Según la ciencia, el ser humano ya alcanzó su edad máxima posible

Un estudio de la Escuela de Medicina Albert Einstein, de Nueva York, reveló que la expectativa de vida tiene un límite natural pese a los avances científicos en la medicina. El debate que generó tal conclusión

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Un nuevo estudio puso en duda el aumento de la expectativa de vida (iStock)
Un nuevo estudio puso en duda el aumento de la expectativa de vida (iStock)

El hallazgo provocó una convulsión inmediata en el universo de la ciencia. Hasta hoy, se creía que la expectativa de vida se extendía de la mano de los avances en medicina. Se consideraba que la innovación en tratamientos y nuevos medicamentos ofrecía la posibilidad de aumentar la cantidad de años de vida promedio de un ser humano. Todas esas verdades irrefutables de la medicina fueron puestas en duda.

Un estudio de la Escuela de Medicina Albert Einstein, de Nueva York, -publicado en la revista Nature– siguió de cerca las estadísticas de los países con mayor mayor cantidad de "supercentenarios", es decir, personas que superen los 110 años de Reino Unido, Estados Unidos, Francia y Japón.

Los investigadores hallaron que la edad de muerte de este grupo selecto no aumenta desde 1968 y que las posibilidades de uno de ellos de superar los 125 años era de 1 cada 10 mil. "Después de observar las trayectorias estadísticas, nuestros resultados concluyen fuertemente que la vida humana tiene un límite natural", sostuvieron sus autores.

Se halló que la esperanza de vida de los “supercentenarios” no aumenta desde 1968 (iStock)
Se halló que la esperanza de vida de los “supercentenarios” no aumenta desde 1968 (iStock)

La francesa Jeanne Calment estableció el récord oficial de longevidad tras fallecer en 1997 a la edad exacta de 122 años y 164 días. De acuerdo con el estudio, es poco probable que se pueda extender ese límite mucho más en el futuro. Sin embargo, no tuvieron en cuenta otro caso. En Indonesia aún vive Mbah Gotho, quien presuntamente tiene 145 años, aunque se descree de su documentación que indica que nació en 1870. Gotho había generado un enorme revuelo cuando, unos meses atrás, dijo a un periódico local: "Lo que yo quiero es morir".

Al contrario de la presunción que indica que la esperanza de vida está condicionada por los avances científicos del campo de la medicina, según el artículo, esa marca hoy se cree imposible de sobrepasar. Para ejemplificar, marcan el caso de Suecia, cuya edad máxima de muerte aumentó levemente si se considera que en 1860 fue de 101 años y en 1990 apenas alcanzó los 108.

Algunos estudios previos realizados sobre animales revelaron que, a partir de intervenciones farmacológicas y genéticas, su esperanza de vida aumentaba en forma considerable. También se demostró que, a raíz de la reducción del consumo de calorías, su vida podía extenderse hasta un 30%. En los seres humanos, no se podría aplicar la misma lógica. El autor principal de la investigación, Jan Vijg, explicó que "muchos de los sistemas que han evolucionado para protegernos de amenazas externas, de daños provocados por el estrés, de fallos en procesos moleculares, a largo plazo producen los problemas que nos acaban matando".

Algunos investigadores consideran el estudio tan solo un buen análisis estadístico (iStock)
Algunos investigadores consideran el estudio tan solo un buen análisis estadístico (iStock)

Pese a la recepción positiva que tuvo el informe de la Escuela de Medicina Albert Einstein, abrió un debate acalorado en el mundo académico. Algunos investigadores consideran que el trabajo no va más allá de un buen análisis estadístico. Por caso, Timothy Cash, científico especializado en enfermedades oncológicas, remarcó que es imposible predecir lo que sucederá en el futuro. De acuerdo con su mirada, el estancamiento en el crecimiento de la esperanza de vida humana puede ser algo temporal y el récord de Calment una marca superable gracias a los avances en la ciencia.

Por su parte, Jay Olshansky, investigador de la Universidad de Illinois, en otro artículo de la revista Nature explicó que no existe una "obsolescencia programada" en la vida humana. "El aumento de 30 años en la esperanza de vida al nacer en comparación al siglo pasado refleja las mejoras en la salud pública que han reducido drásticamente la mortalidad en edad temprana, permitiendo que la mayoría de la gente en los países desarrollados lleguen a la vejez por primera vez en la historia", añadió.

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