A catorce años del crimen de Maximiliano Kosteki y Darío Santillán, distintas organizaciones sociales y políticas cortaron los accesos al Puente Pueyrredón, a la altura de Avellaneda, para conmemorar el aniversario de los jóvenes asesinados por la Policía Bonaerense durante una protesta en 2002.
Familiares y amigos de las víctimas pidieron "mayor celeridad" en la causa que investiga las responsabilidades políticas de la represión de 2002 y apuntaron contra el ex presidente interino Eduardo Duhalde, el ex secretario general de la Presidencia Aníbal Fernández y el ex gobernador de la provincia de Buenos Aires, Felipe Solá.
"El 26 de junio dos jóvenes fueron asesinados en nuestro país por reclamar los derechos más básicos, como pan y trabajo digno", afirmó Federico Orchani, vocero del Frente Popular Darío Santillán, que además consideró que en los últimos meses "recrudeció la violencia policial y la criminalización de la protesta". A su vez, resaltó que "las desigualdades sociales no se resuelven con represión ni con luchadores asesinados, sino con diálogo".
La manifestación forma parte de un nuevo reclamo de justicia que, tras la condena de los policías que mataron a balazos a los jóvenes, ahora busca "juicio y castigo a todos los responsables políticos del asesinato". Vanina Kosteki, hermana de Maximiliano, arremetió contra Aníbal Fernández, actualmente imputado por enriquecimiento ilícito.
"Él formaba parte de la cúpula del gobierno de Duhalde. No pudo ser ajeno a la decisión política que tomaron de involucrar a cuatro fuerzas de seguridad, incluida la SIDE, para atacar la manifestación en la que participaba mi hermano", explicó la joven.
Y recordó que "fue uno de los voceros del libreto oficial, el que decía que los piqueteros se habían matado entre ellos. También fue el que avaló a la policía cuando habían liberado la zona para el asesinato de Mariano Ferreyra cuando era funcionario del kirchnerismo. Es un encubridor de los crímenes de Estado", sentenció.
Los actos –iniciados el sábado- incluyen una vigilia en la estación de trenes sobre avenida Hipólito Yrigoyen, donde los jóvenes fueron asesinados a balazos. Vanina Kosteki se mostró enojada con el juez Ariel Lijo, ya que "no cumplió ni una sola de las medidas de prueba que venimos reclamando".
"Hoy, domingo, vamos a volver a cortar el puente para reclamar el castigo a todos los responsables políticos y materiales de la masacre de Avellaneda y para apoyar las luchas de los trabajadores de todo el país contra el ajuste, la represión y los despidos", sentenció.