Es el sitio donde los pontífices pasaban el verano, pero que Francisco, que no se toma vacaciones, no ha usado hasta ahora. Desde el 1º de marzo se puede visitar la parte principal de la villa
Jorge Bergoglio
–que en la Argentina no llegó siquiera a
tener teléfono móvil y que todavía usa máquina de escribir- ha revolucionado la comunicación vaticana. Sus
tuits son los más difundidos y no para de sumar seguidores
Bergoglio no bajó su ritmo de trabajo en el verano
europeo, salvo la obligada suspensión de las
audiencias generales de los miércoles. Un pontífice urgido por la voluntad de
comunicar y actuar y por la conciencia de no disponer de un tiempo ilimitado