No hay detenidos por las torturas en el convento de Entre Ríos

Lo confirmaron a Infobae desde la fiscalía que investiga el caso. Se dictó “reserva de las actuaciones”

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Una gran conmoción se generó en la ciudad entrerriana de Nogoyá luego del hallazgo en el convento de las Hermanas Carmelitas Descalzas elementos de tortura y autoflagelación. El fiscal Federico Uriburu encabezó el operativo judicial y se inició luego de una investigación de la revista local Análisis Digital.

De acuerdo con la publicación, en el monasterio se registraban castigos físicos contra las religiosas y un régimen estricto de disciplinamiento, basado en la en la autoflagelación. Tras el allanamiento, encontraron látigos y cilicios, y se le practicaron exámenes a las religiosas para constatar los daños físicos.

Por el momento no se libró ninguna orden de detención
Por el momento no se libró ninguna orden de detención

Si bien la investigación aún se lleva adelante, desde la fiscalía de Uriburu confirmaron a Infobae que a pesar de los elementos de prueba hallados en el lugar, "aún no se libró ninguna orden de detención". Revelaron, además, "se dictó la reserva de las actuaciones" y que recién la próxima semana el funcionario judicial revelará más detalles de los que se encontró. Asimismo, aclararon que no se tiene pensado realizar otros allanamientos y que desde las autoridades de la Iglesia "aún no se comunicaron".

"Hay castigos permanentes; es habitual el uso del látigo y el cilicio para autoflagelarse; hubo casos de desnutrición y existe una estricta prohibición de no hablar de lo que sucede", sostuvo la publicación que dio a conocer el caso. Incluso, denunciaron que varias de las ex monjas están con tratamientos psicológicos por las secuelas que tuvieron.

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El padre Jorge Bonin, párroco de la Basílica Nuestra Señora del Carmen, expresó su sorpresa. "Estamos convulsionados en un pueblo del interior de 40 mil habitantes. Las madres cumplen 25 años en nuestra localidad. Ellas tienes su forma de organizarse en la cual dependen del vaticano. Tiene su organización interna. Cumplimos con el servicio de celebrarles misa, les preguntamos s necesitan algo. Viven de la providencia del o que reciben como limosna. La mayoría son de 30 a 45 años", dijo el religioso.

"No tengo bien presente si el código canónico contempla la flagelación o si eso se prohíbe. Hay tres hermanas mayores. Vinieron de Concordia. Uno personalmente no le aconsejaría la autoflagelaicón. Hay que estar muy preparado con una entereza muy grande. No creo que dios le pide a las personas que se autoflagelen. Dios pide la posibilidad de ofrecer cosas que son legitimas. Nada como dañarse uno mismo", expresó en diálogo con radio La Red.