Argentina para colaborar en la Peregrinación Juvenil a la Basílica de Luján. Fue una promesa a la Virgen la que lo hace regresar y ser parte de una de las manifestaciones de fe más importantes del país y del mundo.

"Desde 1986 estoy en el proyecto Carpa de María en el que más de 200 misioneros instalamos una carpa estilo circo en la estación de Álvarez (KM31) para recibir a los peregrinos que necesitan asistencia. Es tan emocionante ver cómo un millón de personas salen a caminar respondiendo al llamado de la Virgen que invita…", dijo a Infobae desde San Pablo donde esperaba -escala mediante- el vuelo que lo traería a Buenos Aires.

Cada primer sábado de octubre, a las 13 horas, sale la imagen cabecera de la Iglesia de San Cayetano, en Liniers. Los esperan más de 60 kilómetros y 17 horas de caminata entre cánticos, risas y aplausos. (NA)
Cada primer sábado de octubre, a las 13 horas, sale la imagen cabecera de la Iglesia de San Cayetano, en Liniers. Los esperan más de 60 kilómetros y 17 horas de caminata entre cánticos, risas y aplausos. (NA)

"Es que ese pueblo —continuó— está tan necesitado de un abrazo y de una guía que nosotros queremos ser como los brazos de María, porque la Virgen necesita instrumentos para hacer milagros", añadió y explicó que esa carpa es una entre las decenas de puestos que se instalan a la vera de la ruta para acompañar el camino de los fieles. Allí ofrecen asistencia "desde lo físico a lo espiritual".

El viaje ida y vuelta exclusivamente para ayudar en esa carpa lo hace desde 1997 y no piensa en dejarlo. "Hace 20 años que estoy en Estados Unidos y voy a seguir colaborando como misionero. Yo quiero ser un instrumento… Uno nunca sabe cómo la Virgen puede transformar el corazón de una persona y en esa manifestación vemos la cosecha", aseguró.

Enrique Soros: Uno nunca sabe cómo la Virgen puede transformar el corazón de una persona

Después de participar de cada Peregrinación regresa con emociones mezcladas. "Retorno con gran emoción y me voy con ganas de seguir evangelizando… Nunca se sabe qué corazones se tocan. Muchas veces nos pasó que, de pronto, viene alguien y nos dice 'hace unos años vine y pasé por esta carpa…' y cuenta algo que vivió y por qué regresa". La emoción invade a este hombre que acompaña las giras del Papa Francisco, indiscutido artífice de la renovación de fe en el pueblo cristiano a nivel mundial. "La visita del Papa a los Estados Unidos, definitivamente, influyó no sólo en la comunidad hispana católica sino que produjo una gran revolución en los estadounidenses no católicos porque se abrió a dar respuesta al mundo desde la fe con una sencillez tan grande que es imposible no llegar al corazón de todos. Yo estuve como comunicador en las ciudades que visitó Francisco y él aparecía en todos lados, en las teles de los comercios, de los hoteles, de las casas… llegó al alma del todo el mundo", aseguró con entusiasmo.

Primera peregrinación al santuario de Luján, en 1893. En 1975 se realizó la primera caminata de jóvenes que se mantiene hasta hoy.
Primera peregrinación al santuario de Luján, en 1893. En 1975 se realizó la primera caminata de jóvenes que se mantiene hasta hoy.

A la vez consideró que la interpretación del Papa hizo posible que más jóvenes se acerquen o retomen la fe. "Algunos ven en la Peregrinación el desafío de llegar con amigos, de caminar en una fiesta religiosa; otros lo ven como el culmen de todo un año durante el cual esperaron para agradecer o pedir y entregar el corazón de la forma más sencilla que se pueda. Eso queda en el corazón".

Preguntado sobre cuál es la motivación para caminar más de 60 kilómetros, casi sin descanso, durante toda una tarde y toda una noche —la peregrinación suele insumir unas 17 horas— Soros dijo: "Es imposible encontrar una razón lógica. Es la Virgen la que llama. Lo hizo primero con un grupo reducido, lo armó de a poquito y fue tomando vida hasta que se convirtió en una explosión de fe que no se puede explicar". El entusiasmo juvenil es sorprendente, "a los jóvenes los veo venir con una fe impresionante. Pese al frío, cuando no pueden más, les decimos que la meta no es llegar sino que la Virgen quiere que le den su corazón… Pero siguen, porque es el corazón el que moviliza", contó y subrayó: "Es necesario hacer madurar esa fe y ser conscientes de que lo que la Virgen quiere es nuestro corazón. Tenemos que decirle: 'Madre te regalé este sacrifico y pido por tu milagro'. Ese es el aporte humano que debe seguir cada día en casa. La meta es consagrarse y pedirle que nos ayude a cambiar el corazón".

Se espera que este fin de semana más de 2 millones de personas caminen 17 horas, más de 60 kilómetros, bajo el lema: “Madre danos tu mirada para vivir como hermanos”

La carpa de la fe y asistencia al peregrino

Este fin de semana se esperan que más de 2 millones de personas lleguen a Luján. (Télam)
Este fin de semana se esperan que más de 2 millones de personas lleguen a Luján. (Télam)

En 1975 se realiza la primera peregrinación juvenil a pie a Luján con un puñado de jóvenes, que parte de Liniers, y recorre a pie 60 kilómetros hasta llegar al santuario de la Virgen de Luján. Ese primer grupo se transformará en una multitud y, más tarde, llegará a un millón de peregrinos. Parroquias, escuelas religiosas, grupos de Scouts, amigos, serán los "coordinadores" de los pequeños grupos. Todos ellos comenzaron a necesitar asistencia, es por eso que, en 1986, el Padre José Pontes, sacerdote de Schoenstatt, reúne a unos 200 voluntarios de ese Movimiento e instalan una carpa de circo en la mitad del camino para brindar a los peregrinos apoyo de todo tipo.

"Es una carpa de 21 por 10 metros que se arma con diferentes 'kiosquitos' de asistencia. Se ofrece agua, mate cocido, torta frita. Además, asistencia de primera instancia, como cremas, masajes… También hay un escenario donde durante toda la jornada se canta y anima a los peregrinos", contó a Infobae Adrián Cura, uno de los organizadores de la Carpa de María. "Por allí pasan unas 20 mil personas y más de 200 voluntarios que se alternan para asistir al peregrino. En la carpa hay, además, unos cuadernos en los que se pueden escribir intenciones a la Virgen, que son entregados en la peregrinación de diciembre".

La carpa, similar a la de los circos, está ubicada en el kilómetro 31 de la ruta del peregrino y es "un ambiente espiritual es muy fuerte, lo vivimos con mucho ecumenismo porque hay gente que tiene un cristianismo popular, no con la Virgen ni con la iglesia, pero tiene fe y necesita manifestarla".

La historia de las Peregrinaciones

Cientos de peregrinos que llegan a la Basílica de Luján para expresar su fe se acomodan en la vereda para descansar tras arduas horas de caminata.
Cientos de peregrinos que llegan a la Basílica de Luján para expresar su fe se acomodan en la vereda para descansar tras arduas horas de caminata.

El 29 de octubre de 1893 se realizó la primera peregrinación al Santuario de Nuestra Señora de Luján, organizada por el padre Federico Grote, fundador de los Círculos Católicos de Obreros. Lo acompañaron unos 400 hombres con banderas argentinas y prometieron concurrir todos los años para pedir a la Virgen protección para la obra. Tres años después, los peregrinos llegaron a ser unos 3.000.

Pese a que el día de la festividad de la Patrona nacional es el 8 de diciembre, la Peregrinación Juvenil es la más multitudinaria, tanto así que se conoce a nivel mundial. Cada año se camina con un lema diferente, pero con el mismo candor. La marcha a pie arranca desde el santuario de San Cayetano en Liniers, sigue por avenida Rivadavia hasta la Basílica de Luján, donde llegarán con el amanecer, cansados, algunos muy agotados y con los pies llenos de ampollas, pero todos con el corazón rebosante de felicidad por haber cumplido con un acto de fe imposible de explicar.