JUEVES, 17 de octubre de 2024 (HealthDay News) -- Los médicos podrían estar recetando sedantes en exceso a los supervivientes de ACV , advierte un estudio reciente.
Alrededor de un 5 por ciento de las personas reciben una benzodiazepina tras un ACV, para ayudar a calmar la ansiedad y mejorar el sueño, encontraron los investigadores. Los medicamentos de benzodiacepinas incluyen Valium, Ativan y Xanax.
Pero estas recetas a menudo son para píldoras que duran más de una semana, lo que podría obstaculizar la recuperación de una persona y aumentar su riesgo de adicción.
"Encontramos un patrón de exceso de oferta potencial con estas recetas iniciales de benzodiacepinas, que sería suficiente para que los pacientes se convirtieran en usuarios a largo plazo o posiblemente en adictos", señaló la investigadora Julianne Brooks, gerente de análisis de datos del Hospital General Brigham de Massachusetts, en Boston. "Las recetas de benzodiacepinas dadas en estas circunstancias pueden conducir a la dependencia".
En el estudio, los investigadores analizaron una década de datos de reclamaciones de Medicare sobre recetas de benzodiacepinas por primera vez entre más de 120,000 víctimas de ACV a partir de los 65 años de edad.
"Para este grupo de mayor edad, las directrices recomiendan que las recetas de benzodiacepinas se eviten si es posible", dijo Brooks.
Estos sedantes aumentan el riesgo de caídas, huesos rotos, problemas de memoria, confusión y otros efectos nocivos, apuntaron los investigadores.
"Pero podría haber casos en los que las benzodiacepinas se recetan para usarlas según sea necesario", anotó Brooks. "Por ejemplo, para tratar la ansiedad irruptiva, un proveedor puede recetar algunas pastillas y aconsejar al paciente que el medicamento solo debe usarse cuando sea necesario".
Los investigadores encontraron que alrededor de un 5 por ciento de los pacientes comenzaron a tomar una benzodiacepina dentro de los 90 días posteriores a su accidente cerebrovascular.
El lorazepam (Ativan) y el alprazolam (Xanax) fueron los más recetados, en el 40% y el 33% de los pacientes, respectivamente.
Tres cuartas partes de estas recetas fueron para un suministro de más de siete días, y más de la mitad para un suministro de entre 15 y 30 días, encontraron los investigadores.
Son demasiadas pastillas, sostienen los investigadores.
"Las benzodiazepinas podrían inhibir la recuperación y la rehabilitación", dijo Brooks.
"Aunque la tasa general de recetas se redujo ligeramente en 10 años, este patrón de recetas sigue siendo un problema", añadió Brooks. "Es preocupante porque los adultos mayores son vulnerables a la prescripción excesiva y a los resultados adversos".
Las tasas de prescripción fueron más altas entre las mujeres (5,5%) que entre los hombres (3,8%).
En general, las tasas de recetas fueron más altas en el sureste (5.1 por ciento) y más bajas en el medio oeste (4 por ciento).
"La región sureste es el cinturón de accidentes cerebrovasculares con una tasa más alta de accidentes cerebrovasculares, así que eso podría explicar algunas diferencias en la atención en esa región", dijo Brooks.
Los hallazgos se publicaron en la edición del 17 de octubre de la revista Stroke.
La Sociedad Americana de Geriatría (American Geriatrics Society) recomienda evitar las benzodiacepinas en todos los adultos mayores debido al riesgo de deterioro cognitivo, delirio, caídas, fracturas y accidentes automovilísticos, anotaron los investigadores.
"Otras directrices también sugieren intervenciones conductuales, como la terapia cognitivo-conductual para el insomnio, los medicamentos antidepresivos para los trastornos de ansiedad, y probar primero las intervenciones no farmacéuticas", planteó Brooks en un comunicado de prensa de la revista.
Pero los investigadores dijeron que se necesitan más estudios para determinar si hay un nivel seguro para recetar benzodiacepinas a las personas mayores.
Más información
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU. ofrecen más información sobre el tratamiento de los accidentes cerebrovasculares.
FUENTE: Asociación Americana del Corazón (American Heart Association), comunicado de prensa, 17 de octubre de 2024